*Minutos antes*
- ¡Me aburroooooooooooo! -el castaño intentaba buscar la atención de sus compañeros por todos los medios, pero no funcionaba. Incluso Jungkook le ignoraba descaradamente, pegando su mirada al juego que inundaba la pantalla de su móvil. - Jungkookie, juega con tu hyung...
- Ash, déjame -se quejó el menor, zarandeando su hombro para librarse del contacto con el castaño sin tener que desprender los dedos del teléfono. - ¡Taehyung, voy a perder la partida por tu culpa!
- Pero es que quiero jugar -refunfuñó el mayor, dirigiéndose inmediatamente a la caza de otro de los componentes de grupo, uno que no pudiera atentar contra su vida, como serían Suga y Rapmon. Se acercó al mayor de todos, quien se encontraba recostado en el sillón, junto al líder y viendo fotos en su móvil. - Hyuuuuuuuuuung~
- ¿Qué pasa, bebé? -preguntó sin prestarle mucha atención. De reojo apreció que estaba viendo sus propias selcas, dándoles y quitándoles el brillo adecuado para perfeccionar las fotos.
- Nadie me hace caso.
- Yo te hago caso -respondió contrariándose, pues ni siquiera le había ofrecido una mísera mirada desde que se había acercado.
- Quiero jugar a algo.
- Ahá.
- Me aburro mucho.
- Ahá.
- Rapmon rompió tu suéter rosa que llevaste en la entrevista de la semana pasada.
- Ahá -parecía que iba a seguir en su mundo sin reaccionar, hasta que en el último momento dejó caer el móvil en su regazo y levantó la vista, completamente alterado. - ¡¿Qué hizo qué?!
- Lo quemó por error mientras lo planchaba. Tiene un enorme agujero en el costado.
- ¡NAMJOON! -desenganchó bruscamente los auriculares de los oídos del líder, sin dejarse intimidar por la fulminante mirada que este le proporcionó, de hecho la del mayor parecía aún más amenazante. - ¡Yo te mato!
- ¿Qué mierdas hice ahora?
- ¡ME ROMPISTE EL SUÉTER ROSA!
- ¿E-eh? -el rubio se alejó unos centímetros, formando una sonrisa que temblaba cada medio segundo, incapaz de dejar de mirar a su hyung muerto de miedo, igual que lo estaríamos todos en su situación. - Y-yo no...
- ¡Tú sí, mentiroso!
- ¿Cómo te has enterado?
- ¡ESO NO IMPORTA EN ESTOS MOMENTOS! -Exclamó Taehyung, temiendo que las represalias de líder terminaran llevándole a la tumba. Aprovechó que todo el mundo, bueno, todos menos Suga, quien permanecía dormido en el sofá, estaban prestando atención, para hablar en alto y proponer algo entretenido. - ¡Juguemos al escondite!
- ¡MIERDA PERDÍ, JODER ME CAGO EN LA SANTA-
- ¡Jungkook! -exclamó el mayor del grupo, soltando el cuello de la camisa del líder, quien aprovechó para escapar rápidamente al otro lado de la sala.
- Perdón hyung -murmuró el pelingro entre dientes, más pendiente de su reciente derrota en la partida que en las palabras de Jin.
- Bueno, como iba diciendo -continuó el mediano de la maknae line - creo conveniente para la salud del grupo, jugar a algo todos juntos.
- ¿Para la salud del grupo? ¿Has mirado primero la tuya propia, Tae? -intervino Jimin, quien se había acercado disimuladamente al maknae para consolarle por haber perdido la partida del teléfono.
- ¡Estoy bien, idiota! -exclamó molesto. Él solo quería jugar, estaba cansado de no hacer nada, pues le habían cancelados todas las prácticas hasta el lunes por problemas personales del profesor y necesitaba algo con lo que distraerse mientras permanecían en la empresa. Supuestamente debían estar ensayando por voluntad propia, pero el único que bajó a la sala de baile había sido Jhope. - Solo quiero ayudarte a mover el culo para que ese enorme trasero tuyo no siga creciendo.
- ¡Mi trasero es precioso!
- ¡Eso! -arremetió el maknae, defendiendo a su hyung preferido.
- ¿De qué hablan?
Y por la puerta entró el milagro hecho persona, al menos para Taehyung, quien vio la salvación a su aburrimiento reflejada en los cristalinos ojos de Hoseok. Sonrió de esa manera tan característica suya y fue directo hacia pelinegro, agarrándose a su brazo nada mas llegó.
- Hobiiiiiii~
- Asqueroso -murmuró Jimin por el fondo, más que nada para molestar al castaño, ya que era consciente de que él era igual o incluso más meloso con Jungkook en alguna ocasiones.
- ¿Juegas al escondite con todos?
- ¡Eh, como que con todos! -se quejó Jungkook.
- ¿Y por qué al escondite? -continuó Jimin.
- ¡QUE SEPAS QUE ME VAS A COMPRAR CINCO SUÉTERS NUEVOS! -exclamó Jin por el fondo, ajeno a todo lo demás que no fuera Namjoon.
- Por mí está bien.
- ¡Por mí no! -volvió a insistir Jimin desde la espalda del maknae, quien terminó haciendo una mueca y encogiéndose de hombros.
- Bueno, a decir verdad, siempre que no me toque buscar, a mi no me importa.
- Prefieres que te anden buscando a ti, eh mocoso... -soltó inconscientemente el bailarín principal, percatándose al momento de las palabras que había soltado en alto e intentándolas disimular inútilmente con una exagerada tos. - Qu-quiero decir, que yo también me apunto.
- ¡GENIAL!
- Namjoon y yo también jugamos -intervino Jin con una perversa sonrisa, acercándose al rubio y agarrando su manga con tanta fuerza que hasta se le marcaron los nudillos. - Venga pequeño manazas, sígueme, vamos a escondernos.
Antes de que salieran por la puerta, el rubio se giró y vocalizó la palabra "AYUDA", pero obviamente nadie iba a ayudarle, todos estaban demasiado ocupados en sus asuntos como para meterse en otros ajenos que podrían costarle, sino la vida, el rostro.
- ¡El último que quede en la sala tendrá que buscar!
Y todos salieron corriendo, siendo Taehyung el último, pues no tuvo más remedio que acercarse a Suga, despertarle con un toque en la frente y susurrarle.
- Estamos jugando al escondite, tú la ligas hyung.
- ¿Qué mierd-