Está soy yo

Mentir

Valentina

Me ha dejado encerrada en una habitación, mi cuerpo está tenso, mi respiración es rápida , quiero irme de aquí, he buscado la forma de salir pero no hay manera, he golpeado una infinidad de veces esa maldita puerta , mi puño ha empezado a sangrar, mis piernas me duelen, necesito irme estar con mis hijas mi familia.

Sabía que Joaquín era peligro,  es un hombre violento , pero nunca lo creí capaz de hacer esto, que tonta he sido. Baje la guardia, cometí un error y esto me costaría muy caro.

Tengo miedo al ver ahora otra cara de Joaquín sé que es capaz de dañar a mis hijas, yo sé que de alguna forma podré soportar esto, pero me hacen falta ellas ¿que hago?, necesitas los brazos de Ian él me hace sentir protegida .

Sin notarlo las lágrimas empiezan a bajar por mi rostro, no puedo volver a lo mismo , tengo que encontrar la forma de salir .

Ian

Siento que mi mundo cae lentamente , por más que la he llamado, no sabemos nada Valentina , tengo que encontrarla , me dirijo a su casa tengo que saber qué pasa y tengo que ver a mis princesas . Manejo como un loco intentando llegar lo más rápido posible, daría todo por llegar a esa casa y ella estuviera ahí .

Al llegar a su casa sus padres y Lore se encuentran ahí siguen sin saber nada sus papás ni yo podemos creer que no este, mis pensamientos solo me llevan a un hombre que podría haberla alejado así de nuestro lado.

—¿Las niñas?— no las he visto desde que llegue,  unos pequeños pasos se escuchan en la escalera

Ellas corren abrazarme el tenerlas cerca es como tener a su madre, a mí Valentina , les beso sus pequeñas cabezas y vamos a la sala, propongo ver una película de esas de princesas que tanto les gustan, no quiero que ellas noten que algo está mal, mientras su mamá no esté me encargaré de protegerlas .

Después de dos películas , las  niñas se han quedado dormidas en el sillón , las llevo a sus pequeñas camitas, no podemos hacer nada, la policía no puede reportarla como perdida hasta que pasen veinticuatro malditas horas , he estado apunto de golpear al agente , al decir que a lo mejor solo se había ido por voluntad propia .

Sigo pensando que el único que puedo habérsela llevado es Joaquín , pero cuando lo mande a investigar parecía no ser un hombre tan peligroso, estaba tranquilo por qué ya no sabíamos nada de él.

Tengo que hacer algo así que me decido, llamó a un amigo de la policía ¿cómo no lo pensé antes? Me reprendo, es la ventaja de tener dinero todos quieren quedar bien contigo, sé que él lo hará, yo no descansaré hasta encontrarla no la puedo perder ella es mi vida.

No se en qué momento me quede dormido en es sillón de la casa de los padres de Val, no me podía ir sentía que tenía que cuidar al Maika y Tara , ellas no podían estar sin su mamá yo las protegería como mis hijas .

El teléfono de la casa suena , muy temprano esa mañana ,todos quedamos paralizados , podría ser ella, así que como nadie reacciona , como si tuvieran miedo de que esa llamada fuera a darnos la peor noticia, yo tomo el teléfono sin importar que esta no sea mi casa

—Diga—mi voz tiembla solo escucho una respiración

—¿Ian ?—su voz se escucha baja oteo aún así puedo reconocerla

—Amor dime ¿dónde estás? Estamos preocupados por ti —

—Para eso hablaba estoy bien , más bien yo diría feliz — algo en su voz que no está para nada bien

—¿pero qué dices?

—Ian estoy bien , decidí darle una oportunidad a Joaquín me di cuenta que lo amo—no puedo creer lo que ella me está diciendo