《 s i e t e 》

1.2K 126 30
                                        

"Why my heart is so broken, rejecting your love, without, love gone wrong, lifeless words carry on"

| m e r c y |

Me adentré junto con Leia a la sala de reuniones, donde se encontraban la mayoría de los rebeldes parloteando mientras esperaban la instrucción para tomar asiento y escuchar con atención las órdenes.

Justo cuando estaba a punto de comenzar una conversación con Leia, Mon Mothma se acercó a la mesa circular que yacía en el centro de la sala. Todos tomaron asiento mientras guardaban silencio, los imité sentándome a un costado de Han.

Mientras Mon Mothma y el almirante Ackbar daban a conocer la nueva misión, mi cabeza estaba en otro lado. Sabía que por ti debería de hablar con Han y aquello me preocupaba, no sabía la manera que el reaccionaría.

"...para poder atacar la estrella de la muerte, necesitamos deshacernos del escudo protector que amena en Endor" decidí borrar los pensamientos que me distraían y concentrarme en lo que el almirante decía "para ello, necesitamos a alguien que se adentre a Endor en la nave imperial que hemos hurtado"

"¿Quién estaría lo suficientemente loco como para hacerlo?" dije mirando a Leia.

"General Solo, ¿su tropa está  lista?" dirigí mi mirada al castaño quien asentía con una mueca evitando mirarme.

"Solo cuento con uno" dijo palpando el hombro de Chewie.

"General, cuente conmigo" esta vez gire mi cabeza hacia Leia "¿qué? No pierdo nada con ir" rodeé mis ojos.

"Conmigo también" Luke bajó las escaleras acercándose a nosotros con una sonrisa en su rostro.

Leia se puso de pie envolviendo al rubio en un abrazo. Han y yo la imitamos poniéndonos de pie detrás de ellos.

"Mercy, ¿te nos unirás?" preguntó Leia.

"No dejaré que se lleven todo el crédito" dije entre risas.

Y ahí nos encontrábamos de nuevo, metiéndonos en aprietos.

***

Me encontraba descansando plácidamente en mi habitación a mitad de la noche mientras pensaba en la mejor manera de confesar a Han lo ocurrido entre Luke y yo, pues no deseaba dejar pasar más tiempo.

Giré mi cuerpo por enésima vez desordenando las sábanas que cubrían parte de mis piernas, frente a mis ojos yacía una pequeña silla de metal y sobre ésta se encontraba mi sable de luz junto a mi chaqueta.

Decidí cerrar los ojos en un intento de dormir y de pronto tres golpecitos sobre la puerta me obligaron a reincorporarme. Fruncí el entrecejo mientras me ponía de pie acercándome a la puerta antes de presionar el botón que la abría.

"Hola" saludó Han frente a mi. Llevaba las manos dentro de sus bolsillos traseros al mismo tiempo que me observaba con una sonrisa de lado.

"¿Qué haces aquí?" pregunté apartándome para cederle el paso "es tarde" el castaño lanzó una carcajada.

"Me es imposible conciliar el sueño cuando sé que te encuentras a tan solo habitaciones de distancia" noté un peculiar tono en su voz, un tono distinto. ¿Acaso estaba coqueteando?

Me limité a ocultar mi enrojecido rostro bajo mis manos antes de sentir los brazos de Han alrededor de mi cuerpo. Me estremecí bajo su tacto disfrutando de la tranquilidad que se podía llegar a crear en mi al estar junto a él.

Su mano derecha atrapó mi mentón alzando mi rostro hacia el. Nuestras miradas se encontraron para después posar mis ojos sobre sus labios, que segundos antes había humedecido con ayuda de su lengua.

La distancia entre nosotros desapareció cuando Han decidió juntar nuestros labios en un beso. Mis manos volaron a su rostro antes de hacer camino hacia el castaño cabello alborotado. Han sonrió entre besos haciéndome sentir un cosquilleo en mi rostro.

Sentí su cuerpo presionarse contra el mío en un intento de caminar. Moví mis pies hacia atrás hasta llegar al filo de la cama, donde dejé caer mi cuerpo con ayuda de las manos de Han, quien se posó sobre mi.

"Han" dije con la voz entrecortada "Han--" esta vez se detuvo y me miró.

"¿Si?" me cuestionó. Al ver su enrojecido rostro y la cabellera despeinada, no pude evitar soltar una carcajada "deberías de ver tu cara" paré de reír para fulminarlo con la mirada.

Han rió ante mi reacción acercándose de nuevo a mí para depositar un beso sobre mis labios. Ésta vez ambos tomamos un ritmo distinto al anterior, el calor que desprendían nuestros cuerpo nos envolvía en aquel momento haciendo que la habitación comenzara a sentirse cada vez más cálida.

Sentí el brazo de Han envolver mi cintura antes de alzar mi cuerpo y girarlo. Esta vez había quedado sobre su abdomen sin despegar ni un momento nuestros labios hasta que él me alejó para deshacerse de su chaqueta y colocarla con cuidado a nuestro lado.

Su mano envolvió la mía dando un leve apretón. Le dediqué una sonrisa nerviosa mientras colocaba un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

"Te amo" lo miré sorprendida agrandando mis ojos.

"¿Qué has dicho?" pregunté llevando una mano hacia mi boca.

"Te amo, Mercy" tragué con dificultad en un intento de deshacerme del nudo que yacía en mi garganta.

"Han, yo--" y fue justo en ese momento cuando el rostro de Luke apareció en mi mente. Sabía que debía ser sincera con Han antes de comprometerme a algo más "Luke y yo nos hemos besado" cerré mis ojos esperando una respuesta.

Sentí las manos de Han sobre mi cintura mientras me alzaba para dejarme sobre la cama. Abrí los ojos observando cómo se ponía de pie y tomaba la chaqueta.

"Han, aguarda" le pedí con un hilo de voz.

"No puedo creerlo" susurró dándome la espalda "tan solo te bastó un par de meses para dejarte caer en los brazos de alguien más, y aún peor, de mi mejor amigo" una lágrima se deslizó por mi mejilla al ponerme de pie y colocar una mano sobre su hombro.

"Escúchame, por favor" le pedí. De un movimiento brusco, se deshizo de mi agarre girando su cuerpo hacia mi.

"¡No!" pude ver en su mirada decepción y enojo "pero no te culpo a ti, yo fui un tonto al pensar que finalmente le importaba a alguien pero al parecer me equivoqué" me lanzó una última mirada antes de marcharse.

Cubrí mi rostro dejándome caer sobre la cama, esta vez me encontraba sola. Entre sollozos y lágrimas, caí lentamente en los brazos de morfeo.

 𝗪𝗛𝗜𝗧𝗘 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora