Capitulo 1; Lady Puppet.

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— Marinette, ¡por favor, hablemos!— Adrien corría detrás de la chica de cabellos azabaches que se negaba a escucharlo.

Nino miró a su novia, Alya extrañado por cómo los papeles habían cambiado un poco. Parecía que el interesado ahora era Adrien.

Todo fue tranquilo, nada fuera de lo comun hasta que en la mañana una malhumorada Marinette llegó a la escuela, con ojeras bajo los hermosos ojos azules que poseía. Lo cual extraño a su mejor amiga, ya que ella no era de desvelarse.

Nino noto tambien la mirada preocupada en su mejor amigo al ver a la azabache entrar al salón. Este quiso saludarla pero ella volteo la cara, haciendo un gesto molesto.

De verdad que algo pasaba para que Marinette, la chica enamorada de Adrien, cambiará su actitud con el.

— ¡No quiero hablar contigo!

Seguían correteandose por todo el patio, le miraban extrañados. Pero no le importaba al rubio, el solo quería hablar con ella.

Si necesitaba ponerse de rodillas, lo haría.

Y lo hizo.

Se puso frente a ella en un salto, asustando un poco a la de ojos azules que rodó los ojos al verlo.

— My- Marinette, por favor, solo dame un minuto— esta vio a su alrededor. Noto las miradas curiosas y sin pensarlo dos veces a Adrien del brazo, llevándose al salón.

Si iban a hablar, sería en privado.

Al llegar Marinette lo soltó y se puso de espaldas, de verdad que no quería verle.

— My Lady...

Marinette le cortó con un gruñido.

— Soy Marinette, no Ladybug.

Adrien río nervioso rascándose la nuca con la mano.

— ¿Por qué no quieres estar conmigo?

La pregunta tomó por sorpresa a Marinette, lo cual le lleno de muchos recuerdos en los cuales ella intentaba hablarle o confesarse. Las veces que se puso celosa y usaba a Ladybug para no tener nervios.

Sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas, la rabia subía por su cuerpo, tendiendo miedo de decir algo que no quería pero el vomito de palabras estaba por salir.

Se volteó, llorando frente a él. Sus ojos vidriosos, abrió la boca y lo soltó todo.

— ¿Qué no quiero estar contigo? ¡Estaba enamorada de ti, desde que empezó el maldito año!— sus manos estaban cerradas en puños.— ¡Desde que me diste ese tonto paraguas!

Por su puesto que Adrien recordaba esa escena. La cara de Marinette era todo un poema aquella vez que le tendió su paraguas mientras el agua caía fuertemente, resonando contra el suelo.

— Mari...

— ¡No, pero tú tenías que enamorarte de Ladybug, a alguien que no conoces verdaderamente!

— Yo la conozco muy bien.

El tono de Adrien fue duro.

Marinette hizo una cara irónica.

— ¿En serio? Estoy segura que la persona que menos creías que podía ser Ladybug era yo.

— Si, pero-

— ¡Pero nada! Ladybug es solo un personaje, yo soy insegura y torpe, soy la verdadera Ladybug!

— Marinette, por favor, yo te amo.

Marinette parpadeó, la oración haciendo que llorara más fuerte.

— Tu no me amas a mí, amas a Ladybug— lo dijo con tanto dolor en cada palabra.

Le dolía tanto saber que Adrien amaba a Ladybug, ella misma pero como su alter ego. Pero ellas dos eran muy diferentes. 

— ¡Pero tú amas a Adrien, podemos estar juntos!

Marinette se mordió el labio, conteniendo los sollozos. Ya no podía con esto.

— Lo siento, Adrien. Pero hasta que ames verdaderamente a Marinette, háblame. Ya que como sabes, yo soy Ladybug.

Su corazón de verdad que estaba roto, cada pedazo cayendo hasta el fondo de su ser. Dolía tanto, saber toda la verdad.

Ignoro las miradas de todos y corrió hacia el salón, tomó sus cosas y aviso que estaba enferma, que necesitaba irse a casa.

Y de pronto, como si todo fuera una pesadilla empezó a llover muy fuerte. Mojandola por completo.

Cuando llegó, empapada mintió a sus padres y subió a su habitación.

Tikki salió de su bolso, mojada también.

Marinette soltó un grito con tanto enojo consumido dentro suyo. La criatura camersi comenzaba a preocuparse.

— ¡Estupido personaje!

Se quitó los aretes antes de que su pequeña amiga le dijera algo y los guardo en su pequeña caja, escondiéndolos en un cajón.

No escucho cuando una mariposa de color morado entraba por su ventana, hacia ella.

Y entro en su pecho, como si nada. Llegando a su corazón y oscureciendolo.

Empezó a sentir dolor por todo su cuerpo, gritando fuertemente.

¿Qué estaba pasando? Por qué sentía odio ahora mismo, ganas de destrozar y comenzar caos.

Al acostumbrarse al dolor sonrió de forma sinica, escuchando la voz de alguien en su mente.

Hawkmoth.

— Hola, Lady Puppet, yo soy tu creador y puedo ayudarte a que te vengues del chico que te rompió el corazón pero a cambio necesito un favor, dame el miraculous de Chat Noir.

No recordaba nada, pero solo podía sentir odio por Adrien y el chico ya mencionado, Chat Noir.

Empezó a transformarse, su cabello soltándose por la fuerza del poder maligno que emanaba de ella. Su vestimenta cambiando y sus ojos habían perdido el brillo.

— A sus ordenes.

Se levanto, viendo cómo dos señores entraban por la puerta.

— ¿Mari...Marinette?

— Apártense.

De su mano salió en hilo largo y delgado pero muy fuerte, amarrándolos a los dos para ponerlos en el suelo y salir por el balcón.

Por alguna razón no quería lastimarlos.

Se puso de pie en la barda mirando todo a su alrededor. Tantas parejas, le daba tanto asco.

Se ocuparía de ello luego, primero necesitaba encontrar al rubio de ojos verdes.

Se fijó bien entre las calles y vio como el chico iba caminando por el parque cerca de una fuente.

Sonrió, la locura y odio la tenían consumida.

— Te arrepentirás.

Corazones sinceros |MLB ff| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora