Carta a un anonimo

Tu (27-04)

Me enamoré de ti igual que cómo sólo lo hacen los inteligentes, como un idiota. Y como idiota que soy intenté que tú sintieras lo mismo, consiguiendo como resultado los días más tristes de mi vida. Nunca había sentido esto por nadie, NADIE, y tú simplemente a sabiendas de mis sentimientos me creas sueños, que sólo son eso, sueños y todo el mundo sabe que los sueños no se cumplen. Hace tiempo leí una frase, "No creo en el destino, creo en las señales", y antes de leerla yo creía en el destino, creía que eso nos unió, pero después de leerla me convencí a mi mismo en intentar percibir señales, señales falsas. Creo que aunque sepas lo que siento por ti nunca serás consciente de mis ganas de abrazarte, cogerte de la mano, que yo sea tus pensamientos y cuando sueñes lo hagas conmigo, sólo quiero que te aburras y pienses en querer estar conmigo, quiero besarte hasta quedarnos sin aliento, dormir contigo cada noche y despertar siempre a tu lado, observar esos ojos marrones tan transparentes y que tanto adoro, sólo quiero oír tu risa y que yo sea el causante de ella. Una vida contigo, no pido tanto. Seguramente nunca leeras está carta o cuando la leas ya sea muy tarde. Te amo y aunque sé que la bobería se me acabará pasando cuando tú me rompas más de lo que ya has hecho, quería escribirte esto para quitarme un poco de peso ya que no soy capaz de decírtelo cuando estoy contigo por que tu hechizo me cautiva y me hace pensar "no quiero decir nada que pueda estropear lo poco que tenemos". Sólo diré que yo no elijo si me haces daño o no, yo sólo quiero que si me dañan seas tú quien lo haga. Me gustan mis elecciones, a tu lado soy más feliz, me das paz y sólo pienso en volver a verte cuando no estoy contigo para poder sentir esa sensación de cosquilleo y ese acelerado corazón que sólo tú causas en mí. Está carta es mi desahogo y tu eres mi castigo encantado.