"Miku&Len" La Vampiro y El Cazador de Demonios [PAUSA]

Recuerdos

(Flashback)

-Miku, sé que somos de clanes diferentes, que nuestras familias están prácticamente en guerra pero... creo que te amo.

-Len... yo... t.también te amo.

Miku y Len unieron sus labios en un beso dulce y mágico, ambos dijeron todo lo que sentían en ese hermoso beso.

Ellos dos se conocieron en un simple accidente: La verde-aqua paseaba por un lindo parque sola. Cansada se acostó sobre el verde pasto y cerró sus ojos. Algo comenzó a inquietarla, haciendo que abriera sus ojos y viera un par de hermosos ojos azules.

-Ho..Hola, me llamo Len y tu?

-Etto... me llamo Miku.

Los dos jóvenes comenzaron a hablar durante horas, era una plática muy animada, logrando que ambos se convirtieran en grandes amigos.

Comenzaron a verse más seguido, claro, a escondidas, creando entre ambos ese sentimiento llamado amor.

Cuando ambos se enteraron que sus familias estaban en guerra, y nunca los dejarían estar juntos se les partió el alma, pero aún así de una o de otra forma, lograban verse, prometieron mostrarse amor y respeto todo el tiempo, incluso hasta el final.

-Te amo Len.

-Te amo Miku.

Ambos se besaban apasionadamente en una vieja casa abandonada, Len  comenzaba a acostar a la chica en un viejo colchón de ahí... Hasta que...

-HATSUNE MIKU!! - el padre de Miku entró seguido de varios hombres.

Len y Miku se tomaron fuertemente de las manos, tenían miedo. Sus manos fueron separadas, unos guardias arrastraban a Miku a un lado y a Len a otro.

-Padre sueltalo!! - las lagrimas de Miku comenzaron a brotar, al único chico que había amado, al que estaba dispuesta a entregarsele, estaba siendo obligado a arrodillarse con la cabeza baja frente al rey de los Hatsune.

-Lo hago por tu bien Miku, deberías estar agradecida.

La Hatsune observó como su padre sacaba una espada y la apuntaba al corazón de su amante.

Comenzó a pelear, apenas y podía con algunos de los hombres del rey, pero, ella lo sabía... no era fuerte, y no podría proteger a su amado.

Len solo permanecía en el suelo intentando luchar, quería golpear a todos los malditos que se atrevieron a tocar a Miku, pero no podía.

El rubio solo sintió como un inmenso dolor lo invadía, y la verde-aqua solo sintió que su mundo se nublaba, se sintió muerta en vida.

-Cuando regreses a casa te presentaré a tu nuevo esposo.

El Rey dio una señal y dejaron a Len y Miku solos, la chica desesperada intentaba hacer algo por su amor, pero ya no había nada que hacer, solo miles de lagrimas cubrían su vista.

-No llores amor...

-Como no hacerlo?? Len no te vayas!! Quédate conmigo... - se sentía débil y patética, se sentía culpable.

-Ya no... podré hacerlo...perdóname por... por favor.

-Perdóname tu a mi Len... - las lágrimas de ambos no sedían, ambos estaban tristes de ser separados.