IV

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Anoche soñé otra vez pero
no era mi flor,
era otra persona
a la cual no perdoné.

Fue mi amor original
el que me cegó sin piedad
creí que verla sería imposible ya.

A pesar, allí estaba
con su mano estirada y
con una sonrisa que
de felicidad desbordaba.

Me llamaba a jugar,
A olvidar, a perdonar,
en un sueño que nunca podré olvidar.

En Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora