Parte IV

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Narra Carlos

Me encuentro manejando en una calle en sentido contrario y no hay vuelta en U para volver a mí destino. Huyendo de las sombras que me persiguen ahora, no hay manera de llevarlo de regreso porque me he convertido en el más grande imbecil del mundo. Te veo por todas partes, tu cara que me mata todos los días.

¿Tú me amas? ¿Lo sientes en tus huesos? ¿Tú sueñas conmigo? ¿Necesitas un poco de tiempo? o no me quieres decir, quizás no me dirías que me amas porque ya no confías en mí, eh perdido tu confianza y va a ser difícil ganármela de nuevo pero en verdad quiero saberlo. Sabes mi vida no tenía sentido hasta que te vi conmigo.

Desperté el sábado y como cada mañana se va haciendo mas tarde. De inmediato me doy cuenta de que es casi medio día. Me levanto de la cama como cada día diciéndome repetidamente "debe ser un nuevo día". Debe ser un buen día, lo único que quiero es hacerla sonreír y encontrar una nueva forma de enamorar a la chica que más amo.

Entro a Anoeta y me voy directamente al área de vestidores, me coloco mi uniforme y me voy a paso rápido a la cancha. El entrenador me mira enojado. Me acerco a él para justificar mi llegada tarde.

-No volverá a pasar, lo juro. Entrenare dos horas más.

-Bien. Carlos sé que tienes problemas personales ahorita, pero no quiero que eso se interponga.

-No lo hará señor.

-Bien porque ya es suficiente con la falta al entrenamiento por el problema del viaje a Madrid.

-Si señor.

Me acerqué ejercicios de calentamiento antes de ir a correr. No sé cuánto tiempo me había quedado calentando, pero al parecer había sido mucho ya que cuando menos pensé nos hablaban que fuéramos a comer y reponer energía.

Todos nos introdujimos pero no sin antes firmar algunos autógrafos de los hinchas en su mayoría niños con sus playeras blanquiazul.

Una hora después volvimos a la cancha. Me encaminé a dar las vueltas corriendo. Necesitaba sacar a Gracie de mi mente, necesitaba olvidarme de ella completamente y hacer mi trabajo. Estaba pasando una mala temporada, y mi equipo también, no quería sentirme más culpable por eso.

A mi lado venía nuestro preparador corriendo a mi lado. Ambos veníamos en silencio, ya que si hablábamos perdíamos aliento y era más difícil. Baje la mirada viendo el césped.

-Carlos.

Eleve mi vista y Diego me seguía.

-¿Qué ocurre?

-Gracie está sentada en las gradas.

Las palabras que pronunció fueron como si todo lo que quería que no pasara en la vida se cumpliera. Gire mi vista y efectivamente Gracie estaba sentada en las gradas. Deje de correr y me apoye en las rodillas.

-¿Estas bien? -quiso saber mi amigo.

-Si. Solo necesito aire. -dije intentando tomar el aire suficiente, me senté en el césped.

-¿Ya aclararon todo? -preguntó Diego dándome una botella de agua.

-No, me dijo que necesita tiempo y... me está confundiendo. -dije después de tomar agua.

𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐓𝐔 || 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐕𝐞𝐥𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora