Faltaban dos botellas de adrenalina y unos ojos bien cafés para dejarte de querer.
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Cosas que nadie lee
PoezjaSucedió que el día que me cambie de casa, encontre una caja. En ella estaba guardado mi sueño de ser escritor. Miles de notas y micro historias; algunas escritas a mano y otras en mi fiel compañera Olivetti lettera 32.
Nota 13
Faltaban dos botellas de adrenalina y unos ojos bien cafés para dejarte de querer.