United by fate {STYDIA} -Terminada-

13

Narra Lydia

Durante el tiempo que estuve en el hospital, Stiles estuvo conmigo.

Hablábamos y reíamos, nuestra relación era más fuerte.

-¿Cuánto falta para que me vaya?-le pregunté.

-Mañana. Te vas mañana.

-¿De verdad? Creía que faltaba más.

Llamaron a la puerta y... ¿Quién era? Jackson.

-Hola, cariño-dijo el muy...

-¿Qué haces tú aquí, psicópata?-dijo Lydia.

-Toma estas flores, perdón por lo que hice... ¿Podemos hablar en privado?

-¿Estás diciendo que deje a mi novia con un loco que la secuestró y casi la mata? No-dije.

-Lo que me tengas que decir a mí, también se lo dices a él. Somos pareja.

-Pues... ehh... te quería decir que... perdón por lo que te hice y... que me gustaría volver a ser amigos...

-JAJAJAJAJAJAJAJAJA-Lydia se rió tan fuerte que casi causa un terremoto-No volveré a ser amiga de un loco.

-Muy bien-dijo secamente-Sed felices, mientras podáis...-dijo y cerró de un portazo.

...

Lydia ya se había reincorporado al instituto y la verdad, al ser tan lista, no le hacían falta las clases.

-A ver, cambias las x a un miembro y los que no son x al otro miembro-me explicaba.

-¿Cómo? ¿Cuáles son los miembros?

-Las x van en el primer miembro que es delante del igual y el segundo miembro, que es donde van las no x, es detrás del igual.

-Vale, ya entiendo.

No entendía nada.

Realicé la ecuación como pude.

-¡Bien! Te ha salido perfecta.

-¿De verdad?

-No-nos empezamos a reír.

-Voy a suspender el examen.

-Tranquilo, vas a sacar un sobresaliente como que me llamo Lydia. Seguro que cuando hayas conseguido tu meta, te sentirás feliz. Así que esfuerzate para el examen y te sentirás genial.

-Es que ya he conseguido mi meta.

-¿Ah si? ¿Y cuál es?

-Estar contigo.

Lydia me miró fijamente a mis ojos y yo a los suyos, sus preciosos ojos verdes.

Nos fuimos acercando poco a poco, hasta que yo corté la poca distancia que teníamos con un dulce beso.

Al acabar, volvimos a mirarnos, con las respiraciones agitadas.

-Cómo te quiero, Stilinski.

-Cómo te amo, Martin.

Los dos sonreimos y escuchamos mi puerta abrirse.

-Uy, perdón-era mi padre-Creía que estabas... solo.

-No pasa nada, ¿qué querías?

-Te quería decir que me quedaré en comisaría y no llegaré para cenar.

-Vale, ¿qué vas a hacer?

-Estamos con un caso bastante... difícil de solucionar.

-Suerte.

Mi padre me sonrió antes de cerrar la puerta e irse.

-Bueno...-empezó a decir Lydia-¿Seguimos?

-¿Para qué?

-Para estudiar.

Tonto. ¿En qué estaba pensando?