¿Cómo puedes arreglártelas para lucir siquiera presentable para la escuela con tan poco tiempo en la mañana? No importa si es el primer o último día: mientras mejor luzcas, más seguro de ti mismo te sentirás. Si estableces una rutina como la descrita a continuación, lucir bien puede ser muy sencillo.
No hagas todas tus compras de regreso a clases en una sola sesión. Las jornadas de compras muy extensas resultan frustrantes, especialmente si tratas de mantener un registrode haber comprado lo que quieres mientras buscas lo que necesitas. Compra los elementos gradualmente. Adquiere un par de conjuntos antes del comienzo de las clases y luego tómate tu tiempo para comprar nueva ropa poco a poco. Esto te dará tiempo para hacer compras sabias en lugar de impulsivas.
Báñate a diario y ponte ropa limpia. El aseo personal es clave, no importa cuán bien luces si no hueles agradable. Los malos olores alejarán a tus profesores y compañeros. Aféitate diariamente si tienes vello facial y recuerda mantener tus uñas cortas y arregladas.
Mantente al día con las tendencias de moda, adquiere ropa a precios moderados. Para los hombres es recomendable usar camisas y pantalones o jeans. Estos últimos son una pieza sumamente versátil, los puedes usar con casi todo, y son bastante populares entre los estudiantes de secundaria y preparatoria. Las mujeres pueden usar vestidos ligeros, buzos o camisetas sin mangas y pantalones. No olvides usar un saco de botones o algún abrigo ligero para cubrir los hombros si el reglamento de vestir de la escuela así lo requiere. Los jeans con una linda camiseta son algo que tampoco pasa de moda nunca.
Usa zapatos de punta cerrada. Muchos reglamentos en los colegios prohíben las sandalias y las chancletas. Los zapatos deportivos, mocasines o zapatos formales funcionan para los hombres, para las mujeres son recomendables los zapatos planos resistentes o los zapatos de salón. También puedes usar zapatos deportivos, los cuales lucen mejor con una sudadera o jeans y una camiseta.
Evita los vestidos muy elegantes, a no ser que el contexto académico lo amerite. Vestirse de manera muy formal puede impresionar a los demás, pero también te distrae a ti y a los otros de hacer lo que se supone que deben hacer: aprender.
