∂ σ c є.

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―Nos vemos en unos días. ―murmura Sheva despidiéndose de Rose en los portones negro del Heaven. Todos se están saliendo lentamente, ya que no hay prisa alguna, y muchos no quieren marcharse aún.

―Bien, cuídate ―responde Rose sonriendo―, lo logramos.

―Exacto, cuídate tú. ―dice Sheva riendo mientras cruza la calle moviendo la mano. Del otro lado un auto azul oscuro está esperándola― ¡Llámame cuando llegues a casa!

Rose pone ambas manos en las correas de su bolso asintiendo, luego se voltea en sí misma observando su escuela. Aún podía recordar el primer día, pero si lo hacía, provocaría un mar de lágrimas, así que sonríe, niega con la cabeza, y cruza la calle.

Mientras tanto, en los portones, Glacis y Mijail salen apresurados.

―¡¿Dónde está?! ―se queja ella observando en todas direcciones, pero hay demasiados alumnos, esparcidos y despidiéndose― ¡Eres un idiota!

―Mierda, ¿ahora qué? ―murmura él mientras que Glacis lo golpea en el hombro:

―Bien hecho, ahora tu princesa se te escapó de las manos.

Mijail orbita los ojos y propone:

―¿Y si usamos la piedra?

―Oye, debemos volver a Mitamae con eso, si la mal gastamos, nos quedamos aquí. Además, no nos creerá si le decimos que es la princesa perdida de un planeta lejano. ―advierte Glacis mientras coloca las manos en las caderas.

―Pero no lo entiendo, ¿por qué no la sentimos? Sólo cuando la toqué... ―se observa la mano fijamente pensativo― pude reconocerla... pero ella a mí no.

―Lo sé, yo también la toqué, y tampoco me reconoció, eso intentaba decirte ―dice Glacis algo culpable, ya que eso no fué lo que pasó―. ¿Qué vamos a hacer ahora?

Mijail se muerde el labio observando a su al rededor. Deben ser rápidos, si pierden más tiempo, será más difícil después.

―Glacis... ―ella lo observa con las cejas arriba― ¿Andrómeda no dijo que encontraríamos aliados aquí?

―Sí, eso dijo... ¿pero dónde? ―murmura ella negando con la cabeza. Mijail aprieta labios y dice:

―No sé, pero hay que intentar ―quita la piedra de su bolsillo y Glacis lo toma de la mano asintiendo―. Debemos encontrar a los aliados que Andrómeda mencionó, solo ellos nos ayudarán con Edill. Si nosotros nos aparecemos así, podemos asustarla. -acerca el puño a su corazón, mientras cierra los ojos, encontrar a los aliados es lo que desea con mayor fervor.

La piedra brilla con fuerza, cegando a muchos alumnos que se tapan la cara, varios autos se detienen y varias personas graban lo que sucede, pero al apagarse el resplandor, ya nada se encuentra allí.

[...]

>>¿Llegaste chica? ¿O debo encargar un taxi? Sabes que odio que camines a casa. . . hay tantos maniáticos sueltos por ahí.

Sonrío y niego con la cabeza mientras camino lentamente a través del sendero. Tal vez tenga razón, pero camino del instituto a casa y viceversa desde los primeros años en que ingresé al Heaven, además, tengo gas pimienta y dos bracitos que golpean fuerte cuando quiero, además de uñas y dientes.

  Estoy preparada para cualquier idiota.

  Levanto mi vista del móvil y me percato de que aún no he llegado a la mitad, es un ―lo que podría llamarse― bosque, un camino ancho de tierra, y árboles grandes en los costados, no es muy transitado por el pésimo estado del camino, pero en otoño es muy bonito, ya que las hojas caen y se esparcen en todas partes. Una vez que llegue al final del sendero, estaré en el barrio y allí estaré más cómoda con la civilización.

<< No, aún no he llegado, estoy considerando el taxi... pero la luna está tan bella, quiero caminar.

  Presiono enviar y apago la pantalla mientras la guardo en mi bolsillo del pecho, lo único que me falta es que me roben el móvil. Mis pasos son lentos y las hojas crujen bajo mis zapatos, es una despejada y fresca noche, por más sola e indefensa que luzca, me gusta mucho caminar, además mamá tiene demasiada confianza en que llegaré sana y salva a casa todas las noches.

  Como sea, por más insistencia que hubo por parte de mis tíos, intentado que me inscribieran en el horario de la mañana, no lo lograron, porque el director Cross siempre ponía evasivas, ya que hay una sobre-población en la mañana.

  En fin, así es como quedé.

  Segundos de caminar tranquila, siento que algo me observa, pero lo ignoro, ya que sólo puedo pensar en el chico de la obra; Mijail, me gusta ése nombre, bueno me gusta él mismo, pero hay algo más en él que me atrae, no sé... pero fué extraño cuando me atrapó, sentí que me había encontrado a alguien, o algo así.

  Es ése sentimiento que una siente cuando se reencuentra con alguien del pasado, bueno, es algo así, ahora tengo un remolino de sentimientos.

  Fué la primera y última vez que lo ví, y ahora tengo una necesidad enorme de tocarlo, porque cuando me tocó la mano, sentí una corriente eléctrica fuerte y que estremeció todo mi ser. Eso hasta que me dejó caer y rompió esa conexión.

  Hashtag matapasiones.

  Río y niego con la cabeza, ¿qué estoy haciendo? ¿Pensando en otro chico mientras se supone que estoy enamorada de Anthony? Es como si quisiera provocar una novela mexicana y...

  Un crujido interrumpe mis pensamientos, entonces siento que algo me obliga a voltearme con una leve sonrisa. Al hacerlo, mi corazón se detiene en seco...

Prefiero asaltantes. Por mucho.

Descendencia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora