CAPITULO 3

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           - ¿Qué quieres David?- mierda, él otra vez, creí que con la contestación del otro                                                                            

  día no se volvería a acercar.

             - Tranquila, sólo quería hablar contigo sobre lo del otro día y disculparme,  

                realmente no quería incomodarte- dijo con una mirada un tanto... ¿tímida?

¡Oh Dios mío! Es tan mono, con esa mirada y esa pequeña sonrisa que se asoma por esos labios, oh Dios... que labios. ¡Espera! ¿Esa soy yo? Nononono, ¡para!, esto no puede volver a pasar y menos tan rápido.

              - ¿Disculparte?, la que se tendría que disculpar soy yo, no me comporté como    

                  debería, pero también te digo que tengo mis razones.

              - No pasa nada — me sonrió — pero, ¿qué razones?

              - Nada importante, no te preocupes — no estaba lista para contarle todo lo     sucedido, realmente no podía soportar las caras de lástima hacia mi, cuando se enteraban.

              - Bueno, está bien, si no quieres contármelas no pasa nada- dijo divertido.

              - Gracias...- Oh Dios, es tan mono. Bueno, ¡basta!, piensa en otra cosa...

              - ¿Naiara?... ¡¿Naiara!?- en ese momento desperté de otro de mis "trances". Y ahí estaba el, con su perfecta cara, intentando aguantar la risa.- Vaya, Alberto me había comentado que a veces te pasaba, como cuando nos conocimos, pero no pensé que fuese tan seguido- dijo, para acabar su frase con una profunda risotada.

Espera un minuto, ¿ha dicho "como la vez que nos conocimos"? ¿Se acuerda?, vale que no ha pasado mucho tiempo, pero digamos que los chicos no se suelen acordar de las pequeñas cosas como esa.

               -Espera un momento, ¿te acuerdas de eso?- ¡mierda!, no tenía que habérselo

                 preguntado, tengo que aprender a controlar mi subconsciente.

               - Eh... si...- parecía un poco nervioso- bueno... la verdad es que yo quería

                  hacerte una pregunta...- ahora parecía muy nervioso, se estaba rascando la

                  nuca y ahora que me fijo se estaba sonrojando levemente.¡Oh no! No, no, no

                  esto ya lo he visto varias veces, por favor que no sea lo que creo que es.-

                 yo... me preguntaba... si querrías salir conmigo.

Justo lo que no tenía que pasar. Normalmente cuando me hacen esta pregunta me rio y le rechazo de mala manera para que no vuelvan. Pero esta vez es diferente, me gustaría aceptar, pero tengo miedo de que me vuelvan a engañar.

                 - Yo... lo siento mucho David, si me gustas... pero yo en este momento

                    prefiero no salir con nadie.- juro que este es uno de los momentos más

                    incómodos de mi vida. Me ha costado bastante decirle esto, pero él se ha

                    portado tan bien conmigo, que por lo menos merecía que fuese sincera.

                  - Bueno, no pasa nada, ¿es por lo que él te hizo?

                  - Sí, esa es una de las razones — no me gusta nada hablar de este tema, pero

                     tendré que hacer una excepción.

                  - Lo entiendo, pero quiero que sepas que yo no soy como él, yo no voy a

                    hacerte daño. Por eso no voy a insistirte más, pero ten en cuenta que mi

                    propuesta sigue en pie y que no pienso retirarla.

                  - Muchas gracias David, por entenderme- la verdad es que este chico es

                    increíble

                  - De nada. A parte, que yo te guste es un punto a favor para el futuro ¿no?-

                    dijo esbozando una sonrisa.

- Sin duda alguna sí- respondí.

- Bueno, ya que estamos voy a hacerte un par de preguntas más, ¿te parece?- 

   vale, ahora si que me había perdido, ¿más preguntas?- vale, si no quieres        no pasa nada, pero al menos no me mires con esa cara-  ahora me estoy dando cuenta, seguro que mi cara de estos momentos es como las que ponen los actores cuando quieren exagerar algún sentimiento; y estoy segura de que la mía dice algo como: que me estas contando, pero exagerado.

  - Nono, perdón es que estaba pensando solo...-creo que me he sonrojado.

  - Entonces, ¿sí que puedo preguntarte?

  - Claro, no es nada raro ¿no?- vale, esa soy yo y mi ridícula imaginación.

  - Vale, haber... te quería preguntar de nuevo si querrías ir a la fiesta que doy el viernes en mi casa.

  - Emm, bueno... es que yo no soy mucho de fiesta, y aparte no me gusta

    beber y esas cosas...- yo no soy muy fiestera, suelo aplicar el dicho de "Una vez al año no hace daño" , bueno, no literal, pero casi. Aparte odio el alcohol y el tabaco y esas cosas.

  - Deja de ponerme excusas- dijo divertido- nadie te obliga a beber o a fumar, solo me hace ilusión que vayas- estaba poniendo un puchero irresistible.

                    - Ahh! — resoplé- vale, iré, pero quita ya esa cara- su puchero era demasiado

                      tierno. ¡Espera! ¿Yo he dicho tierno? Hacía bastante que no utilizaba ese

                      tipo de palabras, pero este chico me hacía volverme en cierto modo cursi.

Después de aceptar su invitación, en su cara se extendía una perfecta sonrisa, que hacía resaltar aún más su mirada esmeralda.

                    - ¿Si?, gracias, me alegra mucho que quieras venir, yo me encargaré de que

                       te lo pases bien- él seguía con su gran sonrisa en su rostro. En cambio el

                       mío estaba con el ceño fruncido. No es por nada pero esa última frase

                       ha sonado muy raro. — Haber, divertirte... en plan bien, pero no pienses

                       nada malo.- su sonrisa ahora había sido sustituida por un leve color en sus

                       mejillas.

                     - No te preocupes, no estaba pensando nada raro- ahora la que estaba

                       sonrojada era yo. No puedo creer que me haya pillado.- Emm... bueno,

                       ¿cuál era la otra pregunta que me ibas a hacer?

                     - ¡A si! Te quería preguntar si al menos te gustaría ser mi amiga- vaya, esta

                        es nueva para mi y la verdad, no se que hacer.

                     - Bueno, yo...

LA CHICA QUE NO SE QUERÍA ENAMORARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora