Capítulo 1.

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Mi nombre es Takaba Akihito, tengo 24 años y ahora me encuentro en la cama con Asami. Sí, en su apartamento.

Hace un año que vivo con él, y no me quejo la verdad.

Miro el reloj que hay en la mesa de noche y veo que son las 8:39AM.

-¡pero que mierd...! ¡Se me hizo tarde!, ¡el trabajo!- Me levanté lo más rápido que pude, pero mis piernas fallaron y caí al suelo. Mientras maldecía a Asami estaba tratando de levantarme, hasta que sentí que alguien me tomó de mi cintura, volteo a mirar y allí estaba él, viéndome con una sonrisa de burla es su rostro.

-Akihito, ¿qué haces tirado en el suelo?- dijo riéndose para luego ponerme en la cama.

-Nada, solo me pareció que el suelo estaba cómodo y decidí dormir ahí, no es la gran cosa-

Asami me miró a los ojos y me dio un beso al cual respondí. Me di cuenta que él bajó su mano a mi entre pierna, acariciándome.

-Asa...mi- No pude evitar gemir, me sonroje al escuchar el tipo de voz que salía de mi boca.

-Pa-para- le dije, pero no me obedeció y siguió con lo suyo.

Después de que hizo que me viniera me acostó en la cama y se posicionó entre mis piernas, mostrándome tres de sus dedos, ya sabía que quería que hiciera, así que los lamí para que quedaran lubricados, sentí que los retiraba de mi boca, para luego poner uno en mi entrada, jugando.

- A-Asami, rápido ponlo dentro- dije pero sólo sonrió de lado y me miró con lujuria.

-Espera un poco más- Metió un segundo en mi interior y después el tercero simulando embestidas. Ya no podía más, lo quería dentro.

-¡Rápido!- grité, luego sentí como Asami entró de una sola embestida.

Grité de dolor pero también me causó placer, este hombre era el mejor.

Creo que ya no podré ir a trabajar hoy.

Sentía sus embestidas cada vez más fuertes y salvajes, pero a la vez era el paraíso.

- se sien-te bien- se acercó a mi rostro para darme un apasionado beso. Empecé a sentir ese familiar cosquilleo en mi vientre, ya estaba por terminar, y supongo que Asami también, porque sus embestidas aumentaron rápido, empujando más hacia adentro. Sentía que tocaba perfectamente mi punto.

Después de unas cuantas embestidas más, me vine en medio de nuestros abdómenes y poco después Asami lo hizo dejando su esencia en mi interior.

-Asami, tu nunca te cansas, ¿verdad?-

-Nunca- dijo él para luego poner mi cabeza en su pecho.

-¿Hoy no tienes que trabajar?- Usualmente Asami se iba mucho más temprano.

-Sí, dentro de poco- cuando dijo eso, se levantó de la cama y entró al baño. Después de un rato sentí la ducha, así que trate de levantarme, pero no sentí mis piernas de nuevo y volví a caer en la cama.

-Un día de estos me va a dejar en silla de ruedas- traté de levantarme una vez más y me pude apoyar un poco en el suelo, me puse unos boxers limpios y una camiseta de Asami, luego bajé por las escaleras agarrándome de todo lo que podía hasta que llegue a la cocina y prepare el desayuno. Sentí unos pasos detrás de mí y cuando voltee Asami ya estaba sentado en la mesa, me aproxime un poco pero el olor del cigarrillo que estaba fumando Asami hizo que una incontrolable arcada me atacara, creí que lo resistiría ya que ya estoy acostumbrado a que Asami fume delante de mí pero no, no lo resistí y salí corriendo de allí tapando mi boca para evitar accidentes, entré y vacié lo que había comido la noche anterior, estuve ahí varios minutos hasta que sentí unas manos que tocaban mi espalda.

Eres Mío [Viewfinder]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora