Capitulo 1.7 (PCR)

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Solté el pedazo de vidrio y me aleje de él de un salto estando en aquel estado tan alterado, incluso yo era un peligro para los demás o para mi misma, fui consciente del dolor de mi mano y los mas probable que necesitaría a un doctor, pero como si este momento no hubiese sido solo en mi mente entro Latonia junto con Margaret para ver la situación.

- No es lo que piensan Señoras, Yo .... - No sabia como responder.

- Lo sabemos su Excelencia - Como si esto no superara en emociones al honorable Duque Nikholas Brooks la contestación de mis sirvientas lo dejo perplejo, sus ojos eran de un azul oscuro lleno de preguntas que sabia que tarde o temprano exigirían respuestas, con un tono Ducal que hasta ahora no lo había escuchado solicito a mis sirvientas agua caliente, paños y una pinzas pequeñas para sacar todo posible pedazos de vidrio que estuviese incrustado en mis mano, así como otros ingredientes y pomadas para limpiar la herida mientras Latonia fue en busca del doctor.

Tan eficiente como lo ha sido siempre Margaret trajo todo los elementos solicitados por el Duque, y nos informo que el doctor llegaría en una hora aproximadamente. Solo observar la escena en silencio no dije nada y solo por esta vez deje que él hiciese las cosas a su manera aunque no fuese su casa, después de todo no siempre se podía disfrutar de este tipo de atenciones aunque fuesen curaciones que comenzaban a doler un poco mas.

- Me responderá la pregunta - Dijo en un tono que me saco de otros pensamientos mientras observaba su pelo un precioso caoba oscura y de sus hábiles manos limpiando y observando la mía. - Espero por su parte Signora o debo llamarle Señorita Caytlin que por lo que dijo y por su actitud  no va negar quien es. - Su mirada era seria, y profunda como si quisiese taladrar mi ser y sacarme toda las respuestas una por una.

Suspire y lo observe solo por un momento sosteniendo su mirada - Su Excelencia, no voy a negar quien fui, pero me gustaría que me pudiese mencionar que es lo que dije, y que por favor si me va a llamar por un nombre que sea Signora como le ha dado por llamarme o Scarlett que es mi identidad actual, ya que al parecer usted me necesita tanto con mi fachada como cortesana como por la información que al parecer busca.

Me observo nuevamente, dejo los trapos con sangre y la jarra con agua a un lado y procedió a colocar un bálsamo refrescante en mis manos, sonreí ante su gesto amable.

Concentrado en seguir con su trabajo como mi sanador, hablo - le llamo Signora por que pensé que la gran cortesana del Londres de la regencia aquella que volvía a los hombres locos y a los nobles pobres pensé que era Italiana ya que no luce una piel tan blanca como las damas de alcurnia deben presumir hoy en día. - No pude evitar mirarle con reproche, ya que ese rumor lo había escuchado pero era muy exagerado y en cierta forma una ofensa aunque no me molesto aquello de confundirme con una Italiana.

- Mmm , italiana eso me gusta realmente me han dicho que parezco una francesa pero las italianas son mas apasionadas, me alegra oír eso- Sonreí, me molestaba un poco que me sacase sonrisas en especial él. - Pero me esta ahora esquivando mi pregunta, que es lo que dije - Lo observe seriamente.

En un juego de mirada, salí nuevamente victoriosa - Grrr...  - Escuche un gruñido de alguien que no admitía derrotas y dejo de acariciar mis manos y cerro el pote de la pomada observando su obra y alejándose de mi, la sonrisa que dibujaba su rostro desapareció y se cambio por una expresión que no pude descifrar ya que su rostro no estaba del todo a la vista, mientras caminaba por el salón dando la apariencia de un tigre enjaulado.

- Que quiere que le diga llevo mas de 10 años buscando un nombre, y un culpable por que solo un tonto no sabría que una niña de 16 años e ingenua como lo era usted podría matar a mi gemelo,  por que lo haría no tenia nada que ganar con ello mas le convenía ganárselo vivo y con un matrimonio que muerto y ..... - Se callo y en un frustración que derritió su mascara de poker - Usted dijo el nombre de Lord Marshall, y dijo que lo mataría con sus propias manos - Me observo y podía ver un baile de emociones en esos ojos de medianoche.

Aunque ver al Duque así, apretaba un poco mi corazón sentí otro tipo de sensación mas agridulce que era la sospecha que esperaba no confirmar.

- Dígame ahora que tiene el nombre que buscaba, dígame su Excelencia hace cuanto lo sabe ha cuento sabe que no soy la culpable. - Le observe con todo mi rabia por que el silencio que se instalo en ese entonces y la mirada que evitaba cruzar conmigo contesto por si solo.

- Maldito sea su Excelencia es del mismo grupo que todo los aristócratas en ese maldito juicio, y el maldito bastardo de Lord Marshall, me arrebataron todo y en su silencio hizo lo mismo. Aunque no tuviese pruebas su palabra hubiese bastado para darme una oportunidad pero ni en eso pensó, en ese entonces. - Se acerco a mi colocando sus manos en mis hombros para mantenerme quieta y pude observar su mirada de dolor.

- No sabia como actuar, es eso lo que quiere escuchar apenas era un chico de 20 años que se acaba de enterar que habían asesinado de forma horrible a su hermano, mi gemelo y mejor amigo, y que lo único que me quedaba de él eran sus recuerdos, un funeral que atender y un Ducado que nunca desee. - Me apretó contra la pared para inmovilizarme por completo, y aun pudiendo tener posibilidades de liberarme no lo hice, sus palabras retumbaban en mi cabeza.

- Así que no me diga que es injusto me entere a los pocos meses que la muerte de mi hermano no era su culpa, Scarlett - Dijo mi nombre como si pidiera perdón con solo decirlo - Usted ya estaba presa y no podía arriesgarme a que el asesino que desconocía en ese entonces lo supiese y viniera tras de mi y el ducado que tuve que volver a reconstruir por esta tragedia, soy Abogado y se que aunque mi palabra hubiese ayudado con la cantidad de testigos y pruebas que dio aunque hubiese conseguido su libertad estaría igual despojada de lo demás. - Su mirada se mantuvo en mi y luego en mi labios estando a tan poco centímetros podía sentir su cálida respiración así como su agitado pulso.

Pero no podía apartar de mis pensamientos esas palabras, antes de intentar decir algo él continuo hablando mas cerca mio casi como un susurro pero lo suficiente para oírle claramente. 

- Aceptara el trato conmigo le daré todo lo que desee, excepto por supuesto ser mi esposa que es algo que no puedo hacer - Me miro seriamente como si yo pudiese pensar esa estupidez.

- No quiero nada que me ligue a usted y un matrimonio no esta en mis planes, usted en un Duque y yo una cortesana, una asesina y la desgracia de un Marques. - Me observo con asombro y se dio cuenta que me había ofendido aquello hizo que todo aquella conexión sexual que estaba en el aire desapareciera de inmediato aflojo su presión en contra mio y camine en otra dirección para distanciarme - No busco nada tengo dinero y no me quejo de mi vida actual de quien soy y lo que me he convertido no deseo que nadie sepa quien soy, pero si le voy a ayudar.

- Gracias, Sign - Le quede mirando y pareció comprender de inmediato lo que deseaba. - Eso es algo que si puedo darle Signora Scarlett.

Estire mi mano y se asombro un poco - No es así los hombres hacen tratos - Sonreí complacida por todo lo que se vendría. - Esto es un pacto su Excelencia, algo que ambos debemos cumplir y como tal espero que me de su mano, como su palabra. - Se acerco a mi y me estrecho su mano con la mía firmemente como un par. - Hasta que las muerte nos separe - Dije en broma y me quede contemplada observando la risa ronca que escapaba del Duque Nikholas.

Y unos pensamientos que se asomaban en mi cabeza decía que tan malo seria convertir la fachada en algo real aunque sea solo una vez y sonreí. 

Dama de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora