Capítulo 1

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Ya era tarde, me había olvidado por completo de la hora cosa que me ocurría muy a menudo. Hanna hacía sonar el claxon de su coche como si se encontrara atrapada en un embotellamiento desde hace horas...

-¿Dame un segundo si? -grito desde la ventana-

-No entiendo porque no comenzaste a prepararte una hora antes, a la verdad que eres peor que una mujer...

Tomo mi abrigo de la silla y corro hasta la sala principal, allí se encontraba mi madre viendo su telenovela, me acerco por detrás y le doy un beso en la mejilla a modo de saludo. Tomo las llaves del recibidor, abro la puerta y puedo ver a mi mejor amiga, la cierro y me dirijo a su auto...

-Tienes suerte de ser mi hermano, si no ya te hubiese dejado a pie -bufa molesta-

-Vamos nena, no te pongas así... prometo recompensarte luego, ¿de chocolate o fresa? -pregunto de manera divertida-

-De fresa, pero no sé si eso será suficiente para perdonarte... -me mira de reojo, con un índice de sonrisa en sus labios -

-Quizás no para que me perdones, pero si para hacerte sonreír - puso una cara seria otra vez, pero no le duro mucho y termino sonriendo nuevamente-

Esta vez miró al frente y comenzó a conducir, el coche era nuevo se podía percibir en el una mezcla de vainilla y rosas, era un olor fuerte pero agradable, todo en su interior era de cuero negro, parecía bastante lujoso. Veía las luces de neón pasar una tras otra, sería la primera vez que asisto a una fiesta en la ciudad, Hanna por otro lado ya estaba acostumbrada. 

Luego de unos minutos de silencio mi teléfono comienza a sonar, al ver la pantalla una enorme confusión me invadió. Era el mensaje de un viejo amigo que hacía años no veía, el quería hablar conmigo... no sabía de qué podía tratarse, pero le respondí que luego lo hablaríamos porque me encontraba camino a una fiesta y que volvería tarde. Del otro lado, solo llego un Bueno.

El lugar era enorme, estábamos en la azotea del hotel Mira al Cielo, y la verdad es que el nombre le quedaba, era uno de los más altos de esta zona. Había una barra al estilo hawaiano, adornada con guirnaldas y luces de color blanco, en el centro una piscina adornada con cañones leds de distintos colores e intensidades, en frente un DJ, que resulta ser que se estaba volviendo conocido, se podría decir que habían contratado a un "famoso", a mi izquierda una pista, donde el piso estaba compuesto de varios colores, tenía cierto aire a los 70', a mi derecha... si se subían unas escaleras de madera llegabas a una zona con sillones y mesas por si quería descansar o... 

-¿Y? -Me miraba con ojos expectantes- ¿qué opinas?.

-Es genial, vallamos a pedir unos tragos y de ahí a bailar, ¿te parece? -pose mi brazo sobre su cuello, y ella rodeo mi cintura-.

-Claro.

Las horas pasaban y la música mejoraba o yo estaba más ebrio, no lo sé, pero lo estaba disfrutando como nunca. La verdad que no creí que el venir aquí para festejar mis 23 fuese una buena idea, pero Hanna volvía a tener razón. La noche era única, el cielo estaba repleto de estrellas y la luna se encontraba en el mejor lugar para alumbrarnos, no sabía cuántas horas habían pasado desde que llegamos. Siento los brazos de alguien venir por detrás... no los quito, pues no me incomodan.

No podía ver con claridad pero sabía que mi compañía misteriosa me jalaba a través de la multitud hasta el ascensor, antes de abordar me susurro al oído que cerrara mis ojos. Hasta ahora quien yo creía era una mujer, resulto ser la voz de un hombre, así mismo le hice caso.

Ya era tarde [Gay/Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora