Cuando me pidió que abriese los ojos me encontraba en una habitación, parecía ser una bastante costosa, estaba a oscuras... apenas podía percibir su silueta, el me tomo por las muñecas y me pego a la pared para comenzar a besarme. Yo siempre me considere heterosexual, pero sabía que tarde o temprano pasaría esto, porque a la vez me consideraba una persona de gustos flexibles. Comenzó a desprender los botones de mi camisa de forma lenta, tortuosamente lenta, quería que se apresurara e intente tomarla para desprenderla, pero no me lo permitió, al terminar esta comenzó a deslizarse por mis hombros. Estiro mis brazos para quitarle la camiseta, esto se me complica no sabía que era por mucho más alto que yo. A decir verdad soy delgado, bajito y sin casi nada de músculos, pero por lo que alcanzaba a percibir con mis manos, mi compañero era más alto y fornido, todo lo contrario a mí. Poco a poco caminábamos con la respiración agitada entre besos, hasta que caímos en una cama amplia, pero pase de quedar sobre... a estar bajo el.
-Lo siento, pero así lo prefiero yo... -susurro a mi oído causando una importante reacción a mi entre pierna-
-Has lo que quieras, me parece mejor así -la voz ya casi que ni me salía-
-Quiero que lo disfrutes... como yo -dijo masajeando mi miembro de arriba abajo-
Esto era el cielo mismo, tenía curiosidad por saber quién era mi misterioso compañero pero eso ahora era lo de menos, se lo preguntaría luego. Mi mente y cuerpo los iba poseyendo poco a poco, quería que lo tomara todo y me llevara más allá de los límites, nunca me había sentido tan bien dejando el control de la situación en manos de otra persona.
Comencé a sentir pequeños mordiscos que me recorrían el cuello, a la verdad que sus manos eran la mejor herramienta de tortura, mientras una la utilizaba para masajear mis pezones, la otra estaba trabajando junto a su boca. Su lengua me recorría de izquierda a derecha, mordiéndome en la parte interna de mi muslo izquierdo, luego besando mi miembro ya erecto y continuar mordiendo mi muslo derecho, era un recorrido intenso.
-Quiero que sientas todo lo que tengo para darte -su voz resonaba en mi cabeza-
-Pero déjame darte algo a cambio -jalo de su cabello- tú estás haciendo todo, déjame complacerte
-Ya haces bastante -sus palabras me confunden- con que estés aquí ya estas complaciendo a mis fantasías, ya no puedo más... date la vuelta
Le hago caso y me toma por las caderas, siento como introduce uno de sus dedos, lo mueve con cierto ritmo al cual acompaño con un movimiento suave, pero me pega una nalgada y me detengo.
-Así estas mejor...
Luego introduce otro, quería que me pegara de nuevo a la verdad que me gusto, no es que me valla todo eso del sado, o cosas así, pero de vez en cuando un toque rudo no viene mal. Cuando metió el tercer dedo creí que iba a venirme, pero no fue así pues los quito a todos y bufe, este me arremetió otro golpe un poco más fuerte.
-No te quejes
Al decir esto me penetro de manera lenta, podía sentir el ardor, era increíblemente doloroso ya que jamás me había encontrado en esta situación. Tome las sabanas con fuerza, podía sentir como el dolor cesaba y se volvía placer, necesitaba que fuese más rápido y pareció percibirlo, puesto que sus movimientos se intensificaban, hasta que sentí como una descarga recorría mi cuerpo entero y un líquido se internaba en mí, fue ahí que llegue al clímax, junto a el, luego de unos segundos me sentí vacío, pues ya no había nada que me llenara. Estaba cansado, necesitaba dormir me acurruque junto a su pecho, para luego no saber mas nada...
ESTÁS LEYENDO
Ya era tarde [Gay/Yaoi]
RomanceMax Webster gozaba de una vida normal, hasta que su amiga Hanna lo convence de ir a una fiesta para celebrar sus 23 años. Desconocido, o amigo... que decidirá Max? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ No se guíen por la reseña, no se escribirlas...