Capítulo narrado.
POV Alicia.
Llegue a la casa de Madisson, su casa era enorme, casi podría llamarla una mansión, tenía piscina y un gran jardín con flores preciosas, aunque era muy grande para solo vivir 2 personas.
Cuando estaba a punto de tocar el timbre, la puerta se abrió lentamente revelando la figura de la señora de limpieza, Patricia.
-¿Esta Mad?-Pregunte nerviosa.
-No señorita Alicia, fue a comprar unas cosas al súper, pero me dijo que la podía esperar en su habitación-Dijo, y yo trague saliva, supongo que llegue temprano.
-Bueno señorita, pase, yo ya iba de salida- dijo con una linda sonrisa.
Mire el reloj en mi muñeca y descubrí que en verdad había llegado muy temprano, con todo el lío en mi cabeza no me di cuenta.
Camine lentamente hacia el cuarto de Mad, yo tenia cierta confianza en esta familia. Suspiré fuertemente y mi nariz captó el aroma de mi amiga. Coco y vainilla. Su cama estaba bien hecha y sus cosas ordenadas, ella siempre era así.
-Veo que ya has llegado-murmuró una voz profunda a mis espaldas.
Me giré lentamente y lo vi ahí, parada en el portal de la puerta blanca de la habitación de Mad. Estaba bien en vestido con un traje de color azul obscuro, hecho a su medida y unos zapatos negros, él era elegante y atractivo para su edad. Aunque con una mirada sombría.
-¿Qué haces aquí?- Dije alejándome unos pasos. No había nadie y era eso lo que más me aterraba.
-Madisson tardará y ya sabes cómo es ella comprando, ¿Cómo has estado, Alicia?-Camino unos pasos hacia mi, mi nombre en su boca sonaba sucio, casi asqueroso.
Yo me aleje aún más pero mi espalda choco con la puerta del baño.
-Deja tu maldita formalidad, no seas tan hipócrita, imbecil- Trate de soñar valiente pero mi voz tembló cuando me miró a los ojos.
-Cálmate cariño, solo quiero pasar un buen rato contigo, como la otra vez- Río y me agarro fuertemente la muñeca para sacarme de la habitación y llevarme a otra.
-¡No, déjame en paz!- Grite tratando de soltarme. -¡AYUDA!-grite con todas mis fuerzas. Era inútil, él tenía más fuerza que yo y nadie vendría a salvarme de mi jefe. El papá de Madisson.
-Sabes que nadie vendrá a salvarte ¿no?-dijo y me tapo la boca para que dejara de gritar.
Me tiro bruscamente en la cama una vez dentro de la habitación.
-Ya no quiero tu maldito dinero, quiero deshacer el trato- murmuré incorporándome en la cama tratando de alejarme de él.
-Te destruiré, tú madre y tú preciosa hermana sufrirán, ¿lo sabes verdad?- río burlándose de mí y era cierto, el tipo era una persona poderosa. Se acercó a mí y sentí su maldito aroma a cigarro, y los recuerdos de aquel día me llegaron a la cabeza.
-Así que cállate la jodida boca de una buena vez y solo disfruta cariño- susurro en mi oreja.
Me deje, ya no tenía fuerzas, sólo miraba el techo mientras oía como bajaba el cierre de su pantalón, sentí sus manos frías en todo mi cuerpo, sentí un escalofrío cuando empezó a quitarme la blusa mientras besaba mi cuello.
Yo solo lloraba y susurraba que me dejara. Me abrió las piernas ya cuando estaba totalmente desnuda y me embistió de una. Me dolió, tratando de pararlo, le empezaba a pegar en el pecho con mis débiles manos. Las sujeto con firmeza y las puso a los costados de mi cabeza.
Me besó y yo solo cerraba la boca, me daba asco. Me dio una fuerte cachetada para que le respondiera. Ya no pude más y deje que me violara. Deje que el padre de Madisson me violara.
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Te odio mejor amiga.
Novela JuvenilMadisson, te destruire, por todo el daño que me causaste, me vengare "mejor amiga"