Una invitación

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-Adivina, adivina quién soy.- me susurró una voz masculina al oído.

-No tengo idea de quien eres- respondo intentando quitarle las manos de mi rostro pero inútilmente.

-Vamos, esfuérzate un poco más- me insistió la voz mientras me movía de un lado a otro.- Yo se que si sabes quien soy- volvió a susurrar.

Mi mente comenzó a trabajar más rápido buscando de quien podía pertenecer esa voz, pero para ser sincera no conozco a muchas personas. Intentando adivinar quien me cubría los ojos recordé la cara que Levi hizo antes de que esta persona me hablara y de repente todo tuvo sentido.

-¿Frank?- dije dudosa esperando que me quitara las manos de la cara, ya me empezaba a incomodar el no poder ver. Escuché que Levi gruño por lo bajo lo que me sirvió para confirmar que estaba en lo correcto.

-¡Ding ding ding! ¡Tenemos una ganadora!- exclamó la voz quitando sus manos de mis ojos y sentándose a mi lado en la mesa, lo que causo que Levi maldijera entre dientes y apretara la mandíbula fuertemente.

Levi siempre reaccionaba así con Frank, desde que lo conocí hace un año no deja de insistir me para que deje de hablarle o busque a otra persona. Lena y yo lo molestamos diciéndole que solo esta celoso de nosotras y que actúa así porque no quiere que lo reemplacemos por otro chico, cosa que solo lo enoja más.

-¡Que sorpresa verte por aquí Frank!- dice Lena para evitar un silencio incómodo y porque es cortés, no como Levi.

-Si bueno, hoy me libre de las clases y recordé que Steph mencionó algunas veces que se juntan en esta cafetería así que decidí pasarme por aquí- le responde Frank colocando su mano sobre la mía, ese simple gesto hace que mi corazón se acelere un poco.- Por cierto se que tienes que ir a clases en un rato pero me gustaría invitarte a un café más tarde- comenta en tono despreocupado mientras se voltea un poco para quedar de frente a mi.

Sentía la mirada furiosa que Levi me estaba lanzando y podía divisar que estaba negando con la cabeza discretamente para que Frank no se diera cuenta de lo que opinaba sobre esto pero decidí no darle el gusto y aceptar la invitación.

-Claro que me gustaría ir a tomar un café contigo- respondo viéndole a los ojos y sonriendo amplia mente-¿Pasas por mi a mi edificio o te espero en algún lado?- pregunto mientras abro el empaque de las galletas.

-Te estaré esperando en la puerta de tu edificio, ¿Tus clases terminan a las cuatro verdad?- cuestiona, a lo que yo asiento con la cabeza.-Entonces nos vemos luego- dice poniéndose de mi y comenzando a caminar a la salida.

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-Eso es todo por hoy, no se olviden de estudiar las características de esta técnica para la evaluación de la próxima semana- nos dice la profesora mientras vamos saliendo.

Mientras camino a la salida pienso en como resultará la cita que tengo con Frank, a el lo conocí el año pasado durante un proyecto en la clase de deportes que consistía en formar parejas para el rally anual. Al principio no me parecía nada atractivo, bueno no es tan atractivo como se esperaría que fuera un chico es alto,cualquier persona es más alta que yo, un poco flacucho con ojos café pero no es su aspecto lo que me resulta atractivo, es su personalidad: alegre, seguro de si mismo aunque un poco autoritario. Escuché unos pasos acercándose a mi por la derecha y cuando volteo me encuentro con un Frank sonriente, cuando se para frente a mi alarga la mano para tomar mi mochila.

-Deja que yo la lleve, debe estar pesada con todas las cosas que utilizas- me dice mientras comenzamos a caminar a la salida del edificio.- ¿Qué tal te fue en esta ultima clase?- me pregunta para romper el silencio incomodo que se estaba formando entra nosotros. Al salir del edificio el aire frió hizo que un escalofrió me recorriera por todo el cuerpo.

-Oh... Emm... Todo bien, la próxima semana debemos presentar un examen sobre las características de una nueva técnica, así que pasaré muchas horas encerrada en mi habitación- le respondo dedicándole una sonrisa.

El café no esta tan lejos de el campus, es un local pequeño con varias mesas afuera y otras más adentro también hay sillones para algunos estudiantes que van a leer o a relajarse. Cuando entramos Frank me toma por el antebrazo sujetándome firmemente pero sin apretarme mucho y me dirigió a uno de los sillones que esta cerca de la chimenea. Coloca mi mochila y su maletín en el suelo y espera a que tome asiento antes de sentarse el.

-¿Qué quieres tomar? Se que te invité a tomar un café pero no debes sentirte presionada pedir uno si no es lo que te apetece- se apresura a decir mientras se levanta y saca su cartera de la bolsa trasera de sus jeans.-Yo pediré un capuchino, entonces...- deja la oración al aire para que yo responda con lo que quiero mientras me observa con esos ojos café claro.

-Que tal un chocolate caliente con malvaviscos pequeños-le pido esbozando una leve sonrisa y quitándome el sudadero porque estar cerca de la chimenea me proporcionaba el calor suficiente como para el sudadero sobrara. Dirigí mi mirada al congelador en donde se encontraban los pasteles y tartas, la tarta de calabaza se miraba muy apetecible pero no le quise decir nada a Frank porque para mi ya era mucho que me invitara a un café o chocolate en este caso.

Frank dirigió al mostrador para ordenar murmurando algo en voz baja que no alcancé a escuchar, desvié mi vista de la espalda de Frank y me fije en el café, a esta hora del día no se encontraba tan abarrotado solo habían unas cuantas personas en las mesas de afuera. Me concentré tanto en ver como al otro lado de la calle un grupo de chicos intentaba enseñarle a otro un poco más pequeño a montar la patineta que no me percaté cuando Frank regresó al sillón.

-Me di cuenta que devoraste con la mirada la tarta de calabaza, así que me tomé la libertad de pedirte un trozo- me dije colocando su brazo izquierdo alrededor de mis hombros y atrayéndome un poco más a él. Su cercanía me pone nerviosa, me gustaría decir que me siento segura cuando estoy cerca de Frank pero eso no es lo que siento, cuando estoy cerca de Frank siento una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo y tengo la sensación que de un momento a otro algo puede suceder.

-No tenías porque hacerlo, de verdad con el chocolate caliente me hubiera bastado pero gracias- le digo viéndolo a los ojos mientras comienzo a sentir como el color sube por mis mejillas, el se debe de dar cuenta porque me sonríe y se acerca un poco a mi rostro a tal punto de que puedo sentir su respiración rozando mi cara.

Mi respiración se vuelve superficial con su cercanía y debo parpadear varias veces para darme cuenta que no estoy soñando. Su mirada esta fija en mis ojos y por cortos momentos la desvía a mis labios, quiere besarme, pero ninguno de los dos hace algo para que se lleve a cabo, él se queda fijo en su posición y yo no me atrevo a moverme un poco hacia adelante. Puedo sentir su mano izquierda deslizarse de mis hombros hacia mi cintura mientras un escalofrió me recorre la espina dorsal, involuntariamente me humedezco los labios, este gesto hace que el se incline más hacia mi hasta que nuestras narices apenas se rozan. Apenas comienzo a cerrar los ojos anticipando el beso cuando escucho que desde el mostrador gritan el nombre de Frank indicándole que la orden ya esta lista.

-Maldita sea-gruñe en voz baja mientras se empieza a alejar de mi, antes de poner una distancia definitiva entre los dos se vuelve a inclinar y me da un suave beso en la frente. Puedo sentir como mis mejillas arden y mi corazón late acelerado ante lo que acaba de suceder, avergonzada bajo la mirada y me dedico a ver mis botas hasta que regresa con su capuchino y mi chocolate.

Nadie dice nada después de lo que acaba de suceder y ambos nos dedicamos a tomarnos nuestras bebidas y a comer de nuestros trozos de tarta, intento terminar el momento de tensión queriendo iniciar una conversación pero me muerdo el labio antes de abrir la boca pues no se que decir para aligerar el ambiente.

-¡Stephanie aquí es...tas!- exclama Jessica, mi prima, pero termina la frase despacio al posar la vista en Frank, un brillo inconfundible aparece en su mirada.-No sabía que tenías una cita con este chico- añade con una sonrisa de suficiencia

-Lo que sea- le digo restando le importancia a su insinuación de la cita.-¿Qué es lo que quieres?- pregunto cruzando los brazos.

-Soy Jessica, pero me puedes decir Jess- dice alargando la mano para ofrecer la a Frank e ignorando mi pregunta.

-El es Frank pero nosotras ya nos vamos- comento sin darle tiempo de responder a nadie. -Gracias por todo pero tengo que irme ya- me despido de Frank mientras me levanto del sillón y jaló a mi prima del brazo para sacarla de la cafetería, conozco la expresión que se le formó cuando vio a Frank y la tenía que sacar de ahí lo más rápido posible.

Wrong about love #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora