En cuanto abrí los ojos note como Alec estaba encima mio observándome fijamente con una enorme sonrisa dibujada en sus labios, amaba eso ojos de tonos diferentes.
-Volví.- susurro y me dio un beso en la frente con delicadeza.
-Alejandro. -susurre
-¿Cuantas veces me extrañaste estas semanas?- dijo con un tono egocéntrico
Lo empuje para poder levantarme y darle un abrazo.
-Las necesarias para traerte de vuelta.- susurre y lo abrace tan fuerte que podía escuchar su corazón.
-También te extrañe, pero entenderás que Arcadien necesita ayuda y como tú no puedes dárselas...
-Tiene que ir el chico más guapo del reino, tú.
-Soy un simple aldeano.
-Y yo una simple princesa que extraño al aldeano.
Entonces nos soltamos, me tomo de los hombros y me dio nuevamente un beso en la frente.
-¿Traes el collar? ¿Quieres que te muestre?
-Por supuesto.
Tome mi collar con ambas manos y me lo saque del cuello con facilidad...
-Enséñame, quiero ver que tan mal esta... - dije y le di el collar el cual tomo con rapidez
-Redlor. - susurro
El collar se abrió y el reino se podía ver en forma de holograma... el holograma no era del todo claro pero podía ver fuego propagándose por las casas, gente con miedo y entonces cambiábamos de vista y se podía notar el castillo en perfectas condiciones.
-¿Ves? todo esta bien o eso trato de hacer, tú podrías venir y gobernar, la tranquilidad del castillo se propagaría como el fuego en esas casas y todo volvería a hacer como cuando tus padres gobernaban. Deberiamos hablar con tus padres.
-Mis padres aun no saben que nos vemos... Sí se enteran que tu y yo nos vemos a escondidas ellos podrian matarte para evitar que me llevaras de vuelta.
Cerro el collar de golpe y me lo dio con tranquilidad, me tomo de las mejillas y sonrió.
-Tus padres dan igual, volvamos a Arcadien y hagamos que tomes el trono.
-Alejandro...
-¿No lo entiendes Camila? tienes que volver tarde o temprano y si no es pronto entonces toda la magia que conoces se volverá ceniza. - Alec empezaba a subir su tono de voz lo cual me hizo sentirme inútil.
-¿Alec tú no entiendes que no puedo irme de aquí así de la nada? tengo una vida en Monte Arcade.
-¿Vida? te la pasas quejándote de todos los que te rodean, incluyendo a Paola.
-Pero no puedo irme, tengo que hacer cosas aquí.
Me soltó de las mejillas y se giro hacia un árbol, se recargo en este y no se digno a mirarme.
-Camila, Steban te esta buscando desde hace tiempo y creo que esta apunto de dar contigo.
-¿Steban?
No sabia de quién rayos estaba hablando pero sabia que eso tenia que ver con alguna de mis preguntas, el motivo por el que le hable a Ale.
-El hijo bastardo de los Duven... él es el que tiene a medio Arcadien buscándote a cambio de una gran recompensa.
-¿Por eso quieres que vaya?- susurre desilusionada.
-No, quiero que vayas para poder quitar a ese bastardo del trono.
-Pero mis padres me dijeron que los Duven piensan que estoy muerta.
-Parece que un soplón del reino te encontró y fue a decirles.
-Ahora todo tiene sentido...
-¿Sentido? - Alejandro por fin se giro y me miro con una cara de curiosidad.
-El entro a mi cabeza, logro bloquearme y no podía salir.
-Ahora sabe que estas viva y te querrá muerta.
-No lo creo porque si ese es su plan...
-No quiero perderte.- dijo Ale con cierto miedo.
-Ni yo quiero perderte.- susurre y me tire al suelo.
Alec me miro y camino lentamente hasta mi lado donde se inco y me abrazo.
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Sombras.
RandomYo me enamoro de todo, de un día o de una persona y suele pasar que aveces no se puede tener ninguno de los dos y tengo que conformarme con mi depresión.