Me dolía la garganta después de tantos cigarros en aquella fiesta, pensé como llegué a este lugar o como fue que cambie tanto dolor por varios pesos.
Después de Rubí y Nicol, me acabaron física y mentalmente pensé en ser un amargado o algo peor, opte por buscar una manera de no acabar en el manicomio.
Ya se cuando fue buscaba trabajo sencillo y cerca de mi casa, y lo fue en una tienda llamada neto.
Era fácil abrir varias cajas y acomodar checar las caducidades, lo que en verdad me enojaba era estar de cajero, tenías que sonreír a un desconocido y para colmo te exigen los centavos cosa que no tienes jamás.Conocí a dos flojos uno era Ivan y otro Marcos eran buenos pero muy estúpidos para hacer las cosas.
Mi líder de tienda Fabián es un tipo listo y algo relajado para sus 42 años.
Cuando cerrábamos tienda prendíamos unos cigarrillos y abríamos unas cervezas.
Me pagaban una mierda pero estaba lejos del amor eso es todo lo que cuenta.