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Se despertó con una enorme sonrisa, y los ánimos le llegaban hasta el cielo, hoy seria el día en el que confesaría sus sentimientos a la persona que amaba, Kimizuki Shiho.

Con tan buen humor se encontraba que incluso había madrugado, pues no necesito que su alarma sonará.

Se levanto de su cama, fue hasta su armario y saco su uniforme escolar, para luego dirigirse al baño de su habitación y darse una ducha.

Termino bastante rápido, o era que había despertado media hora antes de lo usual, y si de por si cuando despertaba junto a su alarma le sobraba tiempo, ahora tenia un mundo entero de tiempo libre.

Tomo sus cosas y fue rumbo a la cafetería del instituto, compro un poco de comida y se sentó en una mesa a degustar de sus alimentos.

Lo hacia con calma,como todos los días, pero ni siquiera así, pudo deshacerse de 20 minutos que aun le sobraron.

Se fue a la cocina a lavar sus trastes, pero unas voces conocidas le hicieron detenerse justo en el marco de la puerta.

-Te digo que no hay posibilidad con Yuu -hablo con desgano, el dueño del corazón de Yoichi, cosa que llamo su atención, iba a acercarse a preguntar, pero Shinoa fue más rápida.

-¡Vamos! Si Yuu-san te gusta deberías esforzarte más -le animo la chica, parecía que seguía diciendo cosas sobre esto, pues veía claramente que movía sus labios, pero no escuchaba nada.

El ruido desapareció, por alguna extraña razón, y lo único que se reproducía en su cabeza, era lo que la peli-morada había dicho...

¿A Kimizuki-kun le gusta Yuu-kun?

Algo dentro de él se removió, sintió una molestia en el estomago, y su corazón se rompió en pedazos, su animo cayo en picada y sentía ganas de llorar.

¿Por qué creí que seria correspondido?

-Shinoa tiene razón -dijo, llamando la atención de sus dos amigos, la chica sonrió con superioridad y le dijo "¿Ves?", el sonrió- Si Yuu-kun te gusta deberías dar lo mejor.

-No es tan fácil, como parece -se defendió el peli-rosa, desviando la mirada avergonzado.

Lo se...

-Si quieres, puedo ayudarte a conquistar a Yuu-kun -se ofreció con una sonrisa.

¿Por qué estoy diciendo esto?

Shiho abrió los ojos con sorpresa:- ¿Enserio me ayudarías?

-Claro, para eso estamos los amigos -

Hipócrita...

-Ahora somos dos los que te ayudaran, así que, no dudes tanto -dijo la Hiragi, dándole palmadas en la espalda, mientras reía.

-No me convence del todo que tu ayudes, siento que eso asegura mi derrota -susurro el más alto.

Soltó una risa por el comentario, y comenzó a lavar sus trastes.

¿Como es qué sigues sonriendo?

-Iremos por las mochilas, las clases están apunto de comenzar, nos vemos en el aula ¿Si Yoichi? -pregunto Kimizuki, el castaño asintió animado, y dijo "¡Si, allí nos vemos!", los otros dos asintieron y salieron del lugar.

Una vez estuvo solo la sonrisa desapareció, termino su pequeña labor cabizbajo.

Y fue hasta su habitación, evitando a toda costa el aula de clases, o los dormitorios de sus amigos.

No tenia ganas de ir a clases, todo su buen humor, su animo, su personalidad positiva, todo había desaparecido...

Entro a su cuarto y cerro la puerta detrás de si, las lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas, pero aun así trato de no hacer ruido, para no llamar la atención.

Se estaba hundiendo en la soledad de su habitación.

Lloraba de tal manera, que parecía un niño pequeño.

Pero, por alguna razón, su roto corazón no dejaba de latir, de latir por Shiho...

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Hola, después de una eternidad, traigo conty ñ.ñ lo siento~

Espero que les guste ^^

Chao~

✨Love Me...✨ [KimiYoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora