El De Los Ojos Azules *A.V

Capítulo 64

Narra Tn___:

Miraba por la ventanilla del avión la altura.
Dos semanas en Río de Janeiro habían sido increíbles.

Alonso sostenía mi mano fuerte.
Unas horas después el avión aterrizó en México.

Tomamos las maletas y subimos en un taxi.
Miraba el camino regreso a casa, pero antes de llegar se desvío unas cuadras.

-Alonso - lo mire confundida

-Tranquila - me sonrió

-¿A dónde vamos?

-A nuestra casa

Nuestra casa. Alonso jamás me dijo sobre donde viviríamos.

El auto se detuvo

-Que tengan un buen día
Sr. Y Sra. Villalpando - hablo el taxista.

Alonso y yo le dimos las gracias. Mi esposo pago y el taxista se marchó.

Justo en medio de la calle. Allí estábamos.

Alonso se acercó a mi tomo mi mano.

Caminamos hacia la acera y subimos a ella.

-Bienvenida a nuestro hogar - dijo sonriendo.

Frente a nosotros había una gran casa. De dos plantas en color beige.

Tenia pasto y un arbol,alrededor de ella había una cerca que dividía nuestra casa de las demás.
Tenia un camino de piedras lisas que conducían hacia la puerta. Aun lado estaba el garaje el cual el piso era de cemento liso

-Anda ve, yo luego meto las maletas - dijo

Camine hacia la cerca, aun lado de la puerta había un buzón, con pintura y letra cursiva decía Villalpando Smith escrito en el.

Entre y Camine hacia la puerta., era de madera con una nota musical tallada en ella. Mire el timbre y lo toque riendo.

Abrí la puerta.
Por dentro, miles de colores inundaban la casa, a la derecha de la entrada había un espejo con un mueble de madera con un florero y un tazón de vidrio para colocar las llaves, y uno con dulces.

-Anda toma uno - dijo Alonso.

Hice como dijo. Mis dulces favoritos.

A el lado derecho se encontraba la foto de nuestra boda. Era hermosa.

Un marco de madera que daba paso a la sala.

Un sillón para cuatro, otro individual y otro para dos, en color café.

Las paredes de la sala eran color blanco. En medio de los sillones había una pequeña mesa de cristal con un florero.

Frente a esto un mueble de madera, con varias fotos de nosotros y una televisión en el centro, ningún sillón le daba la espalda.

Sali de allí y Camine por un pasillo que daba al comedor para 4, suficientemente grande.
Una pared dividía la cocina y el comedor.

Una puerta café había aun lado y una venta con las puertitas de madera.

-Solo empuja la puerta-hablo Villalpando

Lo hice. La cocina era color menta con los muebles color café y una pequeña isla con dos bancos a los lados.

Abrí las ventanillas viendo a Alonso sonriendo.

En donde estaba el fregadero había una pequeña ventana con cortinas blancas