Capitulo 1

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Es el mes de agosto y hace demasiado calor, reviso el reloj y todavía faltaba una hora para ir al colegio, me levanto de la cama con mucha flojera y me dirijo hacia el baño, me desvisto y entro a la ducha; me coloco mi nuevo uniforme que es algo extraño e incómodo para mi gusto.
-AKIRA BAJA A DESAYUNAR-escuche  a mi mamá gritando, rápidamente me coloque los zapatos y baje hacia el comedor
-Aki ¿Qué le paso a tu cabello?-preguntó Miles mi hermano mayor
-¿Qué tiene?-dije sentándose a su lado
-Sé te olvido peinarte lo otra vez-dijo mi padre doblando el periódico
-Hay mi pequeña hermanita tan olvidadiza-dijo Miles alborotando un poco mi cabello.
-Lo estas alborotando más-dije molesta
-Niños vamos a desayunar nada de peleas en la mesa-dijo mi madre acomodando los platos, tan sólo ver la comida mi estómago comenzaba a rugir
-Escuchen a su madre-dijo mi papá acomodando se sus anteojos
-Si papá-contestamos al unísono; comenzamos a comer en total silencio, el desayuno era tan sabroso como todas las mañanas, me gustaba observar a mi hermano comer y además el es mi héroe y mi modelo a seguir ya que se encontraba en las fuerzas especiales de la O.C.R.H.
Termine de desayunar, me levante de la mesa y lleve mi plato hacia la cocina donde lo coloque en el fregadero, salí de la cocina y me fui directo a la sala, agarré mi mochila y metí un par de cuadernos
-Auch!-me queje por que me habían jalado el cabello
-Esto pasa por olvidarte arreglar tu cabello-me miro a los ojos -otra vez te pusiste esas cosas-dijo molesta
-Se llaman pupilentes -le quite el cepillo y comencé a desenredar mi cabello-sólo quiero parecer normal, si no los utilizo seré de nuevo la burlas de todos-dije recogiéndome el cabello en una coleta
-Pero si tu ojos son hermosos y únicos-escuché decir a mi hermano a lo lejos
-Claro que no, son muy extraños-dije algo molesta
-Quítate esas cosas de los ojos sabes que te los irritan-dijo mi madre molesta y no me quedo de otra más que obedecer.
-Muy bien, despídete de tu padre y hermano, ya es hora que vaya a dejarte-dijo mi madre tomando las llaves del auto.
-Adios papá-le di un beso en el cachete-Adios Miles-dije y a el no le di beso, tomé mi mochila y salí de casa, mi mamá ya estaba en auto, me hacía señas de que me apurara, no se por que me cambiaron de escuela y más a una que está en la orillas de la ciudad como voy a extrañar a mis mejores amigos, pero bueno conoceré mas gente y podré salir con ellos y con mis viejos amigos, bueno eso espero. Me subí al auto en el asiento delantero junto a mi madre, me coloqué mis audífonos y prendí mi música a casi todo el volumen, baje la ventana del auto y comenzamos el viaje al nuevo colegio.
Durante el camino vi como otros muchachos iban a escuelas en la ciudad, todos abrazándose y felices de ver de nuevo a sus amigos, imaginé cómo hubiera sido si yo no me hubiera cambiado de colegio; pasaron como 30 minutos y llegamos al nuevo colegio, desde afuera parecía un colegio normal como cualquier otro pero al entrar había chicos de distintas edades y el uniforme era de distintos colores, incluso había unos que se veían de unos 10 años que tenían el uniforme del mismo color que otros más grandes, me encuentro totalmente confundida con eso de los colores del uniforme, el que yo traigo puesto es totalmente blanco, no veo a nadie más con el mismo color.
-Hija, bajemos del auto, tienes que ir con los de nuevo ingreso para realizarte un pequeño examen de colocación-dijo mi madre mientras pagaba el auto.
-Esta bien-dije algo confundida.
-Se que estás confundida mi niña, pero es hora de recordar algunas cosas-dijo mi madre y me confundió aún más, ¿que debería recordar?.
-¿A donde debo de ir?-pregunté, mi madre señaló unas escaleras a nuestra derecha, suspire y le di un beso a mi madre, comencé a subir las escaleras.
-Suerte mi pequeño ángel-dijo mi madre antes de subirse nuevamente al auto y marcharse, seguí subiendo las escaleras hasta llegar a una puerta color negra de madera algo desgastada, toque y abrí la puerta.
-Buenos días-dije algo tímida
-Adelante, te estábamos esperando-dijo una señora algo delgada y alta, me imagino que será alguna profesora. Entre al salón y había más personas con el uniforme blanco similar al mío, pero la mayoría eran pequeños de unos 5-7 años uno que otro más grande, pero yo era la mayor de todos.
-Muy bien, soy la subdirectora Kate, iremos llamando uno por uno para evaluarlos y darles su uniforme oficial, descuiden este examen no se reprueba solo es para ver sus niveles de habilidades-dijo la señora.
-¿No dolerá?-preguntó una pequeña niña que estaba a un lado mío.
-Descuida nena, esto no dolerá nada-dijo la subdirectora, una señorita que estaba sentada atrás, se levantó y le dio a la subdirectora unas hojas, ella abrió la puerta que se encontraba a su izquierda, alcance a ver un gran salón, había dos chicos parados en la parte más atrás del salón.
-La primera en pasar sera Eveline-dijo y una pequeña niña se levantó, y entró a la habitación, después de un par de minutos salió pero ahora ya no llevaba el uniforme blanco si no había cambiado de color ahora era de un color Lila, la subdirectora llamó a otro y al igual que la primera niña su uniforme ya era de otro color, y así iba pasando con cada uno que iba entrando, creo ya habría pasado como una hora y yo aún no pasaba, pienso que voy a ser la última en pasar por ser la mayor de los de nuevo de ingreso.
Media hora después ya había pasado el penúltimo y ya me tocaba a mi, los nervios me invadieron, las manos me sudaban.
-Akira es tu turno, adelante pasa-dijo la subdirectora, me levante de mi asiento y pase a la habitación, estaba recubierta de una especie de metal o algo similar.
-Siéntate aquí y quiero que mires la pequeña casa-dijo mientras señalaba una máquina de esas con las que revisan los ojos.
-¿Enserio es parte de la prueba?-dije desconcertada
-Así es, así que toma asiento, ¿acaso no estás curiosa del porqué ese tono de tus ojos?-dijo la subdirectora, sorprendiéndome.
-Como ni se imagina-dije y tomé asiento, miré la casita y esperé, después de unos segundos la subdirectora de levanto y fue con la señorita de hace rato, probablemente sea la secretaria, hablaron un momento y regreso la subdirectora, me levante del asiento esperando a que me dijera por que mis ojos tienen este color tan extraño.
-Date la vuelta-dijo Kate, respire y me volteé, escuché un sonido como de unas tijeras abriéndose, mi corazón se aceleró mucho, en un abrir y cerrar de ojos la subdirectora había recortado dos aberturas justo en la posición de mis omóplatos.
-¿Pero que rayos está haciendo?-dije molesta
-Tranquila Akira es parte de la prueba-dejó las tijeras en una mesa-Muy bien chicos ayúdenle, no creo que recuerde cómo hacerlo-dijo Kate, los dos chicos que estaban al fondo se acercaron y colocaron ambas manos en los orificios, sentí un escalofrío cuando sus manos tocaron mi piel.
-¿Pero que está sucediendo?-pregunté toda alterada
-Tranquila Aki, es por tu bien-suspiro-si no hacemos que salgan podrías morir por una sobrecarga-dijo algo preocupada.
Sentí que algo tibio escurría por mi espalda, con mi mano toqué ese líquido, al verlo era de un tono rojizo claramente era sangre, pero no sentía dolor, miré hacia al frente y vi un gran espejo, noté que poco a poco los chicos se iban alejando de mi, comencé a preocuparme.
-Muy bien chicos aléjense de ella-dijo Kate y los dos chicos se alejaron de mi y dos grandes alas de color blanco se desplegaron de mi espalda, en ese momento tuve un sentimiento de alivio, como si un gran peso se esfumara, noté que mis ojos habían cambiado de color ahora eran color miel con algunas franjas de colores, la última vez que vi unas alas fue en las noticias donde la O.C.R.H atrapaba un Rize, no eran tan grandes y blancas como las mías, pero ¿Porque yo tenía alas?, ¿Acaso hay algo que no sepa de mi?, la cabeza me dolía de tantas preguntas, me volteé hacia la subdirectora.
-Se que tienes un millón de preguntas, pero estas se responderán conforme vayas recordando ¿Quien realmente eres?-dijo mientras anotaba algo en las hojas
-Como quisiera que me lo dijera ahora mismo, pero por lo visto no lo hará-dije bajando la mirada y ambas alas desaparecieron, mis ojos habían regresado a ser color violetas pero ahora no eran totalmente violetas sino que ahora tenían pequeños rayos de color grisáceo. La subdirectora sacó un uniforme de color rojo y me lo entregó.
-Ve a cambiarte, cuando termines te daremos tu horario de clases-dijo con voz tranquila, rápidamente entre al baño que se encontraba en una esquina del salón, me cambié lo más rápido que pude, el uniforme me quedaba a la perfección, salí del baño y la señorita que hace rato le había dado unos papeles, me dio una pequeña hoja donde venía mi horario, las clases eran muy diferentes a las de un colegio normal.
-Gracias-fue lo único que pude decir, me acerque a la puerta por donde había entrado, giré al perilla y salí del salón 
-Bienvenida de vuelta Akira, es gusto tenerte nuevamente en este colegio-dijo la subdirectora antes de que cerrara la puerta.

People Of Rize (pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora