Capítulo 1.

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Horas antes

He llegado al punto de confundir mis lágrimas con las gotas de lluvia que caen sobre el pavimento; mis ojos sólo ven mis pies correr sin rumbo fijo, sin importarles saber en donde pisan. Lo único que me parece importante desde hace tres horas, es pensar, ¿qué fue lo que hice mal?, y aún después de revisar cada rincón de mi memoria no recuerdo hacer nada suficientemente incorrecto que pudiera causarle querer hacerme esto, nada.

Y entonces, mi mente -después de cansarse de buscar- decide recorrer minusiosamente cada rincón de las últimas horas; en la tarde todo parecía bien, fue por mi al centro comercial después del trabajo, puedo asegurar que me sonreía como siempre. Me abrió la puerta del coche y yo como siempre, se lo agradecí; le conté sobre mi día en la tienda. Pero entonces se desvió del camino, lo miré, y me dijo que tenia una sorpresa. Imaginé un sin fin de cosas hermosas...pero si que fue una  sorpresa.

De un momento a otro toda esa aura de felicidad, risas y sorpresas sé esfumó, en minutos, segundos. Recuerdo perfectamente esa sensación de vacio en mi estomago cuando vi su auto irse a toda velocidad. Y me recuerdo a mi tirado en un callejon intentado entender qué acababa de pasar...aún no logro entenderlo, pero, si he logrado llegar a una conclusión: no me apetece en lo absoluto vivir ahora. No quiero, me asusta la idea de vivir así, solo, porque literalmente él era lo único que permanecía conmigo. Pensando en el "infinito amor que tenía por mi" y en los recuerdos de cada día que pase con él...incluido este. Estoy seguro de que puedo soportar cada una de las cosas que me oocurrieron antes de él, pero eso era cuando él me sostenía. Ahora, me sería imposible mantenerme en pie para soportar el doble.

Debo admitir que jámas me lo espere, mucho menos de él. Lo esperaba de cualquiera, de cualquiera, menos de él. Pero que estúpido pensar que sería una excepción.

Viví con él pensando que todo se habia solucionado, que todos mis problemas habían quedado en el olvido, que ya no sufriría. Confié abiertamente en él,  y al parecer sólo me escuchó decir palabreria.

Tal vez, si me hubiera dejado de una manera razonable, si me hubiera explicado su buen motivo, fuera de esta jodida lluvia en un lugar que desconosco, lo hubiera escuchado y entendido. Mi maldita cabeza no estaría transmitiendome ansiedades que me llevan a hacer lo que estoy a punto de hacer.

Levanto la vista, por primera vez desde hace horas; estoy en una carretera desierta, horrenda y tétrica, no tengo idea de en qué parte de la ciudad estoy. Me apresuro a buscar una manera de acabar con esto...y la encuentro. A lo lejos, se asoman las luces de un auto, se aproxima sin prisa alguna...cuando cálculo que está suficientemente cerca para no poder detenerse, me apresuro a ponerme en frente del coche sin pensarlo, escucho el sonido del claxón...Pero no planeo quitarme. Sin embargo el auto se detiene, no tengo idea de cómo. Un chico de baja estatura y complexión delgada baja apresuradamente del auto, me mira con una expresión que no logró descifrar. Gran plan Harry, gran plan. Maldigo fuerte y mis pies se apresuran a correr...Sin pensarlo vuelvo a buscar, ahora más desesperado que antes, miro arriba, abajo, a los lados, no hay nada. Doy vuelta en una esquina, tengo una sensación inexplicable en el pecho, el vaso medio vacio de mis ganas de vivir se ha quedado sin una gota, después de todo, no le importo a nadie, él era literalmente mi vida, sin exagerar, no tengo a nadie más, recosiderar si quiero o no morir hoy no es una opción. Vuelvo a dar vuelta y visualizo otra oportunidad; corro hacia la orilla de un puente, por alguna razón parezco sentir alivio, y a pesar de estar a punto de quitarme la vida, me sorprende lo tranquila que mi mente está trabajando.

Después de mirar abajo por un momento, subó un pie y después de unos segundos, el otro, me sujeto con fuerza a la barda del puente...Y después me suelto...pero mi cuerpo no se unde, mis huesos no se rompen, no pierdo el conocimiento. Sólo siento que mi espalda toca el cercano suelo y mis codos sienten el ardor de los raspones: alguien a tirado de mi camisa, han vuelto a arruinar mis planes...Giro mi cabeza inmediatamente después de caer...sorpresa, otra ingrata sorpresa; el mismo chico del auto, ¿qué demonios le importa?. Me invade el enojo y me levanto rápidamente, camino hacia él con intención de desquitarme, pero su mirada me intimida y no me acerco más.

-¿Qué es lo que pensabas hacer?- me grita, confundido, esaxperado- es decir, ¿qué demonios pensabas hacer desde hace diez minutos?- lo tengo justo en frente del rostro y parece aun mas enojado que yo...No lo entiendo, pero aún así respondo de igual manera:
-¿Es que no lo has notado ya?-respondo y mi voz emite eco debido al fuerte grito que sale de mi garganta. Él mueve la cabeza negativamente, parece preocupado. Me toma bruscamente por los codos, está lástimandome.
-Por supuesto que lo he notado, y sinceramente pienso que tu no estás pensando en la estúpidez que piensas cometer...Que lindo trabalengüas. Esta no es la manera chico.

Mi subconciente emite una pequeña risa, pero yo me enojo aún más.
-Ah, ¿no lo es?, entonces dime tú cuál es, ¿la sabes?, ¿debo resignarme al sufrimiento?, ¿debo vivir con este maldito vacío en el pecho para siempre?, ¿debo vivir estando totalmente muerto por dentro?, no lo creo-inconcientemente, sentí desahogarme con cada grito que daba, el nudo en la garganta disminuyó un poco, pero hablar demasiado me ha provocado empezar a llorar. De alguna manera esperaba que alguien pudiera responder mis preguntas-no te metas en lo que no te importa, no eres nadie para decirme qué hacer y que no, si he decidido hacerlo es por algo que a ti personalmente no te incumbe -mi voz suena quebrada y lástimera a causa del llanto. El chico me suelta y me mira con lástima.Ya estoy cansado de esto, tampoco pienso seguir viviendo de lástima. Tuve suficiente, ya lo tuve. Por favor.
-Muy bien, tienes razon, no lo soy, pero apuesto lo que sea a que tú no quieres quitarte la vida. Lo quiere hacer ese problema que te trae loco, no te está dejando pensar con claridad, no estás pensandolo bien. Y no, esas no son las soluciones, te aseguro que existen muchas más.-Me mira directamente a los ojos, y después de habérselo pensado un poco, continúa hablando-Mira chico, sonará bastante extraño, y te aseguro que no soy un asesino en serie, pero te explicare todas esas soluciones, y te ayudaré con ellas si subes a ese auto, me acompañas y tomas un café conmigo. Quiero ayudarte, ¿me dejas?

Yo solté una carcajada. Una que sonó bastante desquiciada. Una que hasta a mi mismo que asustó. ¿Qué estaba pasandome?
-¡Que simpático resultaste! -lo empuje del pecho y camine lejos de él, nadie va a cambiar mi decisión, y nadie va a detenerme, está hecho. Y mucho menos alguien que pretende querer ayudar a personas que lo único que quieren es estár tranquilos de una vez, y aparte, quiere llevarlas a tomar un café al instante para explicarles soluciones.

Pero maldita sea, él obviamente no iba a dejarme tranquilo. En menos de treinta segundos ya se encontraba caminando al lado mío.

-Soy Louis Tomlinson...¿Y tú?

[...]

-Todo va a estar bien Harry.

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-Nota.
Bien...Esta es la primera novela que escribo. Espero que les guste.
No escribo muy bien pero sentía que si no sacaba esta idea iba a explotar.
No planeaba subirla, Maryflor es la culpable.

Si han leído hasta aquí, muchas gracias, apreciaría mucho sus comentarios, opiniones, sugerencias. De verdad.

Hasta luego. A.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2016 ⏰

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Salvame (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora