Grito De Silencio

Capitulo 1- Comienzos

*6:30 am-

-¡Angel! ¡Despierta, el autobus escolar te dejara si sigues durmiendo como un oso!- dijo esa voz femenina, que me tarde un minuto y medio en reconocer que era mi madre, Alexandra, quien parecia una sirena de ambulancia con sus gritos-

¿Que habra pasado? De nuevo me ha traicionado mi alarma, eran las 6:30 am, y debia de despertarme a las 5:50 am. Parecia un zombie de la serie "The Walking Dead", tiro la sabana hacia mi costado derecho y siento como el frio mañanero recorre las plantas de mis pies. Elevo mi cabeza de la almohada soltando un pequeño, pero fuerte bostezo; y es ahi cuando comienza mi lucha diaria con mi cama.
Si levantarme e ir a un lugar donde tengo que estar sentado durante 8 horas y escuchar una polemia discucion sobre una persona que se dicer ser "maestra", pero en lugar de enseñar, discute sobre su vida, sobre que persona le gusta, o quien esta conociendo; o quedarme en mi espaciosa cama y dormir los "5 minutos" que tanto meresco.

Opto y elijo por levantarme. Me dirijo hacia mi coqueta y saco mi ropa interior, un pantalon color negro y una camiseta color crema. Me dirijo hacia el baño, coloco mi ropa sobre una pequeña mesa y entro en la ducha, la prendo y siento como las pequeñas gotas de agua fria empiezan a acariciar mi pequeño pelo, dejando a su vez, una grandiosa satisfacion, destinada a refrescarme y a relajarme.

Termino mi rutina mañanera y bajo las escalera dirigiendome hacia el comedor. Cuando me topo con ese delicioso y celestial aroma de pancake que navegaba en el aire y provocando que mis tripas rugiera como un león.

Por fin llego y me siento sobre una silla de caoba puro, tintada de color negro.

-¿Dormistes bien hijo?- esa voz masculina, firme y con autoridad la reconoceria aun en medio de un concierto, era la de mi padre Saúl, hombre que admiraba como a nadie en mi vida, alto, ojos brown, calvo, fuerte e inteñigente.

-Si, pero creo que necesito unas vacaciones, eso de levantarme muy a menudo temprano en la mañana, no es lo mio. -Dije soltando una leve sonriza.

-Que flojera la tuya, tengo 54 años y me siento como de 15, y eso que me levanto más temprano que tu.-Dijo mi padre Saul, soltando una pequeña sonriza y tomando el periodico en mano, pasando a la seccion de Noticias.

-Creo que Angel tiene el espiritu de un oso en invierno- Dijo mi madre Alexandra, una mujer de tamaño medio, de 45 años, ojos azules como el mar, media flaca, pero con unas caderas de una diosa, colocando en la mesa, dos platos relleno de pancake.

-Creo que lo heredo de su madre, ¿No lo crees?- Dijo mi padre señalando con la mirada a Alexandra quien se encontraba preparando la ultima mecla de pancake.

-Habla una persona que se levanta a las 4:20 de la madrugada unicamente para ir al baño y cuando regresa, llega con un aroma de mil demonios.- Dijo Alexandra, mirando a Saul con una mirada desafiante, pero a su vez, aguantando una pequeña sonriza.

-Bueno, pero que calumnia son esas mujer, yo soy la persona más humilde y tranquilita que hay en esta casa. -dijo Saul casi indefenso.

-(*piip piip*)-

-Madre, Padre, me voy, ya llego el autobus; deseenmen suerte en el examen de matematica.- dije y me dispuse a lrvantarme para recoger mi mochila e irme al autobus.

Tome mi mochila y justamente cuando me faltaban solo segundo escucho una voz familiar que reconoci...

-¡Te quiero hijo!, nos veremos en la noche, hay algo sobre las estrellas que quiero mostrarte.

Ahora, con más esmero deseo que el dia pase, las horas vuelen.

En las noches, yo y mi padre acostumbramos ir a la terraza a contarnos todo lo que nos paso durante el transcurso del dia. Era una de esa ocacion tan especial que no querias que se terminase nunca, ni por nada del mundo. Mi padre, a parte de ser empresario, es astronomo, y siempre me contaba todo lo que sabia acerca de las estrellas y astros.

Charlar con esa persona que, más que una persona, es tu figura, un ejemplo a seguir.

-Si padre, te estare esperando.-Digo emocionado y me dirijo hacia el autobus escolar.

*****
Luego de casi media hora por fin llegue a la universidad de los Andes, cansado de estar sentado en los hacientos del autobus escolar. Durante el camino, me sucumbi en un mar de pensamientos e intrigas, preguntandome "¿Que me va a enseñar mi padre hoy?".

Bajo del autobus y saco mi Iphone y busco entre mi lista de canciones a mi banda favorita, "Linking Park" y busco la cancion "Crawling" y camino hacia el mismo lugar de siempre, "El cuadro". Cuando siento un leve golpe en mi espalda, un impacto hizo que diera un paso al frente involuntariamente, mientras me preguntaba "¿Quien diablos me dio?"

Tras el golpe, siento como ponen el brazo derecho hacia mi cuello, y una voz familiar me dice: "Tanto tiempo wey", acto seguido me da un abrazo. Tarde poco de un milisegundo saber que era mi primo Alex.
Alex es primo mio de parte de padre, y al igual que yo, el era medio alto, pelo corto de color negro, le gustaba la adrenalina, los deportes extremo, ambo que tenemos en comun es que los fin de semanas nos gustaba escalar los montes e ir tras la aventura.

-Wey, ¿A caso no piensas saludarme y dejarme como un idiota?. Que suma mala educacion tienes; pero en fin, eres mi primo.

-Zorra, perdon, no te vi, es que eres como una pulga al lado de una ballena. - Le dije en tono burlón.

-Es que eres tan perra, que ni me miras por verguenza.-Dijo Alex alegre y en tono de broma.

-Maldito, ¿acaso no te enterastes que hoy es el examen de matematicas?- le dije, notando en su cara un gesto de desagrado y preocupacion.

-Mierdaaaa wey, ¡no jodas!...

-Zorra, sigue acostandote con cuanta cosa que se mueve...-Le dije a Alex.

-Maldita Perra, tu eres peor.- me dijo y ambos entramos en la universidad.

Es curioso, mi primo y yo somos tan unidos, que siempre nos decimos "Perra" o "Zorra". Y tenemos confianza.

******
-(*RIIIIIIINNNNN*) -

Ese unico, molestoso, pero glorioso sonido del llamado de la libertad sonaba como una musica de Rock en mis oidos.

Para mi mala suerte, la clase de matematicas era la primera, y el maestro Mrs. Tomsong, no era muy amigable que digamos. Se empeñaba en hacerme mi vida de cuadritos, siempre repunando a todos; pero a la hora del examen era el más santo y el más querido por todos los estudiantes "Lambe ojo" del salon.

Era emocionante, iba ser casi medio dia, y solo faltaba una hora, me dispuse a entrar al salon de fisica, cuya maestra, (Sin exageraciones ninguna) parecia la madre del mismo diablo, nos esperaba junto al salon que parecia un horno a 350 grados celcius.

Entro al salon, cuando recibo un mensaje de mi madre que decia:

"Hijo, estamos en el hospital, no te asuste, pero a Saul le dispararon y esta gravemente herido. Perdio mucha sangre y los doctores dicen que su sangre es muy dificil de conseguir, que solo el 45% de la poblacion la tienen. Tu padre te quiere ver porfavor, ven lo más rapido posible."

No lo podia creer... ¿Mi padre, al borde de la muerte?
Sin pensarlo dos veces sali corriendo....

-Angel, wey, tranquilizate, ¿Que pasa?- Me dijo Alex aguantandome el brazo izquierdo al verme corriendo y llorando.

-Alex, Saul esta gravemente herido, necesito velo, ¡¡Se muere!!- Dije soltando a su vez un mar de lagrimas.

-Wey, vamonos, yo te llevo.

Y sin pensarlo dos veces, emprendimos hacia el hospital.