Capítulo 6

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—Tío Stan, esto no es lo que parece —dije poniéndome rojo de la vergüenza.

—Pues parece que le estas dando un masaje de pies al "niño bonito" mientras que Mabel le da de comer en la boca —me miró inquisitivamente.

—Bueno sí es lo que parece, por no por lo que crees —traté de pensar rápido en una excusa— lo que pasa es que perdí una apuesta y ahora tengo que hacer todo lo que me ordené por el resto del verano.

—¡Que torpe! —soltó una carcajada—, Dipper, nunca apuestes sino estas seguro que ganarás.

—Lo sé tío, pero yo pensé que de verdad iba a ganar, pero es un estafador —alce los hombros— así que ahora tengo que llevarle su helado a "su majestad" —hice mueca de asco, mi tío solo río.

—Vale muchacho, te veo en la cena, ve a atender al niño.

Cogí el helado y salí al patio lo más rápido que pude, lo que menos quería era toparme también con Ford y me reprimiera por no haber avanzado con la esfera en todo el día por culpa de Bill. Cuando llegué, la escena no podría ser más aterradora. Mabel y Bill parecían mejores amigas de toda la vida, como dos adolescentes de secundaria que se re-encuentran a su mejor amiga después de vacaciones.

—¡Shooting star, te lo juro! —decía Bill emocionado—, tienes que ir a esa dimensión un día conmigo es como un sueño hecho realidad para ti.

—Bill, ¿donde estuviste toda mi vida? —lo abrazó y eso solo me sacó de quicio, ¿no era consciente que era el mismo loco que trato de destruir el mundo entero?

—En otra dimensión, preciosa, en otra dimensión.

—Ya traje el helado —dije evidentemente molesto, cosa que ambos notaron.

—No te pongas celoso Dippy, Mabel es bestie, tú eres mi único crush —me sonroje furiosamente ante ese comentario y ambos rieron. Traición pensé, de la más alta traición.

—¡No estoy celoso! —dije tratando de disimular mi sonrojo— ¡Y aléjate de Mabel! Dijiste que no harías nada que ponga en peligro a mi familia!

—No lo estoy haciendo, estamos charlando como personas civilizadas, tal vez deberías aprender un poco de ella —sonrió— aunque debo admitir que te ves endemoniadamente lindo molesto —más sonrojo apareció en mis mejillas.

—¡Basta! —grité tapándome el rostro, me di la vuelta, respiré y hable de nuevo, esta vez ya más tranquilo—. No es tiempo de tus bromas, ¿cuándo vamos a empezar a buscar a mis padres? Hoy ya hice todo lo que me pediste por más ridículo que fuera y tú no has hecho nada de tu parte del trato y tú —señalé a Mabel—, ¿Dónde se supone que quedo el "no debíamos confiar en él" y "es demasiado peligroso Dipper"? 

—Dipper cálmate, no le estoy vendiendo mi alma, simplemente conversamos, digo si vamos a tener que pasar tiempo con él, especialmente tú sería bueno al menos llevarnos un poco bien, ¿no crees? —miré a Mabel confundido, ¿estaba hablando en serio? Esa niña a veces seguía sorprendiéndome.

—Además Pino, no te exaltes aún, claro que he cumplido con mi trato, ayer que salí de la cabaña ¿qué crees que fui a hacer? —me quedé callado— Pues a diferencia de lo que podrías pensar, fui a investigar por ahí a ver que podía obtener y tengo buenas noticias —sonrió triunfal, por lo que me enojé aún más, ¡llevaba todo el día con nosotros y no era capaz de decirnos nada acerca de nuestros padres!

—¿Y qué es? —preguntó Mabel emocionada, tenía un brillo en los ojos que no había tenido desde que mis padres habían desaparecido.

—Están sanos y salvos, no se preocupen no corren peligro —hizo un breve pausa—, desafortunadamente es todo lo que les puedo decir por ahora.

—¿¡Pero por qué!? —pregunte alarmado.

—Pues eso fue parte del trato —se encogió de hombros—, verán para conseguir esa información yo también tuve que hacer tratos que no quería, y una condición era que no podía hablar de ello, pero les puedo asegurar que están bien y que lo más seguro es que no tengan recuerdos de nada desde que se perdieron, por lo tanto —centro su mirada en mí—, no tendrán secuelas.

—Bueno, supongo que eso es algo —dijo Mabel desanimada, era evidente que eso no era suficiente para quitarle la preocupación, tampoco me la quitaba a mí.

—¿Y ya? ¿Eso es todo lo que nos puedes decir? —dije aún molesto, pero tratando de controlarme.

—Sí y agradecelo Pino, que tuve que hacer algunas cosas desagradables para conseguir esa información —hizo una mueca—, así que apúrate ya casi acabamos por hoy, solo te queda una cosa por hacer.

—¿Qué tengo que hacer? —dije esperando algo aun más humillante que masajearle los pies, él solo sonrió.

—Cárgame —mi cara era de confusión absoluta—, quiero que me lleves en tu espalda hasta mi casa, soy demasiado perfecto para caminar, así que a partir de ahora me llevarás en tu espalda todo el tiempo, a menos que yo te diga lo contrario.

—¡No, no haré eso!

—¡Tienes que! ¡Así que ahora cárgame! —y tenía razón, no podía negarme así que sin más remedio se subió a mi espalda como un niño emocionado y Mabel solo se reía de toda la escena, nos miraba como si se hubiera dado cuenta del mayor secreto del universo.

—¡Arre! —gritó efusivo y me golpeo en el muslo, puse los ojos en blanco y empecé a caminar hacia el bosque, hasta me percaté que no tenía ni idea de donde estaba su casa.

—Mmm... ¿dónde está tu casa? —pregunté algo incómodo.

—Ah cierto, aún no te he llevado a ella —¿acaso dijo aún?—, bien es sencillo, simplemente tienes que seguir el sendero que esta ahí, luego girar a la derecha en el cuarto árbol, avanzar cuatro pinos girar a la izquierda, luego a la derecha y luego dar tres saltos hacia el río. 

—¿Es en serio? —éste tipo estaba loco si creía que lo iba a llevar y hacer todo eso.

—Claro que no —rió—, simplemente camina hacia esa dirección y te voy guiando conforme avancemos.

Y así nos encaminamos al bosque, estaba atardeciendo y a pesar de que en mi espalda estaba un demonio psicópata rubio, me sentía tranquilo, al menos sabía que mis padres estaban con vida y eso, eso era un avance.

Esto no es lo que parece ||Billdip||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora