Capítulo 4

27.1K 3.3K 2.3K
                                    

—¿Planeas seguirme todo el tiempo? —habíamos caminado un rato dirigiéndonos a la Cabaña del Misterio y realmente me estaba empezando a inquietar que me siguiera.

—Bueno Dippy, ¿qué esperabas? Ahora estamos atados —dijo flotando a mi alrededor—, aparte aún tienes algunas tareas que hacer por mí.

—Agh, ¿ya tan rápido me tendrás de esclavo? —pusé los ojos en blanco

—Llevo años soñando solo con eso —puso una sonrisa ladina.

—Idiota —murmuré

—Escuché eso, chico.

—Ese es el punto —dije sarcástico—. Bueno pues cualquier cosa que tengas planeado como matar gatitos o robar dulces a los niños, tendrá que esperar un poco, llevó un buen rato fuera de la cabaña y tanto mis tíos como Mabel deben estar algo preocupados especialmente con la situación actual, lo último que necesitan es que crean que yo también desaparecí además estoy seguro que es casi la hora del almuerzo y Mabel no me perdonará si me pierdo la "comida especial de hoy" —comenté llegando a la cabaña—, así que supongo que te veré cuando termine.

—Me ofendes Pino, ¿qué tus papis no te enseñaron buenos modales? —hizo cara de ofendido.

—¿De qué estás hablando? —dije intentando entrar a la terraza de la cabaña pero por algún motivo Bill se detuvo un par de metros atrás.

—Para empezar ni me invitas a pasar y supongo que piensas que me quedaré esperando afuera como tonto, no puedo entrar a la Cabaña por el pelo de unicornio que usaron, ¿recuerdas? —parecía verdaderamente ofendido y usaba un tono como de ¿diva?—. Y encima, ¿ni me vas a invitar a comer? Que grosero eres y para que conste soy la diva más grande que vas a conocer ¡perra!

—Tú, ¿siquiera comes? —pregunté sorprendido, pero me dirigí a un costado de la Cabaña, supongo que podría quitar el pelo de unicornio, después de todo había dado su palabra, aún así estaría pendiente de él.

—Duh Pino, estar en la un cuerpo humano implica todas las necesidades humanas, por lo tanto sí, como, duermo, voy al baño, esa clase de cosas que no haría con mi forma normal, es una de las tantas implicaciones que tiene este cuerpo —una vez que quité solo un trozo del pelo Bill sonrió como si nada hubiera pasado.

—Bueno —murmuré algo avergonzado mientras estaba en el umbral de la puerta de la cabaña—, supongo que puedes pasar a comer... si quieres.

—¡Eso sería fantástico! —me hizo a un lado y entró como si fuera su casa.

—¡Espera! No puedes andar por ahí con esa ropa, te van a reconocer de inmediato o el tío Stan te agregará al museo, usa una otra cosa —por suerte no había nadie adentro que lo vea, por ahora.

—¿Qué te parece si no uso nada? —pero que idiota pensé, y el simplemente rió al ver mi expresión y se cambio a una ropa más casual.

—El parche también, Bill —bufó.

—Aburrido —dijo por lo bajo.

—Oí eso.

—Ese era el punto —me lanzó una sonrisa de suficiencia, touché.

Lo primero que noté es a Mabel y a Stan terminando de estafar a algún grupo de turistas. Stan había regresado a dirigir la cabaña ya que Melody se había embarazado y ella no quería criar a su hijo en un pueblo lleno de monstruos y criaturas peligrosas, al principio Soos había decidido quedarse a atender la cabaña e ir ocasionalmente a verlos pero luego se dio cuenta de que no quería ser como su papá y él si quería estar presente en la vida de su bebé así que dejó la cabaña a manos de Stan de nuevo, después de todo ya habían resuelto el problema de las anomalías de la Antártica y ya estaban algo grandes para seguir con esa clase de aventuras, entonces ahora Mabel era algo así como la "aprendiz" del tío Stan, desde el incidente de hace unos veranos habíamos llegado a la conclusión de que mientras yo aprendía cosas de mi tío Ford acerca de misterios y esas cosas, Mabel podría aprender del negocio de Stan, cosa que hasta el momento le estaba yendo bastante bien.

Apenas se fue el grupo, Stan y Mabel me atosigaron con preguntas acerca del muchacho rubio que venía conmigo, tuve que mentir y decir que era Bill Code (nótese mi gran creatividad para los nombres) y aunque Mabel se dio cuenta de inmediato que era Bill, no dijo nada; me sonroje furiosamente con la mirada que me lanzó Stan, como diciendo "¡Vamos chico, pudiste conseguirte algo mejor!", trate de ignorar tal acción y le dije a Mabel que la ayudaría con la comida a lo que me respondió que mejor me quede a atender a mi invitado y se dirigió a la cocina mientras Stan cerraba la cabaña por el almuerzo y se dispuso a ir buscar a Ford para avisarle que la comida estaba casi lista.

—Mmm... tú tío cree que soy tu pareja —dijo Bill muy serio—, no sabía que ya habías salido del clóset.

—¿¡Qué!? ¡Yo no soy gay! —dije totalmente rojo—, Stan tiene una idea equivocada de mí.

—Lástima pensé que podría aprovecharme salvajemente de ti —bromeo o al menos yo esperaba que lo dijera en broma.

Mabel llegó un rato después diciendo que la comida estaba apuntó de salir y que la ayudáramos a poner la mesa, en todo ese tiempo evite la mirada de Bill y la de Stan, ya que sabía que podría sonrojarme y no quería más dudas acerca de mi masculinidad o acerca de mi sexualidad así que simplemente serví la mesa en silencio y nos sentamos a comer.

Todo fue tan ameno, Ford ni siquiera pregunto acerca de Bill, lo saludo formalmente y luego simplemente se limito a comer en silencio, antes de terminar me dijo que tenía que hablar conmigo acerca de mis clases yo solo asentí se retiró antes que nadie, el resto de la comida fue hasta divertido Stan y Bill hacían bromas de todo tipo, usualmente burlándose de mí esa era la manera de sobrellevar la preocupación de mi tío mientras que Mabel se la pasaba haciendo suéteres, en solo hoy y ayer había hecho cerca de 10 y mi tío Ford se dedicaba a ser cortante y distante, yo solo reía de las bromas y fulminaba con la mirada a Bill, una vez que todos acabamos Bill me llevó afuera de cabaña casi a rastrar provocando risas en Mabel y una mirada seria de Stan.

—¿Qué es lo que quieres? Dame unos minutos solo veo que es lo que quiere hablar Ford y luego podremos ir a robar gatitos y matar niños, digo matar dulces y ¡agh! tú me entiendes —me dí la vuelta para entrar pero me detuvo.

—No, no te preocupes, mañana empezarán tus tareas, puedes ir con Seis dedos el resto de la tarde. Mañana estaré aquí a la 1, más te vale estar listo.

—Pero si no tenías ninguna tarea planeada, ¿por qué te quedaste a comer? —pregunté.

—Fácil —sonrío de oreja a oreja—, tenía hambre y no sé cocinar —se encogió de hombros.

—Dijiste que no habrían mentiras.

—Yo nunca dije que empezarías después de comer, solo te dije que tenías que realizar tareas por mí, tú sacaste tus conclusiones Pino, así que nos vemos mañana, recuerda, a la 1, no me gusta esperar —y se fue sin más.

Entré a la cabaña, aún pensando en todo eso, ¿Bill solo había entrado a comer y ya? Traté de no darle importancia y bajé al sótano con Ford, era hora de continuar con el entrenamiento.

—Dipper, te tengo una misión especial este verano.

Esto no es lo que parece ||Billdip||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora