Caminé un poco más rápido de lo que realmente debía, pero no podía tolerar aquello. ¿En que momento pasó que se me fue de las manos? ¿En que momento ______ se había vuelto a cruzar con Horan y habían comenzado a hablar y hablar… hasta que la charla los llevó a arreglar una cita para el viernes por la noche? ¡¿En que maldito momento?!
La divisé sentada hablando con Tay y Raffa. Me acerqué a ellas. Las tres se giraron a verme.
—Dejadnos solos —les dije. Mi prima arqueó una ceja.
—¿Perdón? —me dijo.
—¡Que nos dejéis solos! Que te largues Taylor—elevé un poco mi voz sin dejar de mirar a _______.
Ellas dos se pusieron de pie y se fueron sin decir nada. ______ no dijo nada, solo me miraba esperando a que yo dijera algo. Volvió su vista al frente y comenzó a hacer un poco de ruido con sus uñas al golpearlas levemente contra la mesa.
—¿Qué quieres? —me preguntó al fin después de un largo silencio. Me senté frente a ella, encontrando su mirada con la mía.
—¿Así que saldrás con Horan el viernes por la noche? —le dije en tono molesto.
No, no tenía que demostrarle que estaba molesto. Pero es que no…
—Si, ¿Cuál es el problema? —me contestó con toda la calma del mundo.
—Que apenas lo conoces —dije apretando los dientes.
—A ti también apenas te conocía y aun así me acosté contigo —dijo mientras clavaba sus perfectos ojos en los míos.
—No, no, nosotros si nos conocemos. Es más antes de… que pasara nos conocimos más aun.
—¿Sabes cuanto tiempo pasó hasta la primera vez que lo hice con Liam? —preguntó.
—No —le dije negando con la cabeza.
—Un año —sentenció y sonrió irónica —Me siento una sucia al decirlo, pero… tú lo conseguiste en un mes. Soy una cualquiera ahora, así que aceptar la invitación a cenar de un chico desconocido ya no es malo para mí. Además de que Niall es todo un caballero, no solo cuando esta vestido de traje, que de paso sea dicho, tampoco tú lo eras realmente…
—No, tú no eres una cualquiera —le dije.
—Así me siento Harry, me siento sucia, una entregada, una regalada, una cualquiera…
—Pero eso no es así…
—¿A no? ¿Y como es? ¿Cómo me ves tú? —me preguntó.
—Lo único que voy a decir, es que no voy a permitir que salgas con Horan —le dije mirándola fijo.
—¿No? ¿No vas a permitirlo? ¿Pero quien te crees? ¿Mi padre? ¿Por qué no puedo salir con él? Que yo sepa, no tengo nada con nadie. No le debo nada a nadie y soy totalmente libre de hacer lo que me da la gana…
Se puso de pie y yo también lo hice, rápidamente me acerqué a ella y la tomé de la cintura acercándola a mí. Mi respiración era algo agitada, la miré fijo a los ojos.
—¿Sabes porque no puedes? Porque no lo tolero, no lo soporto. No me cabe la idea de que otro te toque, de que otro te mire, te bese. No soporto pensar que otro pueda acariciarte, que tú acaricies a otro que no sea yo. No lo aguanto ¿entiendes? —le dije algo agitado.
—¿Y que tengo que hacer yo con todo eso? ¿Esperar a que se te pase y quedarme después sola como una estúpida cuando eso suceda? Harry, lo que pasó entre nosotros fue un error… no debió pasar y recuerdo cada palabra que te dije. Lo recuerdo todo, me dijiste que sabias que me iba a arrepentir y te dije que mi orgullo estaba ebrio para pensar en eso. Tú eres la debilidad de las mujeres Harry, ninguna puede resistirse a ti mucho tiempo. En algún momento iba a terminar cayendo y yo ya caí…