Capitulo 1.

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Ya han pasado seis meses desde que me envió el vídeo y lo sigo viendo diario. No podía dejar de verlo, no quería dejar de verlo, no debía dejar de verlo. Sentía que si pasaba un día sin verlo, sin ver sus gestos al hablar, sin ver su sonrisa, sin ver sus lágrimas, sin escuchar su risa, sin escuchar su voz, sin verla; la olvidare, olvidaré lo graciosa que se ve cuando hace gestos, olvidaré lo hermosa que es su sonrisa, olvidaré cuanto me duele verla llorar, olvidaré lo bonita que es su risa mientras trata de hablar, la olvidaré a ella. Y si la olvido a ella estaré rompiendo las promesas que hice; yo le prometí que no la olvidaría, le prometí que no olvidaría que me ama y me prometí a mí mismo que la esperaría y no la dejaría de amar, así que el romper todas esas promesas terminaría por romperme a mí también.

Aunque debo de admitir que estos seis meses no han sido nada fáciles, porque aunque la ame tanto como la amo sigo siendo un hombre que tenía una vida sexual activa. Yo no quería, quería seguir siéndole fiel pero los primeros meses fueron muy difíciles, me embriagaba con la idea de que ella volvería sin tener la menor idea de quién era y que tal vez no me querría de nuevo como lo hizo en un principio, y pues llegaban chicas y me enrollaba un poco con ellas pero cuando estaba a punto de "ir más allá" con ellas recordaba a Didi, recordaba que ninguna de ellas eran mi Didi y me enojaba.
Ciertamente me siento mal por no haberle sido fiel a Didi en este tiempo, pero en esos momentos estaba tan ebrio y no estaba completamente consiente de lo que estaba haciendo. Todo terminó cuando mi hermana me encontró en esa situación con una chica que odiaba a Didi, corrió a la chica y me pregunto porque hacía eso, le mostré el vídeo y llore todos los vasos de alcohol que me tome para no llorar, ella es la única que sabe lo de Didi. Así que estos último meses ya no he echo nada para serle infiel a Didi.

—Ángel, ya es hora de dormir, vamos —dijo mi hermana abriendo la puerta— ¿Otra vez viendo su vídeo? —hizo una mueca.

—No puedo dejar de verlo.

—Ya lo viste suficientes veces hoy, es hora de dormir, mañana hay instituto —se acercó a mí y jaló de mi brazo parándome del sillón.

Me llevo a nuestro cuarto —dormíamos en la misma habitación ya que solía tener pesadillas y no podía dormir solo. Ya sé, ridículo— y me leyó un libro de cuentos de Michael Ende que Aiden me había regalado. Estaba muy cansado así que antes de que mi hermana terminara el cuento ya sentía como los ojos me pesaban hasta que me quede dormido.

A la mañana me desperté sin ánimos para hacer absolutamente nada, puse el vídeo mientras me duchaba y me cambiaba, y lo vi una última vez antes de salir al instituto.

Maneje con mi hermana de copiloto tratando de distraerme, la deje en su escuela y me dirigí a la mía. Mi hermana es un par de años menor, a veces me siento algo ridículo porque ella es la que me está cuidando ahora que mi padre no está en vez de que yo la cuide a ella. Pero ella es mucho mas madura que yo, y sabe como manejar las cosas mejor que yo.

Otro maldito día en el instituto, no puedo soportarlo más, es extraño estar aquí sin ella. Ambos sabíamos que estaba mal que dependiéramos tanto uno del otro pero no nos importaba, pasábamos todo el tiempo posible juntos en la escuela, en la calle, mi casa literalmente era la suya y ahora que ella no esta aquí siento que no tengo a nadie, en si ya fue bastante difícil cuando su padre la cambio de instituto y solo ya no la veía aquí pero ahora... no le he visto ni una sola vez en seis meses mas que por ese video. Por suerte no soy un inadaptado y  tengo amigos y si estoy con ellos pero no es lo mismo, me había acostumbrado a ella; además cuando preguntan como esta Didi en "su viaje", tengo que mentirles contándoles unas supuestas historias que Didi me cuenta cuando hablamos por Skype, soy un asco mintiendo y comienzo a creer que Roy ya sospecha que les estoy mintiendo.

Olvídame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora