Capitulo 10 "¿Cita?"

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- Jack, mi padre, era militar - me dijo Diego con un tono de pesadez en la voz mientras miraba el camino y apretaba el volante con sus manos - él no me enseño a pelear, tuve que aprender sólo para poder defender a mi madre de los golpes que le daba cuando llegaba borracho a casa casi todas las noches, me volví lo suficientemente ágil y fuerte para poder enfrentarlo, trabajaba para poder mantenernos a mi mamá y a mí, Jack recibía pensión por parte de la militar pero siempre la gastaba en alcohol, aveces teníamos que quitarle un poco para poder comer y se enojaba como los mil demonios. Una noche salí con mis amigos, era muy tarde cuando regrese a casa, en el momento en el que entre... - suspiro y pude notar que sus ojos se ponían tristes - vi a mi mamá tirada en el piso, golpeada, sin fuerzas para levantarse, en ese momento me di cuenta que si seguíamos con él, un día iba a matarla, la acomode en el sofá mientras iba por todas nuestras cosas, Jack estaba tirado en su cama totalmente borracho, apestaba a alcohol y mis ganas de ahorcarlo en ese momento eran muchas, pero yo no era así, tome la poca ropa que mi mamá y yo teníamos, agarre el dinero que había ahorrado mientras trabaje y salimos de esa casa, llevaba ahorrando mucho tiempo para ese momento, el momento en que nos fuéramos y comenzáramos de nuevo, tomamos el primer autobús a California, conseguimos una casa, mi mamá encontro un trabajo, empezamos de cero, creí que podríamos ser felices por fin, dejando el pasado atrás, pero Jack - pude notar que ahora su mirada emanaba irá - nos encontró, seguro nos estuvo buscando como loco, no sé que rayos quiera de nosotros, no sé porque nos quiere de regreso pero estoy seguro que no volveremos - Diego dijo esto con tanta seguridad que estaba segura de que haría lo que fuera para quedarse y no sabía si eso era bueno o malo - además, ahora tengo una buena razón para no querer irme - volteo a verme mientras me sonreía, agradecí que todo estuviera oscuro porque sino hubiera notado el rubor en mis mejillas.

Nos encontrábamos en frente de mi casa, con el motor apagado, cada uno en su asiento mirando al suelo en completo silencio, revise mi celular sólo para confirmar que era demasiado tarde, las 4 am no era exactamente una hora en la que mi madre me permitía regresar a casa pero agradecía que en estos momentos se encontrará de viaje con papá por motivo de su aniversario.

- Abril... - su voz era triste - perdoname por haberte metido en esta situación, no era mi intención, yo no quería... yo no quería que tú vieras eso, e intentado escapar de mi pasado, e querido olvidarlo pero no puedo y ahora tú lo sabes - cuando me dijo todo esto entendí que él no quería contarle eso a nadie, no quería que nadie supiera de donde venía, incluso entendí que yo era la ultima persona a la que le hubiera gustado contarle esto, así que sólo me acerque a él, note como sus ojos se abrían mientras más me acercaba y lo abrace, su cuerpo se tenso al momento de que nuestros cuerpos se juntaron pero poco a poco fue relajándose y envolviendome entre sus brazos, sumiendo su cabeza en mi cuello, no nos dijimos nada porque ese abrazo lo dijo todo, no sé cuanto tiempo estuvimos así pero sentí la necesidad de no separarme de él nunca, podía oler su esencia, sentir sus brazos al rededor de mí y eso me gustaba. Nos separamos y baje del auto no sin antes darle un beso en la mejilla, antes de que entrara a mi casa nos volteamos a ver para sonreirnos, el arranco y yo cerré la puerta.

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La semana había pasado con normalidad después del percance del domingo, tomaba las clases de Historia y Bilogía con Diego pero esta semana no lo había visto en ninguna, ni siquiera me había mandado un mensaje, estaba preocupada y enojada al mismo tiempo ¿qué se creía? Después de lo que paso, de lo que me dijo, ¿ahora simplemente desaparece?

Camine hacía mi casillero para tomar los cuadernos de mi ultima clase del día, Historia

- ¿Abril Fisher? - me dijo un chico que estaba parado al lado de mí, me di vuelta para verlo mejor, era alto, delgado, con cabello castaño lacio y bien peinado hacia arriba, tenía unos ojos negros lindos, estaba simpático

- Sí, ¿tú quien eres?

- Oh lo lamento, mi nombre es Paul Myers, soy de segundo grado y me dijo la señorita Robinsón que viniera a buscarte para el comité que organiza el baile de disfraces que será dentro de un mes

¡Rayos! Había olvidado que me inscribí al comité, quiero ganar puntos para que me sea más sencillo entrar a la universidad y meterte a un comité era la manera más fácil de hacerlo.

- Habrá una junta después de clases en el auditorio de la escuela, es importante que vayas para comenzar a organizarlo todo y que quede de la mejor manera posible - me dijo con una gran sonrisa, como sí realmente estuviera emocionado por el baile

- Umm, sí esta bien, iré después - me dirigió una sonrisa y se fue, cerré mi casillero y pensé en las cosas que podría proponer para el dichoso baile de camino a la clase de Historia. Cuando entre en el salón vi a Diego, sentado en la mesa del fondo estaba leyendo un libro del cual no pude ver el nombre, levanto la vista y me sonrió, me dirigí hacía él notando una caja azul en mi lado de la mesa con un bonito moño blanco

- ¿Qué es esto? - le pregunte, quería romper la envoltura en ese momento para ver que había adentro, pero controle mis instintos cavernícolas y espere a que me explicara

- Saldremos hoy en la noche Abril - me dijo con una sonrisa que emanaba felicidad en su rostro

- ¿Saldremos? - estaba confundida, ¿cómo que saldríamos? ¿cuándo me había preguntado?

- Sí - se giro para poder estar justo enfrente de mí y me agarro las manos, su tacto me puso muy nerviosa, sus manos eran cálidas y fuertes - Abril, te invitó a salir en una cita - ¿Cita? Definitivamente hoy sería una noche increíble

Deja De LucharDonde viven las historias. Descúbrelo ahora