Deja De Luchar

Capitulo 4 "Lo había logrado"

- ¡¿QUÉ?! - grito Hanna después de que le contara lo sucedido con Ryan, si bien a ella le gustaban varios chicos la verdad era que ninguno de mis novios le agradaba, siempre decía que ninguno era suficiente para mí y que me merecía más

- Deberías hablar con él Abril - opino Leila de una forma calmada como siempre lo hacía, ella era más bien tranquila y sólo se limitaba a hacer pequeños comentarios sobre los chicos con los que salia

A Leila la había conocido el primer día de clases y Hanna había llegado en segundo año, aunque al principio no eramos tan unidas llegamos a ser las mejores amigas en tan sólo unos meses, y ¿saben? Hay muchas cosas que presumir en el mundo, pero si de algo yo me sentía orgullosa era de tener verdaderas amigas como ellas, tuvimos varios problemas en la secundaria pero siempre una al lado de la otra y sin duda esas eran cosas que nos hacían unirnos más

- Pero y sí me miente? Yo sé que Ryan me quiere, vamos niñas, no lo creo capaz de engañarme, ¿o sí? - les dije un poco dudosa

- Yo tampoco, desde que eran amigos se notaba el cariño que te tenía Abril - me dijo Leila

- Abril de los hombres espera lo TODO - comento Hanna haciendo énfasis en la palabra "todo" sí bien ella no había estado con tantos chicos tenía varios amigos, y vaya que conocía de pies a cabeza las cosas de las que eran capaces los hombres

- Bueno - me levante de mi cama - ¿quién quiere ver una película y comer palomitas? - ambas me vieron y la comisura de sus labios se levantaron, yo sabía perfectamente que eso no era algo que debía preguntarles porque simplemente la respuesta seria un SÍ siempre

Se dieron las 10 y ambas se fueron a casa, estaba exhausta así que con sólo tocar mi almohada con mi cabeza caí perdida

De nuevo me levante en cuanto sonó el despertador, me metí a darme una ducha para bajar a desayunar

- Buenos días mamá

- Buenos días hija

Mi madre era un mujer verdaderamente increíble, me encantaba salir con ella o incluso quedarme en casa platicando pero su trabajo era algo que no se lo permitia mucho, era agente de vienés raíces y casi nunca se encontraba en casa, incluso aveces se iba por días, mi papá también era todo un personaje, muy divertido y productivo, nunca podía estarse quieto, a él tampoco lo veía mucho, era trabajador de una gran empresa por eso casi siempre estaba de viaje haciendo negocios, como ahorita por ejemplo, se encontraba en Estambul firmando un contrato, no me molestaba que los dos salieran, eso me había permitido ser más independiente, lo que me molestaba era que no me llevaran con ellos, sí, estaba la escuela, pero vamos, faltar unos cuantos días no hacia daño, además de que yo siempre había llevado buenas calificaciones

- Lista para irnos Abril?

- Lista

- Bien, sólo dejame subir por unas cosas

- Sí mamá - en cuanto ella desapareció en el piso de arriba sonó el timbre - voy - conteste, y en cuanto abrí la puerta vi a Diego, parado ahí con una perfecta sonrisa blanca, vaya, no me había dado cuenta de eso hasta hoy, y vaya que era perfecta

- Hola Diego

- Hola Abril, mmm oye, no quisieras que te llevará al colegio? - lo dijo con un tono nervioso que hizo que me pareciera lindo

- Mmm, espera - me metí en la casa para gritale a mi mamá - ¡Mamá un compañero a venido por mí! ¡Él me llevará, llego al rato!

- Un momento jovencita - pude escuchar la voz de mi mamá decir esto antes de que yo saliera por la puerta - Quién es tu compañero? - gire los ojos antes su falsa sobre protección pues mi mamá sabía que yo no era de malas amistades

- Se llama Diego mamá, es un compañero del colegio - dije abriendo la puerta para que mí mamá pudiera verlo

- Mucho gusto, me llamo Rosaline - le dijo a Diego estrechando su mano

- El gusto es mío señora, mi nombre es Diego

- Sí sí, basta de formalismos, llegaremos tarde, vámonos - dije tomando a Diego por la muñeca y dirigiéndolo al auto

El camino de mi casa al colegio era un poco tardado por lo que nos dio tiempo de conversar un poco, bueno, conversamos bastante

- Entonces, sólo somos compañeros? - me pregunto Diego con un ligero tono cómico

- Sí, o no? - le dije riendo

- Seremos lo que tú quieras Abril - lo dijo con una sonrisa ladeada que dejaba ver un hermoso hoyuelo en su cachete

Confirmado, sí lo que quería hacer era sonrojarme lo había logrado y él se había dado cuenta de eso. Llegamos al colegio y cada quien se fue a su salón respectivo, no sin antes dirigirnos una sonrisa de "espero verte después"