Capitulo 7

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Después de una hora de suplicas y ruegos para que Jared aceptara venir a comprarse ropa, lo hizo, bajo del auto y entro a la tienda.

Ahora estoy esperando que salga del probador con uno de los conjuntos que escogí para él, pedí a James que me acompañara en esto, necesitaría la opinión de un hombre.

Jared salió del probador, se paró frente al gran espejo que había junto a nosotros y se quedó mirand, arreglando su cuello y girando para verse el trasero o donde se supone, deberia estar.

-No, me gusta – dijo al ver cómo le quedaba el conjunto, james y yo nos miramos, suspirando frustrados.

-Vamos Jared – dije levantándome y parándome junto a el – solo mírate, no es un traje pero te quedan bien. Asi es como se visten los jovenes, estos son jeans – dije explicándolo en forma divertida – en si te queda bien el vestirte medio informal.

-Le queda bien señor –agregó James dando un paso.

-Bien, podría acostumbrarme – dijo, mirándose en el espejo.

-Muy bien – dije con una enorme sonrisa – iré por mas conjuntos y zapatillas, ya vuelvo– me retire antes de que me detuviera.

Jared se tapó su cara con las manos, negando con ella, james y yo nos reíamos por tal acto, jale la mano de James así me ayudara a elegir los colores de las prendas ya que el llevaba más tiempo con mi novio, sabría qué colores usa o le agrada, aunque me puedo atrever a decir que no sale de la gama de  negros y el grices, mientras que Jared se cambiaba por su ropa.

-¿Señora? – pregunto james, yo me limite a mirarlo furiosa– Kendall – inmediatamente corrigió.

-¿Que pasa james? – pregunte

-Hace once años que trabajo con el señor Jared, jamás lo vi tan contento, bueno... – rasco su nuca nervioso – él era frío, nunca llevo a una chica a ninguno de sus hoteles y  tampoco quiso que ninguno de nosotros la llevemos de regreso a su casa. Un taxi se encargaba de llevarla y sobre todo se iba antes que ella – me sentía algo incomoda por lo que contaba James, como tenía el corazón de hacer eso? era una chica igual que yo– Él ha cambiado mucho desde que esta con usted, pero no para mal – dijo en el momento que lo mire, y largue una risita tímida – hace mucho que el señor no reía, siempre fue muy serio, estricto, se apegaba a ser como su padre, frio y calculador, un hombre solamente dedicado a su trabajo. Nadie hubiera llegado a imaginarse que lo veríamos comprando prendas que no sean de sus estilistas. Señorita Kendall, usted ha dado un giro en la vida del señor

-Sabes James...?– dije mientras miraba una campera de cuero – La verdad aun no me explico cómo es que Jared aún sigue conmigo y no me a botado, juro que nunca pensé en que una persona como él se fijaría en mí, yo no había escuchado su nombre hasta el día en el que me entere de que estaba embarazada y sabía que el bebe era de él. Solo sabía su nombre, y cuando llegue a la dirección donde me llevo su tarjeta me di cuenta de que estaba por tratar con una persona importante

-Eso es lo que la distingue. Usted a diferencia de las demás, no se fijó en el por su dinero, ni tampoco por los privilegios que tiene al salir con él, las otras chicas solo acudían con él por el simple hecho de que querían figurar en una revista. Usted no vino con ninguna de esas intenciones, me di cuenta de eso, el día en el que Jared tuvo que obligarla a subir al auto para que fuera al ballet – reí a recordar el día - ese día me fije detenidamente y me di cuenta que no eras como las demás chicas plasticas con las que salía mi jefe.

-Es por ese el motivo en el me fije en ti – intervino Jared, mis ojos y los de james se abrieron como platos al oír su voz, giramos y lo vimos apoyado en una de las paredes, había estado escuchando cada una de las palabras que habíamos dicho– por tu manera de mirar las cosas, cada una de las cosas que dijo James son verdaderas. Las demás chicas se acercaban a mí por la plata, sin embargo a ti hay que pedirte por favor que uses tu tarjeta, o que le saques el polvo a la tarjeta por lo menos.

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