Carta 32

51 6 4
                                    

Hola, idiota:

        Como ya se había arreglado el problema entre ustedes, o eso pensaba. Pues decidí estudiar con tigo para los exámenes finales para no aburrirme estudiando sola.
Nos reunimos con Laura para estudiar estos últimos días. Has estado muy serio últimamente y a Chase ni le hablas pero al menos no discuten como antes. Para estudiar siempre íbamos a casa de Laura o a la tuya y llevábamos los apuntes de todos los días. Pero hoy, yo no podría ir, porque mi hermano consiguió un trabajo hace unas semanas y como recibiría su primera paga, pues quería ir a cenar a su lugar favorito con migo.

Como ayer faltaste a clase de matemáticas, me pediste mis apuntes esta mañana. Como buena persona te prestaría mi cuaderno, pero como estaba con ambas manos ocupadas llevando en una mi soda y en la otra mi sándwich pues dejé que la buscaras por mí, abriste mi mochila, sacaste el cuaderno, serraste la mochila y corriste porque ya sonaba el timbre para tu primera clase. Fue eso un terrible error.
Nunca me fijé que cuaderno tomaste y mucho menos si era el correcto. Había olvidado por completo que tenía dos cuadernos que decían matemáticas porque ya me había acostumbrado a usarlo para cartas.

No me percaté hasta que ya guardaba el cuaderno de la última clase cuando me decidía a escribir una carta. Al sacar el cuaderno me doy cuenta que es el verdadero y me paralizo. Como ya era hora de salida salgo rápidamente por la puerta del salón corriendo por los pasillos para buscarte. No te encuentro y decido ir a tu casillero. Lo abro pero no veo el cuaderno y me agito. -"¡Oye!"- escucho tu voz detrás de mí y de un salto sierro el casillero cubriéndolo con mi espalda. -"¿Que haces con mi casillero?"- preguntaste seriamente. Cualquiera diría que estabas enojado. -"¿Yo?... nada"- dije intentando cubrir mi rostro. -"¿Qué? ¿Ya se te contagió lo mentiroso de Chase?"- dijiste aun serio soltando un suspiro. -"¡Chase no es un mentiroso!"- respondí enojándome por tu comentario cruzada de brazos.
Te acercaste a mí lentamente y yo solo te miraba confundida. Tomaste rápidamente mi rostro con tus manos y me besaste. Reaccioné rápidamente y te empujé fuerte haciendo que retrocedieras unos tres pasos lejos de mí. -"¡¿Qué crees que haces, idiota?!"- pregunté atónita pasando fuertemente mi antebrazo por mis labios. -"Sólo quería ayudarte."- -"¿Ayudarme? ¿Quién te crees?" - -"Te advertí desde un principio sobre Chase. Él nunca toma a nadie en serio, lo conozco lo suficiente como para saber que esto no es una excepción."- me detengo por un segundo para darme la vuelta pero me detuviste. -"Mira, no quiero pelear ¿si? Bueno, creo que estabas buscando esto."- me diste el cuaderno de cartas y te entregué el verdadero. Ya se me había olvidado.

      Tú me das muchas dudas.

Att:
Kariana

Hola, idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora