Enemigos bajo el mismo techo

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Jeremy volvió temprano a su nueva casa.

Desde que había dejado el hospital se vio forzado a vivir con Upshur mientras cumplía condena.

A pesar de que ambos se aborrecían, Miles había sido muy amable con él.

Pero aun así lo odiaba.

Arrogante reportero de mierda que metía sus narices donde no le llamaban y...

-Blaire....voy a pedir una pizza, comes peperoni-

-prefiero las anchoas...-

-perfecto peperoni será...-

-para qué diablos me preguntas y harás lo que quieres Upshur...-

-me gusta molestarte Blaire, y pienso aprovechar cada segundo del día para hacerlo...-

Solo pudo mirarlo con odio, sabía que no podía hacer nada contra Upshur.

Ya tenía demasiados problemas con la ley como para hacer cosas estúpidas como golpear a Miles quien era el que lo mantenía fuera de prisión.

Las siguientes semanas fueron un martirio para ambos, viviendo juntos compartiendo habitación y pasando cada maldita hora de cada maldito día juntos.

Pero lo peor fue aquella tarde cuando después de que su oficial de guardia le visitara decidió tomar un baño.

Estaba tan fastidiado por todo el interrogatorio, y solo quería tomar una fresca ducha en la tina.

Se desvistió en su cuarto y entro con solo una toalla en mano al baño, pero no espero encontrar a Miles durmiendo en la tina.

Jamás en sus años de conocer a Upshur imagino encontrarlo así.

Desnudo, con esa morena piel cubierta por pequeñas gotas de agua, con sus ojos relajados y esa respiración acompasada.

Dios se sentía enfermo al notar que su entrepierna reaccionaba a la imagen de ese hombre tan vulnerable.

Salió corriendo del baño y prácticamente se encerró en el closet.

Debía terminar con la tortuosa sensación que el cuerpo de Miles Upshur le había causado.

Miles por su parte estaba igual o peor, había podido observar a Blaire salir desnudo del baño como si el alma se le escapara del cuerpo.

Qué diablos pensaba al excitarse con solo la imagen de Jeremy y su ancha y fuerte espalda, por no hablar de ese trasero que...

Miles se hundió en el agua para calmar sus ideas.

Las siguientes semanas ayudaron a despejar sus ideas, pero no como Miles deseaba.

Cada día que pasaba perdían más oportunidades de encontrar a Waylon.

También había podido conocer a Jeremy y ahora sentía más empatía con el hombre, sobre todo después del último ataque de parte de la madre de este.

Una mujer aún más despreciable que el antiguo Blaire, arrogante y con un vocabulario bastante extenso para describir a su pobre hijo.

Miles jamás justificaría los actos de Jeremy, pero ahora que veía que el también sufría y que le apoyaba, no iba a permitir que esa horrorosa mujer viniera a su casa a atacar a su "amigo".

Incluso habían tenido que levantar una orden de restricción contra ella, después de que dejara esos profundos arañazos en el brazo de Jeremy.

-ella tiene razón...-

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