El comienzo

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Suena la alarma. Un jodido día más. Me siento en el borde de la cama y veo como la luz del sol entra por mi ventana. Me levanto de mala gana y me dirijo hacia el sanitario. Miro el reflejo del espejo y solo veo a una chica gorda y fea, me aparto inmediatamente del espejo, porque sé, que si sigo viendo mi reflejo comenzaré mi ritual para librarme de mis pensamientos por un momento y seguir con mi vida de mierda. Siento mucha ansiedad, ya que no suelo verme al espejo, me deprime aún más. Tomó mi liga de hule, y comienzo a sentir paz en mi interior. Me doy un par de ligazos en mi muñeca, me moderó porque hoy esta mi madre en casa.

Salgo del sanitario, me pongo una camisa negra de manga larga, unos jeans desgastados y unos tenis negros. Tomó mi mochila y bajó rápidamente las escaleras. Entro a la cocina y saludo a mi madre, abro el refrigerador y tomó una manzana que seguramente no voy a comer, pero no quiero preocupar a mi madre. Hoy tengo bastantes cosas pasándome por la cabeza que ni siquiera le puse atención a lo que dijo mi madre. Salgo de la casa y me dirijo hacia la parada del autobús. Me siento en la parte de atrás y sigo pensando demasiado, con mi vista perdida y cuando menos lo pienso, ya estoy parada frente a la escuela, mi mente se despeja, y ¡Oh mierda! Me quiero ir de allí, no se porque salí de la cama.

Me fui a un parque cercano, hoy me siento tan mal que no pienso aguantar el constante bullying de mis compañeros hacia mi. Me siento a la sombra de un árbol, y no se porqué, pero se me vienen recuerdos a mi mente, el como empezó todo esto.

Mi depresión comenzó a mis escasos 11 años, cuando mis padres decidieron divorciarse, me sentía tan triste que me fui aislando poco a poco. Me sentía tan sola, ya que mi madre tuvo que empezar a trabajar y debido a mi aislación mi padre dejo de hablarme. A mis 12 años empecé a autolesionarme, haciendo cualquier cosa para quitar mi dolor emocional, aunque solo fuera por un par de horas.

A los 13, mi madre me dijo que debíamos mudarnos a un apartamento mas pequeño, ya que mi padre no podía darnos mas dinero y con lo que ella ganaba no hacia mucha diferencia. Aunque yo sabia que mi padre ya estaba con otra mujer dándose todos los lujos, y yo, su única hija, viviendo miserablemente.

Y aunque íbamos mejorando económicamente, yo me sentía aún mas sola, ya que mi madre trabajaba mas horas. Comencé mi adolescencia con depresión, sintiéndome (y estando) sola, me sentía tan gorda y fea, aparte de granienta, que aparte de toda la mierda que ya cargaba encima se sumo algo mas, la baja autoestima.

Entonces, conocí a una amiguita, se llama Mia (Bulimia), pero nuestra relación no duro mucho, ya que mi madre nos descubrió.

Ahora a mis 16, todo eso se ha multiplicado por 1000, y hasta he pensado en irme a dormir por siempre.

-D E P R E S I Ó N-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora