Capítulo 8: La familia feliz.

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Las cosas se calmaron cual océano en verano, pero de la nada llegaron las olas, estas llenas de mentiras.

Lo de Bobby y el supuesto beso fue noticia de unas semanas, luego de eso ya nadie se fijaba en que es lo que hacíamos. No se porque hace esto, la rubia volvió a calumniar mis actos.

Esta vez se paso, según ella nos vio a Derek y a mi, en el coche haciendo cosas indebidas. Ya estaba harta. Mamá no sabe nada sobre lo que pasa ya que no quiero preocuparla, bastante tiene con su trabajo y con lo que alguna vez pasamos.

Sentía calor, me dirigía a la casa del pelirrojo. Su apoyo me ayudaba a no perder la cordura. Si fuera por mi, el rostro de la rubia ya estaría completamente desfigurado.

¡Estoy enfadada!

Hoy Theo cenaría en casa. Estamos trabajando en nuestra relación padre - hija.

Toque la puerta, Derek me recibió. Justo cuando pase la puerta su codo impacto en mi pecho. El aire apenas y estaba presente, ya me encontraba en cuclillas. El dolor era algo indescriptible.

Su rostro era uno de preocupación. Volvieron a tocar la puerta, eran Nathaly y Connor. Al verme en el piso, la chica con rizos, se acercó ayudándome.

Me llevo a la sala, se que el dolor seguirá por unos tres días.

-Mierda.-solté, alguna vez llegue a escuchar que soltar palabrotas era bueno para así reducir el dolor.-Estúpido.

-Y.yo lo lamento. Tu mas que nadie sabes que soy distraído.-con la mueca de dolor aún impregnada en el rostro asentí.-¿Te lo sobo para que deje de doler?

Todos estaban estáticos, lo mire como diciendo Really nigga. Sobarme el pecho. ¡IU, NUNCA!

-¡Aléjate de mi pervertido!

-Yo sólo quería ayudar.-se encogió de hombros.

Me límite a no decir nada más. Recostada en el sofá con la vista en el techo me puse a pensar en que es lo que haría con Naomi. Ya me canse de todo este teatro. Ella era el lobo disfrazada de caperucita roja. Ella era la madrastra malvada y yo Blanca Nieves.

Hasta ahora la opción más aceptable era la de preguntarle el porque divulgaba tales barbaridades. Preste atención a lo que decían los chicos, al parecer se realizaría una fiesta de Halloween. Odio el 31 de octubre, desde niña. Me parece ridículo todo, o es que en el fondo -muy en el fondo- soy un poquito amargada.

¿Amargada yo? Que chiste. No lo creo, simplemente no me gusta.

Recibí un mensaje de mamá, debía ir a ayudar un poco. Por lo menos colocar las servilletas para la cena.

En cuanto al pelirrojo, se convirtió en taxista por unos veinte minutos. Connor se presto en acercar más a Nathaly, ya que su casa estaba hubicada a las afueras de la ciudad y pues bueno ya casi era hora del "momento familiar"

Siempre me imagine como seria mi vida sino hubiera pasado por esas enfermedades. Como seria mi vida si mi padre no me hubiera abandonado. La conclucion corta sería, una vida feliz.

Pero el libro con la historia bonita no me tocó leer. El libro que tengo está entre terror y tristeza.

Trato de tener una sonrisa siempre en el rostro, pero es difícil.

Trato de no parecer cansada y preocupada, pero es tan difícil.

Llegamos, me despedí y con un pequeño trote me encontraba yendo a la cocina.

Lo primero que visualice fue a mi madre un tanto alterada. Cabello alborotado, con desesperada expresión. Me preocupaba que Theo hiciera todo esto solo para volver a lastimarnos.

El Cuerpo Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora