Capítulo 5: Ideas

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La luz del sol empieza a molestar mis párpados así que me doy la vuelta para evitar fruncir el ceño y volver a descansar cuando siento una mano recorrer mi espalda sensualmente. Es entonces cuando recuerdo donde me encuentro y lo que pasó anoche, cuando Peeta me besó extraordinariamente, y una sonrisa aparece en mi rostro.

- Buenos días preciosa. - ronronea cariñosamente cerca de mi oído.

- Buenos días Peeta. - le digo aún sin abrir los ojos, pero sé que él está estudiando cada facción de mi rostro.

Pasa un rato para que yo abra los ojos pero cuando lo hago hay un par de ojos perfectamente azules observando otro par de ojos grises grandes.

- Tienes unos hermosos ojos Katniss. Siempre me he fascinado con tus ojos tan grandes y misteriosos. - me dice de la manera más dulce posible.
- Sí que sabes como hacerme sonrojar. Aunque no hay ojos que se comparen a los tuyos. Ni siquiera el color del océano es más intenso que tus ojos azules. - no sé cómo pude decir un cumplido sin tartamudear pero supongo que Peeta me da esa confianza.

Cuando estoy con Peeta, no hay palabras que describan como me siento exactamente. Solo sé que me brinda confianza para expresarme en cualquier lugar donde estemos, me siento amada y especial. Nos amamos mutuamente y el miedo y la pena se van.

Jamás creí que algún día llegara a sentirme así de nuevo o incluso por primera vez.

- Me encanta cuando me hablas así. - me dice y yo simplemente sonrío y me cubro el rostro tímidamente

Peeta suelta una risita y se levanta de la cama, dejando ver sus fuertes brazos tonificados.

- ¿A dónde vas? - le pregunto, aún en la cama, algo preocupada. ¿Hice algo mal?

- A preparar el desayuno. ¿No vienes? - me contesta.

- En realidad no se cocinar. - le confieso mientras veo tímidamente mis manos.

- Vamos, te enseño. - me ofrece su mano y bajamos juntos a la cocina que es casi igual a la mía, excepto que aquí si está ordenado.

Decido simplemente recostarme sobre la pared de la cocina para observar a Peeta mientras va y viene de un lugar a otro buscando sus utensilios e ingredientes para cocinar lo que sea que tenga planeado hacer. Es cuando le pregunto:

- ¿Qué es lo que vas a cocinar?

- VAMOS a cocinar unos bollos de queso - me dice, haciendo énfasis en el 'vamos'

- Peeta, ya te dije que no se cocinar. - le repito

- Y yo ya te dije que te voy a enseñar. - me dice amablemente. - Ven vamos a hacer la masa para el pan.

Me enseña como preparar los bollos de queso paso a paso muy pacientemente, y cuando necesito ayuda para mezclar los ingredientes me toma de la mano.

La mañana transcurre tranquilamente, al igual que el desayuno. Aunque justo cuando estamos por lavar los platos Peeta me dice:

- He estado pensando en reconstruir la panadería.

La panadería de su familia. Su difunta familia y la destruida panadería. Me imagino la cantidad de recuerdos que Peeta tiene de su familia y de la panadería, desde recuerdos de como decorar las galletas hasta recuerdos de tardes con sus hermanos, ahora probablemente solo viven en las pesadillas y en el corazón.

Desde que vine al distrito no me fijé como estaba aquel montón de escombros, en realidad no sé si Peeta ya lo vio. Tengo la sospecha que aún no.

- Es una idea maravillosa Peeta. ¿Puedo ayudarte con eso?

- Si. Gracias Katniss. De hecho, hoy pensaba ir a ver sus condiciones para la remodelación, y los materiales que vamos a utilizar, la gente que vamos a necesitar para llevarlo acabo; pero necesitaré alguien que este a mi lado.

- Toda la vida, Peeta. - le doy un corto beso en los labios

- Lo mismo digo yo, Katniss. - esta vez me da un beso en la frente.

Salimos de la casa de Peeta tomados de la mano y noto que casi toda la gente del distrito nos ve. No de una mala manera, simplemente nos ve pero algo me dice que están felices por nosotros. Sin embargo trato de ignorar a las personas así que bajo la mirada al suelo. Cuando llegamos, no tengo palabras.

No logró salvarse nada. Aún se pueden distinguir un par de hornos eléctricos fundidos y el resto son escombros y cenizas.

Mis pensamientos van directamente a Peeta.

Puede que Peeta sea fuerte físicamente pero empiezo a creer que es aún más fuerte de corazón, por la fuerza que tiene para aguantar el dolor más fuerte de todos; la perdida.

La pérdida de su familia entera, de su único amor, de su dignidad, de su pierna y de su memoria.

Siento el impulso de abrazarlo y lo hago al instante así como el me devuelve el mismo. No digo nada por el momento porque me quedé sin palabras. Simplemente nos abrazamos hasta que Peeta dice:

- Quiero ir a casa Katniss

Y sin decir alguna palabra nos dirigimos a casa. Cuando llegamos a la Aldea de los Vencedores, Peeta me detiene.

- Podemos ir esta vez a tu casa, la mía me trae muchos recuerdos mi familia y no quiero pensar en ello ahora.

Definitivamente es igual a mí en ese sentido.

Aveces tenemos que escapar de esa fábrica de pesadillas a la que llamamos hogar.

- Sabes que si Peeta. - y es cuando nos dirigimos a mi casa.

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!LO SIENTO TANTO POR NO HABER ACTUALIZADO ÚLTIMAMENTE!

No pude actualizar porque hace unas semanas fue mi recital de danza española (así es, tengo 11 años de estar bailando) y estuve ensayando de lunes a viernes de 3:30pm a 7:30pm, los sábados de 6pm a 7pm y domingos recibiendo clases de aeroyoga (así es, estoy bien mamada *fortachona*) de 8:30am a 12pm.

Después del recital estuve de fiesta en fiesta y también estuve en una relación con alguien y terminamos hace poco (lo corté porque era un puto jaja)

Espero que estén disfrutando la novela y dejen en los comentarios si quieren que agregue algo.

En fin, aquí les dejo el capítulo y saben que los quiero!

-lizie

Katniss & Peeta: Growing Back Together Donde viven las historias. Descúbrelo ahora