Capitulo 35

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Suspiré pesadamente, para después empezar a dirigirme de nuevo a la habitación en donde Damián se encontraba, al parecer él aún no tenía intención de despertar y como yo prácticamente ya había dormido casi todo un mes, mis ganas de dormir se habían esfumado, me senté alado de Damián y aprovechando que él tiene el sueño pesado, comencé a ver una maratón de películas para pasar el tiempo, fueron pasando las horas, para entonces ya era la madrugada y Damián aún no se había movido siquiera, y como estaba dando mi película favorita la cual también estaba en mi escena favorita, hice lo que toda persona normal haría, saltar en la cama mientras cantaba
- SOY UN CACAHUATE... ERES UN CACAHUATE... TODOS SOMOS CACAHUATES... CACAHUATE CACAHUATE SIII - empecé a cantar a la vez que Bob Esponja pero en uno de mis saltos resbale y caí a lo bestia al suelo
- Mierda- dije mientras me frotaba la frente
Al terminar de ver la película, apague el televisor ya que comenzaba a aburrirme, mire a Damián esperando a que reaccionara o despertase, pero seguía sin moverse 
- Vamos, despierta- dije exasperada ya que empezaba a preocuparme
Me levante dispuesta a dirigirme al balcón para ver la vista desde ahí, pero algo me detuvo antes de siquiera poder pararme, Damián se encontraba sosteniendo mi muñeca firmemente
- Ha despertado- dijo Marta
- Si no me decías no me daba cuenta- dije sarcástica
- Tarada- dijo Marta mientras revoleaba los ojos
Me acerqué a Damián esperando a que reaccionara, pero solo seguía sujetando mi muñeca sin moverse, apoye mi cabeza en su pecho para oír los latidos de su corazón, pero note algo curioso, coloque una de mis manos en mi pecho para sentir mis latidos, al percatarme de lo que ocurría comencé a sonreír como toda una idiota amante de lo cursi, nuestros latidos se encontraban sincronizados, sonreí aún más al recordar que esto solo sería el inicio de nuestro vínculo, repentinamente sus latidos empezaron a acelerarse al igual que los míos
- Esta comenzando- murmuré mientras me alejaba un poco ya que Damián aún me sujetaba de la muñeca
Él comenzó a agitarse con brusquedad, como si estuviera convulsionando o a punto de tener un paro cardiaco, sus brazos comenzaron a brillar al igual que todo mi cuerpo, el familiar ardor volvió a mí lo que indicaba que mi otra apariencia había vuelto, Damián, quien aún no me había soltado, comenzó a soltar pequeños gruñidos mientras se retorcía levemente, repentinamente mi espalda había comenzado a arderme con más intensidad
- Auch, Auch, Auch, AUCH MIERDA ME DUELE JODER- empecé a quejarme
Mis tatuajes comenzaron a brillar con más intensidad, al igual que los brazos de Damián, pero por fortuna ahora se podía distinguir algunas formas, en los brazos de Damián comenzaron a aparecer tatuajes de cadenas similares a los míos
- Esas son mis cadenas?- murmuré confundida
La luz que emitían las cadenas dejo de brillar y Damián dejó de gruñir o retorcerse de dolor al igual que yo, los dos soltamos un suspiro de alivio, Damián abrió los ojos de golpe y miro en mi dirección con preocupación 
- Tranquilo, aquí estoy- dije con tranquilidad mientras sostenía su rostro con mis manos
Vaya fue mi sorpresa al percatarme que los ojos de Damián eran completamente negros al igual que los míos.
- Vaya forma de despertar- murmuro él con la voz ronca
- Como si no te gustase- dije divertida
- Ya te dije lo ardiente que eres de esta forma- dijo él refiriéndose a mi apariencia
- Pues sorpresa cariño, tú también eres ardiente ahora- dije divertida
Él me miró extrañado ante mi comentario, me levante y estire de su brazo para que me siguiera, pero como yo me había levantado antes, Damián me recorrió cada parte del cuerpo con la mirada, lo mire confundida para después dirigir mi vista a mi atuendo
- PERVERTIDO, NO ME MIRES- grite con la cara roja mientras comenzaba a tirarle las almohadas a Damián
Al parecer me había olvidado por completo cambiarme de ropa y como me había quitado mi bata hace unos momentos, mi extraño pijama quedaba perfectamente a la vista
- Creo que tu tía ya empieza a agradarme- dijo él mientras reía
Revolee los ojos para después ponerme de nuevo mi bata
- Ya levántate- le dije mientras estiraba su brazo
Pero cuando Damián había logrado ponerse de pie, callo brutalmente al suelo por lo que comencé a reírme a carcajadas, sus piernas también se habían quedado dormidas 
- Ríete todo lo que quieras, después de todo tengo una hermosa vista desde aquí- dijo él con diversión
- IDIOTA- le grite al percatarme que estaba viendo debajo de mi bata
Él solo comenzó a reír ante mi reacción
- Ya ayúdame a ponerme de pie- dijo él mientras aún soltaba pequeñas risillas
Revolee los ojos para después hacer pasar uno de los brazos de Damián encima de mis hombros y empezar a caminar con él en dirección al enorme espejo que se encontraba en el baño
- Antes de entrar, cierra los ojos- le dije un tanto nerviosa
- Esta bien, pero debes saber que no importa cómo sea mi apariencia ahora, lo único que me importa es que tú me quieras a pesar de ello- dijo él intentando tranquilizarme
- Que cursi- dije riendo
- Nunca cambias- dijo él riendo - Y eso es lo que más me gusta de ti- confesó luego
Me sonroje un poco ante ese comentario, nos coloque en frente del espejo e hice que Damián se colocará correctamente de pie ya que al parecer sus piernas ya habían comenzado a reaccionar
- Listo?- pregunté
- Listo- me afirmó el
Cuando abrió sus ojos comenzó a mirarse meticulosamente, su expresión fue de total sorpresa al ver el nuevo color de sus ojos y más aún al ver los tatuajes de cadenas que abarcaban sus dos brazos
- Wow- dijo él impactado
- Esas cadenas que tienes en tus brazos, son las mías, con ellas manejas las que yo tengo, de ti dependerá cuando tendrás que aflojarlas o tensarlas- le explique mientras tocaba los tatuajes de uno de sus brazos
- Como haré eso?- preguntó él confundido
- Ya lo averiguaremos- le respondí mientras reía un poco
Damián se dio la vuelta dispuesto a ver su espalda, vaya que nos sorprendimos ambos al ver que las cadenas se unían a un enorme tatuaje de candado que cubría gran parte de su espalda, decidí girarme yo también para ver cómo se encontraba mi espalda, pero solo estaba cubierta de más tatuajes de cadenas, el candado ya no se encontraba en mí
- Al parecer el candado que yo tenía ya a pasado a ti- dije sorprendida
- Eso quiere decir...- me insisto él a continuar
- Que tú ya eres oficialmente el encargado de manejar mi sello- le respondí
Damián empezó a observar con más detenimiento su nuevo aspecto
- No se tú, pero yo me veo FA-BU-LO-SO- dijo él mientras hacía pose de diva
- Tonto- dije mientras reía
Pero repentinamente la marca en mi cuello comenzó a darme mucha comezón y no pude evitar llevar mi mano a esa zona para intentar rascarme pero de nuevo recibí una descarga eléctrica
- Déjalo, yo me encargo- dijo él con tranquilidad para después alzarme y hacerme sentar encima del lavabo
- Si esta cosa se rompe, juro que te moleré a golpes Damián- le advertí con diversión
- No pesas tanto como para romper esta cosa- dijo él divertido
- Como digas. Solo recuerda que te lo advertí- dije con diversión
- Bien, tal vez esto no te guste, pero es necesario para que la marca sane- dijo él un tanto nervioso
- Ya hazlo- dije mientras revoleaba los ojos
Damián asintió para después apartar mi cabello y dejar expuesto la marca
- Puedes sacarte la bata?- preguntó él
- Es muy necesario- dije un tanto nerviosa
- Si - dijo él riendo
Solté un bufido para después quitarme la bata y colocarla a mi lado, Damián bajo la tira de mi pijama para tener mayor accesibilidad
- Q-Qué harás- pregunté con nerviosismo
- Hacer que esto cicatrice- explicó el con simpleza - Nuestra saliva es un muy buen desinfectante y cicatrizante- volvió a decir con rapidez
- Espera.... QUE?!- dije sorprendida
Pero ya era tarde, Damián había comenzado a lamer la zona en donde se encontraba su marca, mi cara no podría estar más roja en ese momento y como era de esperarse, su marca ya había comenzado ha hacer efecto, enviando ondas de placer por todo mi cuerpo, por fortuna la marca ya no causaba comezón o molestia
- D-Damián- murmuré con voz rara
- Se le llama gemir tarada- dijo Marta con burla
Cuando Damián termino de asegurarse de que su marca se encontrara bien, me miró directo a los ojos, los cuales aún se encontraban completamente negros, soltó un pequeño gruñido posesivo e hizo que enrollara mis piernas alrededor de sus caderas, comenzó a atacar mis labios con ferocidad, lo cual yo no pude resistir y le devolví el beso, enrede mis manos en sus cabellos y lo atraje más a mi si era posible, él comenzó a cargarme para después dirigirse a la cama
- La temporada de celo sí que lo ha afectado- dijo Marta con burla
A medio camino, desenrolle mis piernas y me quedé parada en el suelo sin intenciones de moverme de allí, Damián gruño ante ello e intentó que vuelva a subir mis piernas, pero me negaba a hacerlo, mordió mi labio inferior en señal de frustración, sonreí con malicia ante ello
- Lo siento cariño, pero esto ha llegado demasiado lejos- dije con voz seductora para después levantar mi rodilla y darle una patada a su, al parecer, muy feliz amigo, callo de golpe al suelo ante ello
Vaya fue mi sorpresa al sentir un dolor similar en el mismo sitio por lo que también caí de un golpe al suelo mientras me retorcía de dolor
- Sep, a nosotras también nos duele si nos golpean allí- dijo Marta con simpleza
- Pero qué demonios?!- me queje
- Maldito vínculo- dije al comprender que todo era parte de aquello, si a Damián le dolía algo automáticamente yo también sentiría su dolor
- Ahora sabes que se siente - dijo él mientras reía
- Cállate- dije con molestia fingida
Nos miramos serios por unos segundos para después romper a carcajadas
- Esto ha sido épico- dijo él mientras reía
- Tonto- dije mientras reía
Me quedé mirando fijamente a Damián mientras éste se seguía riendo, al percatarse de mi mirada, también me miró fijamente a los ojos mientras sonreía con cariño
- Que sucede?- dijo él con curiosidad
- Solo quiero agradecerte- dije con sinceridad
- Por qué?- dijo él confundido
- Por no rechazarme, por haber hecho tanto por mí, por aceptarme tal y como soy, no tal y como quisieras que fuera, en fin, gracias por existir- dije con sinceridad y cariño
Damián amplio más su sonrisa, se levanto para después cargarme en sus brazos y depositarme con suavidad en la cama, él se acostó a mi lado para después envolverme en sus brazos en un tierno abrazo
- Te quiero- dijo él con cariño mientras besaba mi frente
- Yo también te quiero- le respondí en el mismo tono mientras hundía mi rostro en su cuello
- Por cierto, eso ha sido lo más cursi y empalagoso que me hayas dicho- dijo él mientras reía
- Cállate, arruinas el momento- dije riendo
Luego de unos segundos en silencio
- Oye, pasamos casi un mes durmiendo- confesé
- QUE?!- dijo él sorprendido
- Tranquilo, lo demás se encargaron de todo- dije para después contarle lo que Casandra me había dicho
- Es un alivio que hayan pensado en todo- dijo él al terminar de escuchar mi relato
- Sep y es por eso que no tendremos sueño en un buen tiempo- dije con simpleza
- Yo tampoco tengo sueño- dijo él divertido - Que podríamos hacer para pasar el rato?- volvió a decir mientras fingía inocencia y me atraía más a él
- Nunca cambias- dije mientras soltaba un suspiro - Y eso es lo que más me gusta de ti- dije con voz seductora cerca de su oído
- No es justo, te has robado mi frase- dijo él riendo
Revolee los ojos y me levante con intención de preparar el desayuno.
- Espera... Como haces para volver a la normalidad- dijo Damián con curiosidad
- Supongo que como estamos unidos por un vínculo, tú deberías volver a la normalidad al mismo tiempo que yo- dije un tanto dudosa
Cerré los ojos y me concentré en mi apariencia normal, poco a poco todos los tatuajes fueron desapareciendo junto con mis ojos totalmente negros, mire a Damián y él se encontraba ya en su apariencia normal
- Es una lástima, me veía muy sexy con la otra apariencia- dijo él con tono de diva
- Ya levántate flojo, es hora de volver a nuestra rutina- dije mientras reía

HanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora