Pasaron 4 años luego de lo sucedido, Hana había crecido fuerte y sana ya que raramente jamás se había enfermado, la persona que Aarón había mencionado jamás llegó junto a ellos para explicarles lo acontecido, pero eso no impediría a que siguieran adelante, pues ya tenían a su pequeña y para ellos eso era suficiente para seguir, en cuanto a Aarón jamás se lo volvió a ver, pero eso no impediría que su sacrificio fuese en vano, Bastian se encargó de decir a todos la gran hazaña del doctor quien había traído a su hija de la muerte a la vida por lo que Aarón se convirtió en leyenda para todos, su sacrificio jamás sería olvidado, pero Bastian preocupado de que alguien quiera alejar a su bebé de él omitió la parte en donde tuvieron que pedir ayuda a una deidad y Aarón había sido sacrificado ahí, simplemente despistaba o evitaba a las personas que le preguntaban con más exactitud lo sucedido, en cuanto a Hana, creció como una niña normal sin saber lo que había sucedido el día de su nacimiento, todo era alegría y felicidad para aquella familia.... hasta aquel desastroso día.
Era de día y raramente Hana había amanecido débil, sin ganas de jugar u comer algo, eso preocupo un poco a sus padres ya que al día siguiente sería su cumpleaños en donde cumpliría 5 años.
- Linda, que sucede?- dijo Bastian preocupado mientras se sentaba junto a su hija en el césped bajo la sombra de un árbol
- No me siento bien- dijo Hana débilmente
- Ven, llamaremos a un doctor que venga a revisarte - dijo Bastian mientras alzaba a su hija cual princesa, para después entrar a la casa y dejarla en su cama, seguido de aquello depositar un beso en la frente de su hija quien abrazo a su padre antes de dejarlo ir. Adeline preocupada por su hija, llevo una silla junto a la cama de la niña para después sentarse en ella mientras agarraba una de las manos de Hana quien no se opuso a la muestra de cariño de su madre.
El doctor no tardó en llegar pero le parecía extraño que lo llamaran para atender a la niña, pues nunca le había visto enfermarse.
- Cuales son sus síntomas?- preguntó el doctor a Bastian mientras entraba en la habitación de Hana
- Se siente débil y no quiere comer- dijo Bastian con un poco de desconfianza pues solo confiaba en su difunto amigo Aarón para que los atendiese a ellos
El doctor asintió en respuesta, para después sentarse en el lugar en donde antes se encontraba la madre de Hana, los padres se encontraban observando todo con preocupación desde una distancia prudente.
El doctor examinó a la niña, quien se encontraba profundamente dormida, para después decir
- Su hija se encuentra en perfecto estado- dijo el doctor con extrañeza
- Entonces por qué se encuentra así- dijo Bastian un poco brusco pues ya empezaba a desconfiar de las habilidades del doctor
- Tal vez sea solo un mal de un día, pues nunca se ha enfermado y tal vez por ello sus defensas han bajado solo por hoy, quizá mañana ya se encuentre mejor, por ahora solo déjenla descansar y si mañana no mejora llámenme inmediatamente- dijo el doctor mientras juntaba sus cosas
- No hará nada, acaso no piensa darle ninguna medicina, que sucederá si luego tiene fiebre?- dijo Adeline preocupada
- Señora, por ahora debe tranquilizarse, su hija se encuentra completamente sana ya que no tiene fiebre ni tos, solo está agotada, eso es todo- dijo el doctor tratando de tranquilizar a Adeline
- Cariño, será mejor que hagamos lo que el doctor nos diga- dijo Bastian con pesar, pues él no tenía mucha experiencia como el doctor y si quería que su amada niña mejorase debía hacer lo que él les dijera
- Si eso es todo, me retiro- dijo el doctor para después salir de la casa
Los padres de la niña se quedaron junto a ella pues era tanto su amor y preocupación, que temían que algo le sucediera si no estaban junto a ella.
Así fueron pasando los minutos que se fueron convirtiendo en horas y Hana solo se dedicaba a dormir o aveces despertaba gritando diciendo que había tenido un sueño horrible.
Bastian y Adeline decidieron ir a dormir unos momentos pues ya eran la 1 de la mañana y Hana se había quedado profundamente dormida de nuevo, quisieron desearles un feliz cumpleaños a media noche, pero como la niña por fin había podido dormir sin ser despertada por las pesadillas, decidieron esperar a que amaneciera o despertara.
- Le preguntaste qué ha soñado- preguntó Bastian a su esposa mientras se metía bajo las sábanas
- No, me ha dicho lo mismo que a ti, que no lo recuerda- dijo Adeline con pesar mientras se acomodaba en la cama
- Me preocupa mucho, pues nunca la había visto despertar gritando y llorando- dijo Bastian con pesar
- Tranquilo, de seguro volverá a ser nuestra alegre niña en cuanto amanezca- dijo por última vez Adeline
Grave fue su error pues en la habitación de la pequeña, Hana se encontraba retorciéndose de dolor en la cama ya que sentía como si alguien estrujara su cerebro y su corazón.
- Detente por favor- rogó la niña a la nada
- Oh pequeña Hana, hubiera sido mejor que tus padres te hayan dejado morir, a que pasaras por todo esto- dijo con pesar una mujer que observa todo a lo lejos
Hana seguía retorciéndose de dolor en su cama, incapaz de gritar por ayuda ya que algo se lo impedía. La hora exacta se acercaba, el momento justo en el que Hana había vuelto a la vida, en el que recibió el beso de aquella deidad, el beso que selló su destino para siempre... el beso de su perdición.
El reloj marco las 3 am en punto, y el dolor que Hana había sentido se detuvo abruptamente, lo cual causo confusión a la pequeña la cual seguía llorando.
- Ahora pequeña niña, veremos si eres capaz de resistir lo que se avecina- dijo con una sonrisa la mujer
- Nunca soporto ver esta parte- volvió a decir mientras soltaba un suspiro
De repente como si de una explosión se tratase, Hana empezó a sentir con más intensidad el dolor, sintió como si le estuvieran desgarrando por dentro, como si sus ojos quisieran salirse de sus cuencas, como si su sangre quemara, la niña empezó a llorar y gritar con todas sus fuerzas, sangre empezó a salir por sus ojos, oídos, nariz y boca. La casa empezó a temblar como si de un terremoto se tratase, lo cual alertó a los padres de Hana quienes se levantaron rápidamente para dirigirse a la puerta que dejaron abierta por si algo sucedía, vaya fue su sorpresa cuando la puerta se cerró sola a gran velocidad, Bastian intento abrirla con todas sus fuerzas pero esta no cedía, cada segundo que pasaba era una tortura para ellos pues escuchaban como su pequeña Hana gritaba de dolor mientras la casa aún seguía temblando.
Mientras, Hana seguía soportando todo aquel sufrimiento que ningún humano podría soportar, pero lastimosamente aquello estaba sucediendo, su humanidad estaba siendo arrebatada y borrada para ser reemplazada por obscuridad.
- Pobre niña, hubiera sido mejor que hubieras muerto aquel día- repitió con tristeza aquella mujer

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Hana
Werwolf¿Cansado/a de los clichés en donde la chica es débil y se deja pisotear? ¿En dónde es la chica tímida que se deja llevar por todo? ¿Qué ni siquiera pasa una semana que encuentra a su mate y ya están teniendo sexo salvaje? ¿Estás leyendo esto como un...