Tim entró en su ostentoso interior y lo admiró como nunca lo había hecho; hasta le parecía que no fuera el mismo ascensor de todos los días. Paredes de terciopelo de color rojo, adornadas con unos estampados dorados en forma de enredaderas y acompañadas de varias pinturas de personalidades que jamás había visto, decoraban el interior del misterioso ascensor. Se fijó en una pequeña pintura, un retrato en blanco y negro que le llamó la atención; en una esquina inferior del cuadro figuraba un nombre: Madania. No podía ser cierto: era extremadamente parecida a la mujer que acababa de salir del ascensor hacía pocos minutos. En ese preciso instante, el ascensor se cerró.
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El Acensor
HorrorTim fregaba sin cesar los pasillos del hotel Moon Paradise como hacía todas las noches por la madrugada. Era un trabajo duro, pero no estaba mal pagado al ser un hotel de lujo. Lo malo es que todo tenía que estar perfectamente limpio antes de las se...