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Esteban:

Después de todo lo que ha sucedido, me he acordado que Lizeth ya no ha vuelto a parecer en mis sueños. No sabía muy bien qué hacer ahora que me había acordado, ¿sería bueno intentar que reaparezca en mi sueño?
Realmente no estoy seguro, quiero volver a verla, pero si lo hago, sería difícil dejarla ir otra vez.
Sé que nuestros encuentros son efímeros, apenas son sueños, pero cuando suceden, yo los siento tan real que a veces quisiera quedarme dormido más tiempo solo para verla.

Aquel ambiente podía volverse muy intenso si no tenía cuidado y por ese motivo decidí que era tiempo que Lizeth pueda irse sin ningún tipo de rencor, sin nada que le mantenga en este mundo.
Por lo que decidí dormir esa noche con el objetivo de que Lizeth vuelva a aparecer en mis sueños, creo que ya he hecho lo suficiente para que ella logré sentirse aliviada.

Suspiro y me vuelvo a dormir, el silencio se apoderó de mi alrededor,  pero no dejé que eso me impidiera seguir intentando ver a Lizeth en mi sueño. De repente sentí que ya me había dormido, sólo hacía falta que Lizeth aparezca en este.
Ya había superado la parte más difícil entonces lo demás era pan comido. Mi respiración comenzó a acelerarse porque tenía miedo de que ella no aparezca, pero, de pronto, alguien me cogió por el brazo y tiró de mí. Sé que todo es un sueño, pero lo sentí tan real.
Entre toda aquella locura, me di la vuelta para ver quien me había agarrado del brazo, y, en efecto, era Lizeth.

-¡Si!- grité con alegría.

-Hey, calma, ¿por qué tan emocionado?- pregunta Lizeth aún sosteniendo mi brazo y con una sonrisa en el rostro.

-Porque quería verte hoy y mira, aquí estás- dije con entusiasmo

-Vaya, eso no me lo esperaba, pero esta es la última vez que vuelvo a parecer aquí en tu sueño- dijo con melancolía.

-¿Qué? ¿Por qué?- pregunté asombrado

-Creo que he hecho un caos en tu vida desde que reaparecí en tus sueños, siento que no fue justo, ni para ti, ni para mí.

Apreté la mandíbula y se me escapó un gritito desalentador

-He visto todo lo que ha ocurrido tanto con Jane y con Adrián, no te olvides que puedo hacerlo, aunque nunca voy a poder interponerme y opinar. Los muertos no pueden hacer eso.

-Entonces... ¿lo viste todo?

-Así es Esteban, he visto que ha pasado contigo, que ha pasado con Jane e incluso con Adrián, he observado a cada uno de ustedes y me siento feliz porque veo que quieren ayudarme y arreglar las cosas.
Pero sabes, mi único objetivo fue que tú seas feliz, y que Jane acepté que yo no tuve la culpa en todo, quiero que deje aquel rencor y viva su vida tranquila. Por esas dos cosas fue que regresé, pero he visto que una de ellas ya se está cumpliendo...

-¿Y esa cuál es?- pregunté intrigado

-La de Jane...

-¿Qué?

-Así es Esteban, Jane y Adrián tuvieron aquella charla. Pero en esta, Jane salió reflexionando y analizando que es lo que está haciendo bien o mal.

-Entonces... Jane si fue a ver a Adrián, si tuvieron aquella charla.

-Así es Esteban y uno de mis objetivos esta por cumplirse, creo que Jane si va a olvidar el odio hacia mí. Pero debo agradecerte a ti, porque tu has influido mucho a que todo esto pase, sin ti, nada hubiera funcionado.

-Lizeth, lo hice porque es lo único que puedo hacer por ti, pero no sólo lo hice yo, sino también me ayudó Adrián. Sin su aporte, nunca hubiera llegado al fondo de todo esto.

-Lo sé, y se los agradeceré siempre. Espero que mis únicos objetivos se cumplan pronto y yo pueda irme al otro lado sin ninguna preocupación.

-Ten por seguro que eso sucederá Lizeth.

De pronto ella me sonrió y a mí me pareció que todo a su alrededor empezó a brillar. La observe con cuidado y sentí su mano rodear mi brazo para tirar de mí.
Sin embargo, aquel acto hizo que sintiera un pinchazo en el corazón al saber que esto no era real.
La tenía tan cerca que volví a ver todas sus facciones que siempre me enamoraron, ella puso su mano en mi mejilla y me dio una cálida sonrisa.
La agarré por la cintura sin siquiera detenerme a pensar que esto iba a doler más mis corazón, pero, para mí sorpresa ella soltó mi mano y con un movimiento de cabeza me negó.
Tan rápido fui consciente de lo que ocurría que me separé de ella, eso fue lo mejor que hice, porque si seguía cerca de ella, era posible que mi corazón termine más adolorido de lo que ya estaba.
De repente ella volvió a sonreirme y me dijo:

-Gracias por todo Esteban, si no vuelvo a aparecer tienes que saber que es porque he cumplido mis dos objetivos- y con eso, desapareció sin dejar rastro.

Me desperté sudando, todo aquel sueño lo había sentido tan real que hubiera deseado que nunca acabará, pero todo en la vida tiene un final. Como aquel final que me dejó Lizeth.

Desde tu mirada [#3] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora