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Jane:

Dejé que Esteban saliera del restaurante, todo lo que yo le dije era cierto, no sé donde conseguí el valor para decirle, pero lo hice.
Me dijo que ya volvía y que me quedara ahí esperando. Accedí porque todo lo que le había contado era para quedarse un poco sorprendido, pero, minutos más tarde cuando regresé a ver, ya no estaba afuera.
Salí afuera del restaurante para ver a donde se fue, pero fue inútil, en la oscuridad de la noche no se pudo ver nada y más que eso, la camarera me detuvo porque al parecer no se había pagado la cuenta.
Realicé el pago y salí de ahí, podía esperar todo, menos que Esteban me dejara ahí plantada.
Porque sé que si le doy demasiado espacio, se alejará de mí, así como pasó ahora, pero si lo asfixio, huirá.
Al ver todo lo que ha sucedió camino entre las calles oscuras de la noche para ver si encuentro algún rastro de Esteban, pero no había nada.
De pronto, la vibración de mi móvil interrumpe el silencio que había a mi alrededor, lo saque del bolsillo y vi que era Adrián.
No es el momento adecuado para llamarme, pero sé que ha de estar preocupado por mí y por Esteban.
Decidí ignorar la llamada cuando de pronto escuché voces, un fuerte escalofrío recorrió mi espalda y sentí miedo, pero aún así era necesario acercarme a ver que sucedía.
Una parte de mi me decía que Esteban iba a estar ahí, es por eso que lo hice.
Me acerqué lentamente a ver que sucedía y tenía razón, a lo lejos estaba Esteban, pero no estaba solo, tres chicos estaban detrás de él y no parecían ser nada amigables.
Me encojo de hombros sin estar segura de adónde me había metido, incluso en la oscuridad podía ver todo claramente, doy un paso hacia atrás pero de pronto, los tres chicos hablaron.

-¿Será que es él?- dijo uno de ellos intrigado.

- Si, es muy probable que sea él, tiene hasta la misma estatura y contextura- dijo otro aprobando el comentario anterior.

-Pero y ¿si no lo es?- dijo el tercero con miedo.

-Tiene que serlo, tiene que ser José, él  nos debe mucho dinero- dijo uno con una gran sonrisa.

- Es verdad, vamos tras él- dijo otro y lo siguieron detrás.

Aún no podía creer lo que estaba viendo mis ojos. Hace un momento estábamos en un restaurante hablando y al siguiente estamos aquí, con el miedo de que no suceda nada grave. Yo odiaba ver todo y no poder hacer nada porque era probable que yo haga peor las cosas, era preferible llamar a la policía o pedir ayuda a estar metida entre tres hombres que no se ven nada confiables.
Cuando estaba a punto de pedir ayuda, vi que salieron corriendo, no sé que pasó en todo el rato que estaban ahí, pero escuché susurros. De algo habían hablado y ahora Esteban salió corriendo y los tres chicos fueron tras él.

Aunque sabía que iba a ser peligroso los seguí detrás, tenía que ayudar a Esteban. No era justo que después de todo mal que le desee, después de todo lo que lo que le hice, yo no fuera a ayudarlo. Realmente estoy muy arrepentida por todo lo que hice cuando me cegaba el rencor, la ira y el odio. Así que espero esto sea una manera de perdón hacia él y hacia Lizeth. Aunque ya esté muerta.

- No está por ahí- de pronto escuché gritar a uno de los tres chicos que lo seguían.

- Creo que se fue por la otra calle, vayan por ahí. Yo me quedo aquí si regresa- dijo otro.

-Está bien jefe, ya le avisamos si le encontramos- respondieron dos al unísono y se fueron.

Al parecer Esteban se escondió por algún lado y ellos lo perdieron de vista. Una hora más tarde, el chico que se quedó vigilando la zona, se fue, por fin le habían dejado de perseguir por algo que ni siquiera era de él. Por una confusión de esos tres hombres casi lastiman a una vida inocente.
Me acerqué lentamente para comprobar que no había nadie y en efecto, ya no había nadie. Empecé a gritar su nombre, pero no había respuesta. No sabía que había sucedido exactamente, pero no podía quitarme de la cabeza como apretó sus manos contra su cuerpo y sus ojos cambiaron de ser alguien dulce a algo que jamás había visto en él. Supongo que los peores momentos te sacan lo peor de ti.
Seguí gritando a ver si había respuesta hasta que escuché un ruido, era ventana cerrarse. Me acerqué lentamente a la ventana más próxima que tenía y cuando la abrí. Ahí estaba él, con las manos en su rostro y temblando de miedo.
No sabía que iba a pasar entre nosotros desde ese instante, pero sólo quería que aquella pesadilla acabara.

Desde tu mirada [#3] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora