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Derek's POV

—Lo perdí —Le digo a mi hermana mientras trato de buscar entre todas mis cosas— Estoy seguro de que lo guarde ayer después de clases.

—Es un simple cuaderno, no es como que trabajaras mucho en Inglés —Ese era el problema, no encontraba mi cuaderno de Inglés.

No me importaba nada de los apuntes de hecho creo que no tenía ninguno, lo único que me importaba era que en ese cuaderno tenía todas las notas que escribía en Post-it y después los pegaba ahí.

—¿Te acuerdas que te conté que escribía notas y las pegaba en un cuaderno? —Es ahí cuando ella abre los ojos y se sorprende.

Si, bueno, hablaba con ella de todo, aunque ella fuera menor que yo, me entendía muy bien.

—No me digas que... —Empieza a decir.

—Si te digo.

—En ese cuaderno ¿Tenías las notas? —Pregunta solo para confirmar.

Asiento.

—Demonios... —Y yo concordaba con ella.

D.E.M.O.N.I.O.S

Llevaba semanas escribiendo notas ahí. De hecho eran casi meses.

—Imagínate si alguien lo lee —Le digo preocupado.

Me tapo mi cara con ambas manos.

—Tal vez solo esta en las cosas perdidas —Trata de darme una respuesta positiva.

Pero no lo creo, tal vez alguien lo encontró.

—Solo imagínate la vergüenza que podría pasar si alguien leyera todas mis notas —Mi pulso esta muy rápido y eso no me tranquiliza en nada—. ¡Eran cincuenta notas! ¡Cincuenta!

—Ya Derek —Dice tratando de tranquilizarme—, tranquilo, el camión va rápido tal vez tengamos unos minutos para buscarlo.

Eso provoca que me ponga nervioso e impaciente.

Antes de que el camión se pare enfrente de la escuela y todos salgan, me levanto y espero a ser el primero en salir, Audry me sigue.

En cuanto el chofer abre la puerta bajo los pies rápido y empiezo a correr.

—¡Apresúrate Ad! —Le grito.

Llegamos a la puerta y en cuanto empujo la puerta... Sé que es demasiado tarde.

—Derek... Creo que encontré tu cuaderno —Dice sorprendida—, bueno mejor dicho tus notas.

No le respondo, me dedico a observar a mi alrededor al igual que abrir mi boca y mis ojos cada vez más.

No lo puedo creer.
Simplemente no puedo.
Lo veo y no lo creo.
Y entre más lo veo siento que es una ilusión, un sueño o que me desmayé y estoy soñando.
Pero lo cierto es que, estoy en la realidad conmocionado, pero esto es la realidad, no es un sueño o alguna ilusión es una broma pesada y quien quiera que lo haya hecho le va a doler.

—Derek... —Habla Ad.

Su voz se empieza a disminuir, empiezo a escuchar por partes el eco de todo, creo que esto forma parte de la conmoción.

Es cierto que estaba mi cuaderno de ingles o mejor dicho mis notas que estaban en mi cuaderno de ingles.

Estaban ahí.
Porque ya no lo están.
Ni si quiera está el cuaderno o las notas originales.

Lo que hay son copias de las hojas donde estaban las notas.
Eras cientos de hojas regadas y pegadas por todos lados.

En menos palabras hay copias de mis notas regadas por todo el pasillo.

Están pegadas en la pared, tiradas en el suelo, atoradas entre los casilleros o simplemente en las manos de personas.

¡Rayos!, las notas tienen numeración y es exactamente lo que están haciendo todos, buscando las notas para unirlas, como si fuera un rompecabezas.

Siento como si todo pasara en cámara lenta, viendo como mi hermana me hablaba y no pudiera escuchar nada de lo que dice, viendo como todos recogían las copias emocionados como si fuera un libro gratis, y lo cierto es que si juntabas todas, era una historia, era mi historia que en aquellos instantes todos estaban conociendo.

Todo seguía moviéndose en cámara lenta y empezaba a tornarse los colores a solo dos, blanco y negro, me sentía en una película, pero no en un buen sentido, sino que en un mal sentido me sentía como el hazme reír de todos.

Y así fue, en cuanto uno de los chicos que estaba recogiendo las notas me vio parado grito y me apunto.
Todo el mundo se dirigió a mí y empezó a reír como si hubiera contado uno de los mejores chistes en la historia.  

Pero en aquel momento no me importó porque todo estaba en blanco y negro; al igual que sus voces no podía escuchar, parecía como si le hubieran puesto mute a mi vida y quitarle el color a esta.

Lo único que me regreso de esta barata y mala película en la que estaba viviendo fue verla.
Parada sosteniendo algo que no eran las copias, era el cuaderno, donde se encontraban las notas originales.

Verla en shock provocó que saliera de mi trance, las había leído, mis cincuenta notas, donde al final revelaba lo que sentía por ella, lo que siento por ella.

Ella da la vuelta y empieza a correr.
Como sé que esto es entre ella y yo voy detrás de ella y no paro por nada.

Cuando empecé a dar los primeros pasos, el color y el sonido regreso, ya no veía a todos hacer su acciones en cámara lenta, ya los escuchaba y podía apreciar los colores de sus ropas y del lugar.

Pero no me importaba que todo el mundo estuviera riendo de mí, lo único que me importaba era ella.

Chica de lentes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora