Chica de lentes

.52.

Yellow's POV.

Me cansó de correr, nunca he sido buena para esto que tenga que ver con las acciones físicas, es mucho para mí.

No tengo más opción, que afrontarlo.
Afrontar a mi escritor.

—¿Por qué escribías esas notas? —Le pregunto a Derek algo confusa— ¡Parecías un loco!

Él no responde solo se dedica observarme como si estuviera buscando las palabras exactas.
Y tal vez eso era, el estaba muy sorprendido al igual que yo ante todo esto.

Eso me pone nerviosa y tratando de disimular así que carraspeo y me ajusto mis lentes oscuros.

No podía creerlo...
Derek... El chico al que era acosado por la chica más bonita de la escuela, le gustaba yo, yo le gustaba y no ella, a él no le gustaba Alicia y eso era lo que yo imaginaba; imaginaba que le gustaba Alicia.
Pero al parecer todo lo que imagino es lo contrario.

—Yo sé que parecía algo loco y que da miedo —Empieza a hablar Derek con su hermosa voz—, pero era divertido mantenerme entretenido en clase de ingles mientras escribía esas notas, me gustaba pensar en ti.

—¿Pero por qué lo hacías? —Comprendía que era porque estaba aburrido en Inglés, leí todas las notas.

—Porque te me hacías una chica misteriosa y eso había llamado mi atención y eso era raro, no solían llamarme la atención las chicas, no es que fuera gay ni nada de eso, es solo que tú...

Deja su frase al aire, como si no quisiera decir la continuación de la frase que tenía en mente.

—¿La última nota es cierta? —Le pregunto ilusionada recordando lo último que había escrito, recordando aquella nota.

Él se sonroja un poco, me tapo la boca.
No lo puedo creer.
Simplemente no puedo.

—Derek... —Susurro.

Él me ve a mis ojos, o bueno intento de ellos ya que sus ojos y los míos están separados por el plástico de mis lentes oscuros.

No podía creer que a Derek Wedson le gustara... Era una cosa imposible, no soy una chica que llame mucho la atención e imaginaba que a Derek le gustaría alguien más como Alicia ella en cambio si era hermosa, yo, yo era nada a comparación de ella.

—Me gustas —Lo suelta finalmente—, creo que lo supe desde un inicio y por eso escribía aquellas notas porque mi subconsciente me lo decía, pero no lo quería aceptar. Era algo extraño, porque... ¿Como te puede gustar alguien que no conoces? Digo, tú te la pasabas ignorándome y entre más lo hacías, más me llamaba la atención... Pero sin más... puedo decirlo seguro... Me gustas chica de lentes.

No podía creerlo.
Mi cerebro no sabía qué hacer ante aquella confesión, una cosa era leerlo e imaginarlo, pero era muy diferente escucharlo y sobre todo que fuera verdad; me sentía feliz pero rara a la vez.

—Di algo por lo menos —Suplicó algo triste Derek ya que no emití algún sonido alguno ante su confesión.

Tenía muchas opciones en mi cerebro y este no escogía cuál de ellas tomar para reaccionar:
A)No sabía si gritar.
B)Si llorar de alegría.
C)Si abrazarlo.
D) Huir
E) O desmayarme.

Esto no pasaba a diario.

No pasaba que el chico que te gustaba por años se diera cuenta de ti después de mucho, no pasaba que ese chico te hablara, no pasaba que te escribiera, ni mucho menos que se te confesara. Eso no pasaba en la vida real.

Pero henos aquí, dos adolescente que se gustan y nunca imaginaron eso posible.

Así que como ya estaba segura de lo que sentía el hacia mi.

No dude dos veces y escogí la opción F) sabía que esa opción no estaba hace un momento.

Pero lo más curioso de la opción F) es que yo sé que no se piensa si no, que se actúa.

Y eso hice, me quite mis lentes y lo observe, lo mire a sus hermosos ojos color café.

Él me sonrió y yo le regrese ese gesto.
Pero hice algo más.
Algo que jamás imaginé que me animara a hacerlo.

Pero la vida era así.
Te arriesgas por lo que quieres o no te arriesgas y te arrepientes por lo que no tuviste.

Me acerqué a él y lo tome de su camisa, me pare de puntitas y lo bese, al inicio solo apreté mis labios con los de él ya que no era buena en esto, solo había besado a un chico y fue hace años, así que esto no se me daba a la perfección.
Pero después él comprendió lo que estaba sucediendo y abrió un poco sus labios y ahí fue donde empezó el verdadero beso.

Me besó despacio como si estuviera disfrutando cada momento de este, me tomo de la cintura con una mano atrayéndome a él mientras que con la otra hacia círculos en mi mejilla.

Nos separamos y me sonroje, nunca había dado la iniciativa para algo, pero tampoco era buena para hablar.

—Derek... —Empecé a hablar con falta de aire— Tu también me gustas.

Él me sonrió divertido y me abrazo, sumergí mi cabeza en el su cuello de él.

—Que bueno que yo también te gusto, porque hubiera sido algo vergonzoso que te fueras y que me hubieras dejado aquí parado como un tonto.

Río por eso.
Me gustaba porque era divertido y muy amable conmigo.
Pero a mí me gustaba desde mucho antes de conocerlo.