SeungCheol caminaba por los pasillos de la universidad en busca del peli-rosa. Necesitaba sus apuntes y que le ayudara a estudiar, ya que por estar cuidando del chino no podía estudiar bien.
Se sentía un poco culpable por no estarle prestando atención al chino como antes, pero sus padres desde ese entonces le habían dicho que por el bien de ambos, debería alejarse. Admitía que también le gustaba el chico, pero por alguna razón, se sentía mal de que sufriera.
-Vamos a tu casa-dijo el peli-rosa caminando.
El mayor no se había percatado de la presencia de este, solo lo siguió en silencio. Cuando llegaron a su casa, el chino estaba en la sala hablando con su madre. JiHoon solo hizo una reverencia y subió las escaleras seguido del mayor. Había logrado ver como MingHao había borrado su sonrisa.
Después de largas horas, SeungCheol acompaño al bajito a la puerta. Antes de despedirse pudo notar el leve sonrojo en las mejillas del peli-rosa.
-Hyung yo...-dijo jugando con sus dedos.-Me gustas.
MingHao había escuchado, ya que estaba entrando por la cerca, los miro sorprendido. Tanto el chino, como el bajito esperaban la reacción de mayor. SeungCheol quería morir, recordando esas veces que se sentía tan feliz con el chino, hasta la vez que intento suicidarse por su culpa.
-También me gustas JiHoonie~-dijo con una sonrisa.- Es mejor que vayas a tu casa, mañana hablamos.
Si quería proteger al chino, debía alejarse. MingHao lo veía con tristeza y entro a la casa sin decir nada.
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Su respiración era acelerada, sus ojos estaban cristalinos, a punto de soltar las lágrimas. Sus manos, sus manos estaban llenas de sangre mientras miraba al cuerpo sin vida delante de él. Hace dos horas que había salido de casa, debían estar preocupado, eso era lo que quería creer.
-¿Por que yo no...?-susurró apenas.
La obscuridad lo acechaba y cada vez se sentía más intranquilo de ser descubierto, aún no daban las 8 de la noche y ya había hecho una idiotez.
El gran charco de sangre comenzaba a desaparecer en la tierra, el cuerpo seguía emanando aquel liquido rojo. Soltó la cuchilla, cayendo de rodillas mientras miraba a su alrededor.
-Tu fuiste el culpable...-dijo-¡Tú tuviste la culpa!
Miraba a todos lados desesperado, estaba mal y él lo sabia. Iban a sospechar de él mañana que encontraran el cuerpo. Debía actuar rápido. Busco entre sus bolsillos y saco algo de alcohol. De la mochila del peli-rosa saco un encendedor y entonces quemo el cuerpo.
Se limpio las manos en su suéter y corrió lejos de ahí. Debía irse, debía desaparecer del mapa. No podría cargar con una muerte, y menos si la razón era por amor.
¿Cómo explicaría aquello? SeungCheol había roto su corazón, pero esta vez había crúzalo la línea.
MingHao esta desesperado, pero él sigue culpando a SeungCheol.
Debía desaparecer, pero quería permanecer junto a SeungCheol.
HiSM17E
Mis lindos lectores, serán como 4 capítulos, los cuales serán cortos. Espero les guste esta pareja extraña y la personalidad de The8. Voten y comenten.