carta 29

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Retracto lo dicho sobre mi suerte.

Tony llego llorando a mi puerta. Todavía no puedo creerlo. Estaba llorando diciendo que se sentía inutil, que solo quería que lo abrazara, y que por mucho que me molestara no deseaba contarme lo que le pasaba. Y en parte lo entendí; yo odiaba tener que contar mis problemas cada vez que me sentía morir.
Así que le ofrecí entrar y le dije que se quedara en la sala de estar. Camine algo preocupada a la cocina y puse algo de agua a calentar. Prepare los sacos de té en las tazas.

No podía evitar preocuparme por lo que le pasaba a Tony, es una persona muy importante en mi vida, por mucho que dejemos de hablar, me importa.
Tome las tazas ya listas y las lleve donde mi amigo me esperaba, le tendí una y espere a que dijera algo.
  — No puedo no contarte ¿verdad?

Yo solo levante mis hombros y me recoste en el respaldo del sofá.

— Tomare eso como un no. dio un sorbo a su té y miro hacia delante— Becca, me siento confundido. En este mes sin vernos pasaron miles de cosas. Y sé que no es lo mejor, pero aún estando en una relación con Erin, siento cosas por alguien más. Me siento bien cuando pienso en ese alguien. Siento la necesidad de estar a su lado; Pero soy un idiota, soy un idiota por no hablarle, o simplemente hacerla sentir mal por una estupidez. Es que solo me sale alejarla, porque tengo miedo de hacerla sentir mal, y sin darme cuenta la estoy lastimado.

Dejó la taza en la mesa y miro hacia sus rodillas. Supongo que espero a que yo dijera algo. Pero en ese entonces yo solo intentaba volver a la realidad ¿Como se suponía que iba a sentirme yo?
Tony me gusta.
Y aparte de estar con Erin, le gusta alguien más.
¿Que pensé cuando lo deje entrar? ¿Pensé en aquella vez que tuve que volver sola a casa? ¿O en esa vez que me trato como carne frente a sus amigos? O aun mejor, quizá, pensé en todas esas veces que me insulto.

Simplemente quería salir corriendo. Pero no era esa clase de impulso el que debía seguir.

— Supongo que esta bien... Tu no planeas ir a tu casa ¿Cierto?

Negó con la cabeza

— Recuestate en mi cama. Ire en un momento.

Subió al cuarto con algo de pesadez y yo fui a la cocina a dejar las cosas.

Subí al cuarto a buscar algo de ropa y una manta. Una vez que tuve aquello en mis manos me dirigí a la puerta.

— ¿Qué haces?

— Dormiré en el sofá.

Estaba loco si creía que iba a dormir con él. Nada me lo impedía, pero el sentirme como una basura al día siguiente me hacía pensar que yo no necesitaba más penas de las provocadas.

Se acerco a mi lentamente y pronuncio en un susurro.

— Duerme conmigo Su voz tan cercana a mi cuello me hizo estremecer.

— No Dije con algo de dificultad. Negué con la cabeza y lo mire a los ojos.

— ¿Estas bien? Preguntó preocupado.

— Perfectamente. Solo quiero dormir sola esta noche.

Y todas las noches que te quedes también. Si pretendo olvidarte no puedo dormir contigo, Tony.

Espero no hayas sufrido en mi ausencia, gracias por leer estas estúpidas cartas siempre. Espero no contagiarte mis malas vibras. Suerte, ahora si me voy a dormir.

Impulsive - Tony Perry (español/terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora