Joey, una joven a punto de graduarse de la universidad con un mundo nuevo delante de ella, debería estar feliz por esto, pero es todo lo contrario, nunca a encontrado en su vida la verdadera felicidad ya que todo lo ha hecho para complacer a sus pad...
A la mañana siguiente Joey apagó la alarma de su celular y abrió los ojos con renuencia, había logrado dormir toda la noche pero seguía un poco cansada todavía, siempre se despertaba con la misma sensación.
Caminó hasta el baño y se metió en la ducha, le dio vergüenza pero tomo el Shampoo de Kai y lo usó, rió al saber que lo usaría.
Ya vestida y lista para salir de la habitación, abrió lentamente la puerta asomándose por la abertura viendo hacia donde estaba Kai y lo encontró todavía dormido, salió en silencio y fue hasta la cocina.
Busco por un rato pero no encontró café por ningún lado, solo unas bolsitas de Té y no le quedo de otra que prepararlo. Sin duda esa era una señal evidente de que a Kai no le gustaba el café.
No se le hizo muy complicado de encontrar la tetera, Kai tiene casi todo a la vista, no había pérdida.
Colocó sus libros en la mesa y empezó a hacer el Té, suficiente para ellos dos, a los minutos estuvo listo, tomó una taza y se sirvió, todo lo hacía con mucho cuidado y silencio para no despertar a Kai.
Mientras tomaba su Té, estaba viendo como Kai dormía, se veía tan tranquilo así, apacible casi como un bebé, pero también se veía muy cómico, tenía una pierna fuera del sofá y un brazo tapándole la cara, "hasta durmiendo se ve desordenado", pensó Joey, pero igual se veía lindo y sin darse cuenta estaba sonriendo como tonta viéndolo dormir, se percató de eso borró su sonrisa y continuo tomando su Té.
De pronto Kai se empezó a mover, Joey se removió en su lugar y trataba de mirar a otro lado, mientras lo hacía escucho la voz de Kai.
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- Hola...- Dijo con la voz ronca por estar levantándose recién mientras se estrujaba los ojos. - Buenos Días.- Dijo Joey con suave voz. - ¿Ya te vas?... ¿Qué hora es?.- Le pregunto Kai sentándose en el sofá rascándose la cabeza, parecía un niño. - ... Eh, ¡sí!, son las ocho y media.- Joey se había quedado viendo a Kai por un momento y tuvo que prácticamente obligarse a salir del limbo donde estaba para responderle, "¿Qué te pasa Joey?", se preguntó mentalmente, parecía que la imagen de Kai la había desconcentrado un poco.
Kai sólo asintió con la cabeza y se levantó despacio con dirección a la cocina, Joey no pudo evitarlo todo su cuerpo se tensó al verlo así, ¿Cómo podía sentirse tan cómodo frente a ella?, pero así parecía.
- ¿Hiciste Té?- Preguntó Kai llegando hasta donde Joey estaba. - Si, te deje un poco.- Respondió Joey sorbiendo un poco de Té para calmar sus pensamientos, se sentía más nerviosa de lo normal.
Kai fué por una taza y se sirvió un poco de Té y se sentó frente a Joey, él antes de sorber de la taza le dio una mirada intensa a Joey para luego sonreírle dulcemente, ella respondió el gesto mientras gritaba internamente por lo que Kai había hecho, eso la desconcertó completamente, se vio tan hermoso que sintió que se había sonrojado un poco, Kai lo notó sintiendo una leve satisfacción ante eso.
Continuaron tomando su Té, al terminar Joey iba a lavar las tazas pero Kai no la dejo, tomándolas él y mientras las lavaba sonó el timbre.
- ¿Puedes abrir tú por favor?- Le preguntó Kai a Joey que asintió y fue hasta la puerta para abrirla.
Al hacerlo una rubia alta y muy hermosa estaba parada frente a ella, la pudo reconocer, era la que había visto con Kai en el ascensor una vez, estaba vestida con un sobretodo negro amarrado en la cintura dejando ver un poco su escote, Joey se dio cuenta que no llevaba nada más debajo, la rubia se sorprendió al verla.
- ...Kai te buscan.- Dijo Joey luego de carraspear su garganta.
Kai la miró con incredulidad y se acercó a la puerta secándose las manos, al ver a la rubia sus ojos se abrieron de par en par, la había olvidado por completo, la saludo tímidamente dejando escapar una sonrisa nerviosa.
La energía de Joey había cambiado por completo, de pronto se había molestado con la presencia de la rubia allí pero intento disimularlo aunque sin lograrlo completamente.
- Me voy, en la tarde paso por mis cosas.- Dijo secamente Joey saliendo del apartamento sin mirar a Kai, este la vio saliendo del asombro de tener a estas dos mujeres en ese momento en su casa, la rubia entro y Kai corrió hasta Joey impidiendo que tomara el ascensor que había llegado.
- ¡Joey! ¡Espera!.- Dijo Kai tomándola del brazo, Joey volteo rápidamente encontrándose con su rostro muy cerca del de él y se soltó suavemente de su agarre, Kai vio el movimiento y aparto su mano de ella también.- Debes darme tus llaves para poder llamar a las personas que limpiaran todo.- Continuo. - ¿Mis llaves?.- Pregunto Joey un poco confundida. - Si... para que puedan entrar las personas a limpiar tu apartamento.- Dijo Kai tratando de no incomodarla por eso. - ¡Oh cierto!... pero no llame a nadie.- Dijo Joey buscando sus llaves en su bolso. - No te preocupes yo lo hare.- le dijo Kai dibujándosele una sonrisa de satisfacción en su rostro. - Yo puedo hacerlo, no te preocupes me encargare de eso en lo que llegue.- - ¿Es en serio?... - Dijo Kai dejando escapar un suspiro.- te dije que te ayudaría, dame las llaves.- y extendió su mano quitándole las llaves a Joey de sus manos. - Está bien, tratare de llegar temprano... no quiero incomodarte más.- Joey dijo esas palabras de forma fría. - No te preocupes por eso, nos vemos más tarde.- Dijo Kai. - ... Ok.- Joey iba a girarse de nuevo para llamar al ascensor cuando sintió las manos de Kai de nuevo en su brazo haciendo que se volviera a encontrar con su mirada. - ¿Todo está bien?- Preguntó Kai cerca de ella, había sentido su cambio de actitud, la Joey distante y seca estaba parado frente a él ahora. - Claro, perfecto... debo irme.- Y sin más se volteo subiéndose al ascensor que había llegado en el momento justo para ella.
Kai se quedó allí mirando como Joey se iba, ¿Por qué la había sentido así?, se reprochó el que Natalia, la rubia, hubiera llegado en ese momento, suspiro resignado y fue de nuevo hacia su apartamento cerrando la puerta de un solo portazo.
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