rickyl es el tipo de relación que se da las mejores bienvenidas cuando uno de los dos llega de un viaje fuera de Alexandria...
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—Carl, carl, carl—Rick bajo rápidamente las escaleras de la casa y camino hacía el sofá donde su hijo estaba acostado leyendo cómics.
—¿Qué ocurre papá?—cerro la historieta y se sentó en el sofá
—Daryl acaba de llegar a Alexandria, y me gustaría platicar con el a solas, cosas de novio a novio, tu sabes. ¿Podrías ir a casa de Carol a ayudarla con Judith?—Rick tenía mucha prisa pues pronto su hombre que llevaba una semana fuera de los muros de la zona segura entraría por esa puerta y quería que fuera una bienvenida perfecta.
—Claro—Carl comenzó a reírse con un tono de ironía y tratando de decir "yo entiendo lo que vas a hacer". Se levanto del sofá y llevo su historieta a uno de los cajones que se encontraban cerca —Buena suerte y no olvides saludar de mi parte a mi papá Dixon—Carl salió de la casa con una sonrisa, realmente amaba a sus padres aunque haya sido algo confuso al principio entendía que su padre iba a estar con quien amara realmente y estaba bien con eso.
Rick le sonrió a su hijo y en cuanto este salió por la puerta y la cerro. Rick corrió al segundo piso donde se encontraba la habitación de los dos. Comenzó a ocultar el poco desorden que había como zapatos y camisas sucias de ambos. Se sentó al borde de la cama analizando como iba a suceder todo y empezó a quitarse los zapatos y calcetines que llevaba puestos.
Se saco la camisa aunque pensó que hubiera estado mucho mejor que su amado se la quitara por él, pero simplemente no podía esperar más y apresuro las cosas. Se levanto de la cama y metió los zapatos y la playera debajo de la cama. Estaba a punto de bajarse los shorts negros con los que dormía pero escucho que habían abierto la puerta principal, no había tiempo.
Daryl entro por la puerta principal y como era de esperarse la casa estaba hecha una tumba. No se podía escuchar un solo ruido, Carl y Judith se habían esfumado por completo y efectivamente no había nadie. El cazador camino hacía la sala y dejo la mochila que había llevado a la expedición sobre el sofá. Daryl sabia lo que significaba cuando llegaba de una expedición y la casa estaba sola como un desierto.
—Bueno, alguien debe estar esperando arriba, ¿no es así?—se susurro para el mismo y empezó a subir las escaleras lentamente. Cuando finalmente estuvo arriba, camino con un poco más de rapidez a la puerta de la habitación que compartía con Rick y llevo su mano a la perilla. Antes de girarla, sintió como su miembro pulsó y sabía que se llevaría una mal sorpresa si Rick no estaba en pelotas ahí dentro.
Daryl finalmente giro la perilla y abrió lentamente la puerta. Su corazón empezó a latir rápidamente y sentía que en cualquier momento saltaría fuera de su pecho, Rick estaba en esos calzoncillos grises que ajustaban su trasero y lo hacía ver genial, con su hermoso short negro a medio bajar y con esa mirada seductora.
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