Es extraño ver como cosas tan simples se vuelven una adiccion:
sus pestañas caidas,
los lunares de su cara,
la profundidad de sus ojos,
su cabello negro,
su piel flacida,
su voz desafinada,
sus dientes torcidos,
y hasta la pequeña bolita de su nariz.
Bueno, mas que una adiccion, una adoracion.